Crítica de La memoria de un asesino: un thriller poco memorable a pesar de sus intenciones

La memoria de un asesino es el remake de la película De zaak alzheimer basada en la novela del mismo título del exitoso escritor belga Jefff Geeraerts. Se sienta en la silla de director Martin Campbell, que desde Casino Royale no consigue darnos muchas alegrías, como ya demostró con su anterior trabajo: La protegida.

Hay profesiones que tienen sus inconvenientes: el retiro hay que anticiparlo, porque no hay pensión, vacaciones ni cobertura médica... Y es que vivir como un sicario a sueldo tiene sus inconvenientes, claro está, y más cuando se vislumbra en el horizonte un final bastante complicado por las turbulencias de la edad, que llegan en forma de Alzhéimer.

A pesar de que Liam Neeson anunció que se retiraba del cine de acción, solo ha cumplido con lo que dijo hace ya un tiempo a medias.

Es cierto que La memoria de un asesino no es una "cinta de venganza" de las que jalonan su filmografía en los últimos tiempos pero sí que es un thriller en el que sigue mostrando su faceta de tipo duro (además de finiquitar a unos cuantos infelices que se cruzan en su camino). Pero es que, además, el 26 de agosto estrenará en España El mediador. Otra para la saca.

Es bastante obvio, pero no podemos dejar de señalar que es una pena que un actor de su talento esté  tan encasillado en el mismo tipo de papeles. Que se le dan bien, que consigue sacarles cierto grado de brillo mostrando sus luces y sombras, pero que siempre son iteraciones tan similares que son casi indistinguibles.

Esperad más suspense que acción y sobre todo bastante juego con el tema de la humanidad de los personajes, sobre todo del protagonista, que a medida que pierde la cabeza deja de ser tan meticuloso pero también más considerado con el dolor ajeno (esto no es un A propósito de Henry, pero se aprecian matices que no se suelen encontrar en estas cintas). 

Alex Lewis, nuestro protagonista, se ve en una encrucijada. Trabaja para un cártel de forma regular, pero cada vez encuentra más complicaciones porque su memoria empieza a pasarle malas jugadas. Llegados a un determinado punto, le encargan acabar con un nuevo objetivo que colisiona con sus valores.

¿Debería cumplir el encargo y retirarse o proteger a una joven que está a punto de desenmascarar a la red mafiosa para la que trabaja? De forma adicional, el agente del FBI Vicent Serra va tras sus talones así que va a tener que emplearse a fondo para tomar la decisión correcta y, solo quizás, redimir toda una vida dedicada al crimen.

El mayor problema de La memoria de un asesino es el guión, más que la dirección. Campbell tiene oficio y se nota: la película arranca con buen ritmo y es impecable a nivel técnico, pero el libreto de Dario Scarcapane introduce una subtrama relacionada con el tráfico de menores que no solo no está bien construida sino que alarga la historia y la precipita a un final algo caótico.

El mayor peso interpretativo recae en un Neeson que parece capacitado para encarnar a este hombre con el piloto automático, sin tener que hacer el menor esfuerzo, mientras que los personajes de Guy Pearce y Monica Belucci quedan muy desaprovechados. La película se hace larga y despierta interés por oleadas, pasando de secuencias inspiradas a otras bastante más llanas.

Eso sí, no deja de ser curioso que el protagonista se escriba mensajes en el brazo para evitar olvidar detalles (recuerda mucho al desesperado protagonista de Memento y sus vicisitudes con los tatuajes caseros de tinta... a quien encarnó Guy Pearce, su compi de reparto).

En resumidas cuentas, has visto muchas películas parecidas a La memoria de un asesino. Es de esas películas que dejan una sensación agridulce: restándole lo que le sobra y centrándose en solo un puñado de personajes, sería mucho mejor.

Dicho lo cual, Neeson no va a separarse de la acción ni dos milímetros: están ya en postproducción The Land of Saints and Sinners,  Retribution, el remake de El desconocido, y Marlowe en la que se hará cargo del rol del famoso detective privado. Larga vida al actor irlandés (¡y más papeles buenos, por favor!).