Crítica de Sabrina temporada 3 - Las escalofriantes aventuras vuelven a Netflix

Una de las principales tarjetas de presentación del catálogo de Netflix para su público joven es, sin duda, Las escalofriantes aventuras de Sabrina, que ha conseguido generar y mantener una buena legión de seguidores de los acontecimientos de Greendale. Ahora, ha llegado la tercera temporada de Sabrina para ahondar más en los mitos que se sugerían al final de la temporada anterior. Por tanto, a partir de aquí, tenemos que entrar en spoilers de la T2, no sigáis leyendo si aún no la habéis visto, por Satán.

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La temporada 3 de Sabrina arranca con un desequilibrio de poder: el Señor Oscuro ya no reina en el Infierno, pero eso ha provocado que las brujas vean menguado su poder, que emanaba de él. ¿Debe reinar Lilith en el Inframundo o debe Sabrina tomar el control, ya que tiene derecho de sangre a ello? Y, si reina en el Infierno, ¿qué nuevas obligaciones y retos acarrearía ello? A estos problemas se unen nuevos personajes que dan bastante juego. Por un lado, tenemos a Calibán, un príncipe demonio que aspira al trono del Infierno. Por otro, a los paganos, unos seguidores de dioses más antiguos que el mismo Satán y que aspiran a resucitarlos para dominar el planeta.

Como veis, no hay pocas patatas calientes sobre la mesa, a las que hay que añadir el resto de tramas abiertas. En un espacio más terrenal, Sabrina sigue queriendo aunar su lado mágico con el humano, por lo que en esta temporada la vemos formar parte del cuerpo de animadoras de las Ravenettes, las cheerleaders oficiales del instituto Baxter.

Ello nos lleva a dos de los aspectos más importantes de la temporada 3 de Sabrina en Netflix, uno positivo y otro negativo. El positivo es que esta es la temporada en la que más intensamente se sucede la acción. No paran de suceder cosas y muchas de ellas interesantes: viajes al Infierno, encuentros con montones de personajes icónicos de la literatura y el folklore, duelos, sangre y algo de terror, magia por doquier... ¡Hasta viajes en el tiempo! En ese sentido, es imposible aburrirse en los 8 episodios de esta temporada, los cuales duran una hora cada uno.

El lado negativo es que, como precisamente se quieren tocar tantos palos, hay muchos que nos dejan con la miel en los labios, pues son muy interesantes (la feceta de ver qué personas deben ir al infierno, la representación de los círculos del Infierno) pero se tocan durante unos minutos para no volver a ellos o, para que simplemente queden sepultados por nuevas tramas. The show must go on, habrán pensado.

Eso provoca también que se den situaciones que no tienen mucho sentido, con personajes pasando por momentos verdaderamente traumáticos para poco después estar preocupados por asuntos totalmente anodinos, algo que es especialmente notorio en una Sabrina que la actriz Kiernan Shipka sigue defendiendo con uñas y dientes.

Pero, desde luego, los seguidores más acérrimos de Sabrina Spellman van a tener todo lo que quieren en esta serie de brujas: aparte de los elementos más épicos que hemos comentado, hay varios números musicales (sí, con coreografías y todo), montones de modelitos "ideales de la muerte" para la protagonista y las acostumbradas dosis de romance, que no se hacen tan cansinas como en las dos temporadas previas pero que, en nuestra opinión, son la parte más sosa del conjunto.

En términos generales, es muy probable que esta temporada 3 de Chilling Adventures of Sabrina sea la mejor de todas, pues como decimos no para de lanzarnos ideas, tramas y personajes que van de lo meramente curioso a lo muy interesante. Para ello, además, recupera historias y personajes secundarios que ya creíamos olvidados de las temporadas anteriores, lo cual resultará muy satisfactorio a los "sabrinófilos". Sí, las recreaciones prostéticas siguen dando demasiado el cante. Sí, los escenarios más fantásticos parecen sacados de la propia feria que aparece en la serie.

Pero aún así, todo tiene un encanto especial, es una especie de placer culpable como de serie B que hace que quieras seguir viendo más. Y parece que así será, pues aunque se cierran muchas tramas, está claro que el final de Sabrina 3 nos dice que tienen más ganas de marcha. ¡Y nosotros, tan contentos! ¿Sería que nos lanzan un hechizo, las muy brujas?