Crítica de Nowhere (Netflix): Sobrevivir nunca fue tan aburrido

Sobrevivir nunca fue tan aburrido como con Nowhere. La película de Netflix ha llegado a la plataforma streaming en plena efervescencia de felicidad en Hollywood tras alcanzarse un acuerdo entre sindicatos y patronal, y poner fin a la huelga de guionistas que había dejado en jaque a toda la industria durante más de 150 días.

Después del éxito de El cuerpo en llamas, que ha mantenido la conversación de los espectadores durante unas semanas gracias a su true crime castizo, la nueva película española de Netflix llegaba con la pretensión de convertirse en otro referente cultural de nuestro país. Y lo hacía con una propuesta muy interesante de base.

Nowhere en Netflix es una película dramática que basa toda su historia en la supervivencia. Sí, esto es un survival y mezcla todos los géneros habidos y por haber. Va desde el survival apocalíptico al político, pasando por el survival claustrofóbico al de un naufragio. Es una pulsera de “todo incluido” en el parque de atracciones de la supervivencia.

Sin embargo, la película Nowhere es de todo menos divertida. Al principio del filme, juega al perro y al gato con el espectador, dándole pequeñas pinceladas del mundo distópico en el que estamos, donde las mujeres embarazadas y los niños parecen haberse convertido en el objetivo número uno de un gobierno invisible, misterioso y totalitario.

La película tiene un título muy acertado, porque no va a ninguna parte

Este ejercicio cercano al thriller plantea muchos interrogantes y genera una curiosidad innata en la persona que ve la cinta. Sin embargo, te voy a ahorrar el disgusto: ni la política interesa ni la película te va a contar nada que merezca la pena. Esto consiste en ver a Anna Castillo viviendo penurias y superando pruebas para seguir con vida.

Y eso es todo. La película gira en torno a Mía (Anna Castillo), quien huye de su país dentro de un contenedor marítimo junto a su marido. El poder del guion los separa al inicio del filme y ella, embarazada, tendrá que someterse a una odisea de aterradores obstáculos que amenazan su integridad, la de su hija y la de su futuro.

¡Ojo! No es necesariamente malo que un filme tenga en su propuesta exclusivamente la supervivencia, de la misma forma que John Wick funciona a las mil maravillas teniendo solamente la venganza como motor principal. Sin embargo, a diferencia del asesino de Keanu Reeves, aquí no hay la suficiente salsa como para comerte el plato.

Las secuencias de acción son extenuantes y poco efectivas; el ritmo de la película es plano e inconsistente, y la dirección de Albert Pintó es resolutiva y poco llamativa. Lo mismo sucede con los diseños de producción, la dirección de fotografía, la música y el resto de elementos audiovisuales que conforman la obra.

Sin embargo, Anna Castillo está portentosa. Es, de largo, lo mejor de la película. Quizás lo único verdaderamente destacable junto a determinadas atmósferas claustrofóbicas que están bien logradas, aunque no tan bien ejecutadas en la cabina del montaje. La interpretación de la actriz es sólida, dramática y cruda. Te crees el dolor y el sufrimiento de Mía, vaya.

¿El resto? Un sinfín de sketches de supervivencia sin desarrollo narrativo ni interés dramático. Como espectador, te dedicas a ver la yincana survival, un Castillo de Takeshi más desagradable y peligroso, con peores consecuencias. Y todo esto durante los 109 minutos de metraje, que se hacen muy largos y pesados.

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En definitiva, la película Nowhere en Netflix hace honor a su título. Desde luego, la historia va hacia ninguna parte y tú, como espectador, también. En una era como la que vivimos, con tanta oferta en streaming, tanta velocidad y tanta demanda… Es muy posible que haya muy pocos usuarios que terminen el filme al completo.