Logo Hobbyconsolas.com
Logo HobbyCine

Crítica de el pueblo, la nueva comedia de los creadores de La que se avecina

El pueblo
Crítica de el pueblo, la nueva comedia de los creadores de Aquí no hay quien viva y La que se avecina que se estrena primero en Prime Video y luego en Telecinco. Disponible al completo desde el 14 de febrero de 2020.

Dos temporadas de ocho episodios de una hora componen El pueblo, la nueva comedia de los creadores de éxitos corales como Aquí no hay quien viva oLa que se avecina. Con un tono más blanco que las anteriores, eso sí, la serie recurre, por una parte, a mostrar la famosa "España vaciada" y, por otra, la Soria profunda, llena de localismos y un acerbo cultural en peligro de extinción.

Por eso, a partir de aquí, vamos a abocicarnos pa' realizar la crítica de una serie no con la intención de amuñaros ninguna sorpresa, sino con la de dejaros pensando: ¡la órdiga! Lo vamos a hacer a nuestro ritmo, no espedregaos, porque tie' miajón el asunto. 

El pueblo es una serie original de Amazon Prime Video producida por Mediaset España vía Mediterráneo y Contubernio y creada por Laura y Alberto Caballero.

La serie se desarrolla en Peñafría, un pueblo ficticio de la provincia de Soria, que sufre las consecuencias de la llamada "España vaciada". Con apenas un puñado de habitantes, el lugar se sostiene a duras penas, así que cuando llegan dos hippies llamados Moncho y Ruth con su hijo Orión, con la intención de crear una ecoaldea, los lugareños los acogen con los brazos abiertos.

Prueba Amazon Prime Video gratis durante un mes

Prueba Amazon Prime Video gratis durante un mes

El servicio de series y películas en streaming de Amazon te da la oportunidad de probarlo totalmente gratis durante 30 días.

Date de alta gratis

Sin embargo, el "efecto llamada" de su proyecto verde, tiene unas consecuencias un tanto inesperadas: hasta allí llegarán toda clase de personajes: desde un promotor inmobiliario imputado por prevaricación hasta un rockero en busca de inspiración, pero sobre todo, mucha gente con los bolsillos vacíos en busca de aire fresco y un cambio de vida.

Una de las señas de identidad de El pueblo, como es y ha sido en otras ficciones de los creadores, es su carácter coral con un abanico de personajes muy variado que incluye todos los rangos de edad y de espectro social.

Así tenemos niños, jóvenes, adultos, personas de mediana edad y ancianos que se encuentran en distintos estratos: desde nuevos ricos hasta hippies irredentos pasando por gentes asentadas que sobreviven sin apreturas. Y ahí va una de sus fortalezas: es una serie que reparte cera en todas direcciones: carga contra los wannabe de turno, contra los acomodados, contra los progres de pastel y hasta contra los estrechos de miras, con el Arsacio como hilarante versión mini-Trump dispuesto a alzar un muro que separe a forasteros de oriundos. 

Mezclarlos a todos en situaciones variopintas es una de las recetas triunfadoras que dan lugar a abundantes equívocos lingüísticos: "porelwalki" en lugar de "Power Walking", "Mitsubishi" en lugar de "maharishi", "la Sari" en lugar de "Siri" y un largo etcétera en el que no podemos dejar de nombrar los neoanglicismos que se inventa Gustavo McDoughal, como "sensifucker"... Él, aspirante a youtuber y nerd de manual es el que introduce asimismo mayores referencias a la cultura pop entre las que, sorpresa, se ha colado una referencia a nuestra revista, HobbyConsolas:

El choque entre la tecnología y la analogía rural da para mucho cachondeo: doña Emilia enganchada a las compras por Amazon, el Ovejas enamorado de "la Sari" cual agreste Theodore en Her, el bueno de Cándido posando con su emperifollado mostacho en los selfies de medio pueblo o el alternativo Moncho cayendo en la adicción a los videojuegos durante su convalecencia son algunos de los momentos más divertidos de esta comedia de situación que trata de salirse de los tópicos habituales.

Como decíamos, de una forma u otra todos los personajes buscan ganarse la vida, de modo que no le queda más remedio que jarjañar en lo que sea: como jornaleros, apicultores, peluqueros o intentando dar un pelotazo con un campamento infantil de verano, un hotel rural o un negocio de drones mensajeros.

No negaremos que hay pasajes que recuerdan a algunas cosas que ya habíamos visto. Las escapadas al pueblo de Amador en La que se avecina ya nos habían adentrado en ciertas situaciones que aquí se espejan, como su saludo garrulo de "¡Ieeeeee!" o sus problemas campestres con la Iglesia y el matrimonio. La relación de amor-odio entre Laura y Pablo tiene componentes similares a la de Belén y Emilio de Aquí no hay quien viva y doña Emilia es un trasunto de algunos personajes que hemos visto en ambas series y que rompen el estereotipo de abuelita entrañable.

Es un acierto, aunque sea algo taxativo, que los lugareños sean retratados como "buenos salvajes" sin maldad más allá de pretender seguir siendo los guardianes de las esencias de un mundo que agoniza. Y que su choque con nuevas formas de pensar como el empoderamiento femenino, el patriarcado o la aceptación de la diversidad sexual genere tantos chistes blancos.

Sea como sea, El pueblo tiene algo del humor absurdo de Amanece que no es poco y de Tiempo después, del recientemente fallecido José Luis Cuerda, aunque, como es lógico bebe mucho más de la actualidad y de las noticias que saltan cada dos por tres a las portadas de los periódicos y las cabeceras de los telediarios. Se viene arriba cuando muestra un proceso electoral en miniatura o cuando denuncia, con sorna, los abusos de poder. Hay que tener arte y oficio para hacerte reír con determinadas situaciones...

Enhebra sin acogotarse una montonera de pullas y sí, hace un buen estrapalucio a la hora de mostrarnos como somos, delante del espejo. Pero es lo que hay, acabáramos, y a quien no le guste hay que decirle que "nosotros pensábamos que tú lo supieres".

VALORACIÓN:

Laura y Carlos Caballero, artífices de series de éxito como Aquí no hay quien viva o La que se avecina, nos traen ahora una comedia rural de enredos con la que nadie "se pue enfolliscar" porque reparte en todas direcciones.

LO MEJOR:

María Hervás en el papel de Amaya es hilarante y los diálogos son lo suficientemente ágiles como para que los larguísimos episodios se pasen volando.

LO PEOR:

Los tríos amorosos son las tramas más trilladas. La segunda temporada ha quedado tan cerrada que es prácticamente imposible que se retome la serie.
Hobby

77

Bueno

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.