Una de las cuestiones que más me gusta sacar a relucir cuando se habla de western es que, más allá de ser un género tremendamente prolífico en la historia del cine y la cultura audiovisual, lo cierto es que estamos delante del mito fundacional de los Estados Unidos de América. Es decir, es mucho más que un género secular.

Estados Unidos es un país muy joven, si lo comparamos con la Vieja Europa o incluso Asia. Dicho pronto y mal, es la escisión de una colonia británica y el resultado de una amalgama de inmigrantes que enriquecieron su cultura en busca de una vida mejor más allá del Atlántico. Pero, de historia antigua que quede en este pueblo… En fin.

Por ello, no es de extrañar que este país no tuviera una mitología propia que abrazar, pues estaba hecho de retales; tampoco es de extrañar que anhelara tener una cosmogonía única, algo a lo que llamar “nosotros” y que los demás también pudieran reconocer como parte del paisaje simbólico de los Estados Unidos de América.

A fin de cuentas, EE.UU. no tenía a Teseo ni a Hércules. Tampoco tenía a Atenea ni a Medusa. Pero, con el tiempo, tuvieron a Billy el Niño, a Jesse James, a Wyatt Earp, a Clay Allison, a John Westley Hardin, a Dallas Stoudenmire y a Butch Cassidy, entre muchos otros. Fue en el Oeste donde los americanos forjaron su identidad.

En ese sentido, hay pocos cineastas en la última década que hayan invertido tantas horas y tanto esfuerzo en mantener la llama del mito fundacional de Estados Unidos como Taylor Sheridan. Desde Comanchería (2016) hasta Lawmen: Bass Reeves, la serie que nos ocupa, este hombre ha entregado su vida a la resurrección del western.

¿Qué es Lawmen: Bass Reeves y cuál es su relación con Yellowstone?

Creada por Chad Feehan bajo la atenta supervisión de Taylor Sheridan y protagonizada por David Oyelowo en el papel principal, Lawmen: Bass Reeves es la nueva miniserie western contextualizada en el autoproclamado Universo Yellowstone. Otro spin-off más, después de los rotundos éxitos cosechados por 1883 y 1923.

Para ser justos, es más bien un spin-off de un spin-off. A fin de cuentas, Lawmen: Bass Reeves está más cerca de 1883 que de 1923 o Yellowstone. Por tanto, estamos delante de un western mucho más clásico que las dos últimas series, cronológicamente hablando. Por no hablar del hombre que protagoniza la historia.

Si antes he hablado sobre el mito fundacional de los Estados Unidos de América y sobre los hombres que ayudaron a forjar esa leyenda, Bass Reeves es precisamente uno de ellos. Esta serie de SkyShowtime es un viaje al corazón del mito. Pues la vida de Reeves no fue precisamente la de alguien común y corriente, ni en su época ni ahora.

¿Un hombre que comenzó sus días siendo esclavo, que vivió la abolición de la ley y que terminó convirtiéndose en el primer mariscal estadounidense negro al oeste del Mississippi? Maldita sea. Hay vidas que no necesitan tomarse muchas licencias creativas para ser narradas, y esta es precisamente una de ellas.

Licencias creativas aparte, durante los ochos episodios de Lawmen: Bass Reeves en SkyShowtime seremos partícipes del viaje vital de este personaje, caracterizado de forma excepcional por un acertadísimo David Oyelowo. Y, desde luego, si algo se le puede conceder a la serie western, eso es dinamismo y ritmo; al menos, al principio.

El universo confeccionado por Taylor Sheridan no solo ha sabido conectar con las raíces del mito fundacional norteamericano, sino también con el lenguaje audiovisual requerido por el público moderno. Aquí, nuevamente, la miniserie logra encontrar el equilibrio entre lo clásico del Salvaje Oeste y lo necesariamente actual.

Las ventajas y las virtudes de la nueva serie de SkyShowtime

Sin lugar a dudas, la mayor ventaja de Lawmen: Bass Reeves es su capacidad de sintetizar una vida en los fragmentos más interesantes de la misma sin caer en la condescendencia del personaje ni la arbitrariedad de los hechos. Y tampoco sin olvidarse del contexto, pero sin quitarle un peso al aplomo del protagonista.

Esta es una serie de Bass Reeves y solo una serie de Bass Reeves. No hay nada que diluya la trama ni desbarajuste la narrativa para acomodarla a convencionalismos. Ningún personaje trata de eclipsar la figura de un hombre que es esencial para entender la Historia de Estados Unidos. Y la serie es autoconsciente de ello.

En ese aspecto, otra de las ventajas fundamentales de Lawmen: Bass Reeves es la extraordinaria interpretación de David Oyelowo. Su caracterización resulta trascendental para dotar de vida y relevancia a un tipo que representa a las mil maravillas el ideal del sueño americano, tan denostado en nuestros días.

Un hombre hecho a sí mismo, tras pasar todas las penurias imaginables y sufrir un destino que nadie deseaba, fue capaz de darle la vuelta a la predestinación y convertirse en uno de los individuos más importantes de la historia de su país. Es difícil no emocionarse con esta narrativa. Un viaje del héroe, basado en hechos reales.

Por otro lado, los diseños de producción de Lawmen: Bass Reeves en SkyShowtime vuelven a ser portentosos, como ya sucedía con 1883. La reconstrucción de los Estados Unidos de América de finales del siglo XIX sigue siendo un trabajo de campo indescriptible. Literalmente, viajamos al pasado sin necesidad de movernos de casa.

Definitivamente, si eres seguidor de 1883 y amante del universo creado por Taylor Sheridan alrededor de Yellowstone, Lawmen: Bass Reeves te va a parecer una barbaridad, porque lo es. Una evidencia más de que este hombre no tiene techo y su construcción televisiva está muy lejos de concluir.

A fin de cuentas, si algo ha demostrado Lawmen: Bass Reeves, y me consta que esto ya está en camino en la mesa de trabajo de Taylor Sheridan, es que Paramount podría dar luz verde a una serie antológica con los grandes nombres que establecieron y consolidaron el mito fundacional de Estados Unidos.

Es decir, además de todo lo que ya se viene de la mano de una continuación de Yellowstone y algún que otro spin-off programado sobre un rancho texano con numeritos, los planes de Taylor Sheridan pasan por antologías como la de Lawmen: Bass Reeves, pero con otros hombres clave de la época.

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Y, si van a hacer historias de los mencionados Billy el Niño, Jesse James, Wyatt Earp, Clay Allison, John Westley Hardin, Dallas Stoudenmire y Butch Cassidy, y las van a hacer tan bien como Lawmen: Bass Reeves… ¡Diablos, chico! Voy a ir preparando mi caballo, mi sombrero y mis rifles. Volvemos al Oeste americano… Volvemos a casa.