Crítica de Godzilla: Singular Point, la nueva serie anime de Netflix

Netflix ha sumado a su catálogo un nuevo anime imprescindible para los amantes de los kaijus: Godzilla: Singular Point. Está compuesta por trece episodios que apenas superan los veinte minutos de duración y que piden a gritos un visionado en forma de maratón, ya que prácticamente cada uno de ellos acaba en un cliffhanger.

"Terceto", "Juguetón", "Feroz", "Trotamundos", "Teórico", "Enfático", "Omnipotente", "Injerto", "Transformación", "Codificación", "Reinicio", "Exploración" y "Juntos" son los títulos de los episodios de esta primera temporada, que deja sembrada, en una escena postcréditos la amenaza a la que los protagonistas tendrán que enfrentarse en la segunda. Atentos, porque aparece al final del todo y es fácil no percatarse de que está ahí... ¡pero es muy importante!

Tras el exitoso paso de Godzilla vs. Kong por la taquilla de los cines, ahora le toca el turno a la animación y tenemos que deciros que con Godzilla: Singular Point estamos ante una serie bastante sesuda que nunca deja de lado la acción con la constante aparición de kaijus, pero que tampoco descuida la trama, introduciendo reflexiones sobre el destino, la predeterminación, la memoria o el tiempo. Es, como ya habréis deducido, una historia totalmente independiente al nuevo universo cinematográfico que se ha ido formando y por tanto tiene su propia mitología.

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La trama arranca con un señal de radio que proviene del observatorio de radio de Misakioku, una construcción antigua anterior a la guerra creada por el misterioso Michijuki Ashihara.

Dos ingenieros de la empresa Otaki Factory llamados Yun y Haberu se desplazan a investigar su origen mientras que la emprendedora Mei, una joven estudiante especializada en ciencia especulativa, es enviada a descifrar el posible significado de dicha señal, que se corresponde a una canción de procedencia india. Para ello contará con la ayuda de Pelo Dos, una inteligencia artificial que buceará entre los datos para guiarla en el proceso de detener un evento conocido como la Catástrofe.

Adicionalmente comienzan a hacer acto de presencia los primeros kaijus: los Rodan, similares a pteranodones pero de mayor tamaño y agresividad que emergen del mar rodeados de nubes de polvo rojo. El jefe de Yun y Haberu decide utilizar contra ellos a un robot guiado por control remoto al que ha llamado Jet Jaguar, que irá perfeccionando sus habilidades a medida que tenga que batirse con monstruosas arañas gigantes, a seres como Sharanga o Godzilla.

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Godzilla: Singular Point - Galería de imágenes (13 imágenes)

Godzilla: Singular Point no es una serie para niños o, al menos, no para niños muy pequeños. En general hasta un adulto puede perderse fácilmente en algún punto de la trama en la que acaban convergiendo artefactos y conceptos complejos como diagonalizadores ortogonales, inteligencias artificiales capaces de evolucionar, paradojas temporales y una buena suma de criaturas desconcertantes.

Pero desde el guión hay un esfuerzo por hacer llegar las ideas a la audiencia de una forma didáctica. Ayudan mucho las conversaciones entre los dos protagonistas: Mei y Yun, dado que juntos van razonando las respuestas a las muchas preguntas que les genera la composición y propiedades del polvo rojo, la razón de ser de los kaijus y el por qué de su desembarco en el mundo.

El guionista Tô Enjo, que ya había mostrado una gran sensibilidad a la literatura occidental en su anterior trabajo The Empire of Corpses, trufa el guión de referencias literarias, pero también de llamadas al folklore nipón algo que también se trasluce en el diseño de las criaturas cuyo aspecto bebe directamente de pinturas de tradición japonesa donde los mitos explicaban grandes cataclismos. Hay una mezcla muy curiosa tanto de estilos como de técnicas a la hora de crear a los personajes y a los kaijus (vais a notar los cambios de texturas y el mayor grado de precisión y detalle para estos últimos).¡Y hay espacio para el humor, incluso!

Otra de las bazas que juega a favor de la serie es su potente banda sonora compuesta por Kan Sawada (muy ligado a la saga Doraemon), con el tema principal de Godzilla haciendo acto de presencia con las mayores criaturas que se erigen como una fantástica amenaza para la civilización.

En suma: os recomendamos sumergiros en Godzilla: Singular Point con la mente despejada, porque vais a necesitar cierto grado de concentración para seguirla y disfrutar del festín. Por aquí ya deseamos ver la segunda temporada tras el desenlace, que es algo precipitado, pero muy satisfactorio y nos ha dejado a las puertas de eventos que van a marcar un antes y un después.