Desde el 22 de enero, está disponible en Sky la nueva producción propia de la plataforma: la serie El milagro (Il miracolo), compuesta por ocho episodios de entre 45 y 55 minutos que fusiona de forma realmente original y curiosa distintos géneros.
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Si hacemos una lectura muy simplista, estaríamos ante un drama político que dialoga con grandes del género como Gomorra, puesto que realiza un retrato de la sociedad italiana que bien podríamos trasladar al debate de la esfera pública actual. El país se enfrenta al dilema de decidir mediante referéndum la prolongación de su estancia en la Unión Europea o su escisión de la misma. Es decir, que la batalla está entre los euroescépticos, muy poderosos, y los continuistas a los que representa el primer ministro Fabrizio Pietromarchi (Guido Caprino). Estos últimos parecen estar acorralados debido en gran parte a los problemas de liderazgo de Pietromarchi, en plena crisis matrimonial y casi existencial.
Cuando la policía encuentra en la casa de un capo de la mafia calabresa la imagen de una virgen que llora sangre, todo se pone patas arriba aún más. Los estudios revelan que es una imagen sólida de polietileno que llora nueve litros de sangre por hora con variaciones en su índice glucémico en función del momento en el que se realizan los análisis. Y no hay trampa ni cartón. ¿A quién pertenece? ¿Por qué se manifiesta de este modo? ¿Qué voluntad hay detrás de este hecho?
Hay más tramas en El milagro. Mientras la bióloga Sandra Roversi trata de utilizar sus medios para descifrar el ADN de la sangre que fluye de los ojos de la santa madonna y llevar sus indagaciones tan lejos como es posible, otros miembros del equipo empiezan a verse tentados por otras ideas: desde exponer la imagen para alertar a la sociedad sobre lo que está sucediendo hasta detener su sangrado introduciéndola en un congelador.
La serie El milagro es una rara avis en el panorama televisivo, y esto es mucho decir, a la vista de la ingente cantidad de producciones que pueblan nuestra pequeña pantalla y dispositivos móviles, desde el desembarco de no pocas plataformas de streaming en nuestro país: es una historia ungida con los óleos del misticismo más improbable, el que nace de lo inexplicable y confronta la razón y la fe, lo profano y lo sacro, los pecados como la gula, la lujuria, la avaricia y la soberbia con la entrega espiritual y el recogimiento.
En este sentido, hay que subrayar varias cosas: la primera de ellas, que no se trata de un visionado fácil. La serie de Sky tiene un ritmo muy pausado que trata de preservar la resolución hasta el último momento. Además, tiene fuertes connotaciones alegóricas, con situaciones muy similares a algunos pasajes bíblicos y una fortísima inspiración pictórica para la composición de los planos.
Un mensaje escrito con hemoglobina
Esta coproducción franco-italiana está al más alto nivel en lo que atañe a diseño de producción y fotografía, de modo que puede alardear de contar con una sofisticación técnica abrumadora. En pocas palabras: no hay una sola decisión que no se haya sopesado bien antes de dar el paso de poner en un sitio u otro la cámara. En desenfocar una imagen al fondo, en mostrar u ocultar determinado detalle.
La banda sonora es directamente excelente, valiéndose de versiones de archiconocidas melodías de todo tipo: desde Vivaldi o Depeche Mode hasta canciones como "Tu" de Umberto Tozzi o melodías del compositor germano Nils Frahm. Eso, por no hablar de la melodía del openning de la serie, que añade bastante información a lo que estamos viendo: la canción "Il mondo" de Jimmy Fontana. En este sentido puede traerle al espectador reminiscencias de The Leftovers.
Las composiciones de primeros planos de la talla de la virgen son asimismo muy efectivos: a veces resulta conmovedora, otras inquietante, como si estuviera sonriendo, pero la mayor parte del tiempo inspira compasión por un sufrimiento ininteligible. Todos, en mayor o menor medida, esperan de ella que obre en su favor sanando a los enfermos, devolviendo la vida a quienes la han consumido o rescatándolos en una situación límite... Lo mejor: que no sabes nunca por dónde va a salir la serie.
A pesar de que en conjunto las interpretaciones son muy potentes, hay algunos personajes secundarios cuyas historias parecen haberse extremado en exceso, lindando en lo cómico, como es el caso del cura descarriado: nos quedaba claro que se había entregado al vicio antes de cubrir su rostro con lencería femenina... Éste es uno de los pocos peros que se le pueden poner una producción estupenda.
¿Podríamos tener una segunda temporada de El milagro?
Rotundamente, sí. Aunque la primera temporada cierra algunas de las tramas principales poniendo de manifiesto la relación entre los personajes y sus "planes", cierto es que la serie se presta a seguir indagando en los misterios que propone. Hay una resolución del conflicto político, pero el ético-religioso entra en un nuevo laberinto que podría fácilmente desestabilizar el anterior.
Sea como fuere, El milagro pone de manifiesto el que podría ser el comportamiento más plausible del hombre de hoy ante algo que no puede entender: la ocultacióm. Da igual que no comprenda la profecía que traiga aparejada o el significado del prodigio en sí mismo, prevalece el sentido de la conservación.
VALORACIÓN:
La serie original de Sky es difícil de catalogar: se trata de un drama político con tintes sobrenaturales que aborda, mediante un guión muy simbólico, la depravación del ser humano. Muy recomendable.LO MEJOR:
Las interpretaciones, los giros del guión y la constante sensación de no tener ni idea de qué va a pasar a continuación: guarda bien el misterio.LO PEOR:
Algunos momentos, más oníricos que realistas, resultan muy desconcertantes. Es una serie muy pausada: reclama paciencia por parte del espectador.80
Muy bueno
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