Crítica de Saint Seiya temporada 2, el nuevo anime de Netflix

De un tiempo a esta parte el manganime está teniendo mucha más presencia en España, llegando cada vez más títulos por estos lares (y en ocasiones estrenándose con muy poco tiempo de diferencia con respecto a Japón). Buena parte de esta oleada de anime se debe gracias a Netflix, quien está apostando muy fuerte por este formato trayendo a su plataforma series tan populares como Naruto, Fairy Tail, Death Note, Full Metal Alchemist Brotherhood, Rurouni Kenshin... Y no solo eso, sino que también se dedica a producir anime para incluirlo entre su catálogo de series originales de Netflix, como por ejemplo Aggretsuko, The Seven Deadly Sins, Baki o Hi Score Girl.

Estas son las TV más vendidas en Amazon España

Estos son los televisores que triunfan entre los usuarios de Amazon España, en su mayoría ya con resolución 4K.

Ver listado

De entre todo el contenido original de anime en Netflix una de las series que llamó bastante la atención fue Knights of the Zodiac: Saint Seiya, un reinicio de la clásica serie japonesa de los 80 que en España nos llegó con el nombre de Caballeros del Zodiaco. Sin embargo, este reinicio de Saint Seiya no entusiasmó demasiado a los fans más veteranos de la obra de Masami Kurumada, ya que tiene un tono enfocado más hacia un público infantil y es una versión muy resumida de la serie original (aparte que a Shun le han cambiado el género y en esta nueva versión es una chica). Con la llegada de nuevos episodios a Netflix hemos despertado nuestro cosmos al máximo poder para poder traeros a continuación nuestra crítica de Saint Seiya temporada 2.

Llega el arco de los Caballeros de Plata

Si la primera temporada de Saint Seiya abarcaba el arco de Fénix, estos nuevos seis episodios engloban el arco de los Caballeros de Plata. Como ya vimos en episodios anteriores, la serie no sigue de manera fiel con respecto a la original todo lo que se desarrollaba en dicho arco, aunque sí que mantienen ciertos momentos clave. En este caso no solo Seiya, Hyôga, Shiryû y Shun deben enfrentarse a los Caballeros de Plata, sino que también estarán por medio los Caballeros Negros liderados por Vaner Guraad, el nuevo personaje inventado para este reinicio. Todo ello mientras se profundiza un poco más en la trama de Saori (la reencarnación de Atenea) y el por qué hay un grupo de Caballeros que quiere matarla y por qué otros tratan de protegerla.

Las series y películas anime más esperadas de 2020

Lamentablemente, la poca cantidad de episodios por temporada hace que los diferentes arcos se los ventilen en un santiamén, avanzando rápidamente en la trama, sí, pero a costa de no profundizar un poco más en ciertos acontecimientos. Especialmente en los combates, ya que prácticamente todas las peleas (por no decir todas), se despachan en un único capítulo. ¿Dónde quedó la emoción de ver unos combates más o menos duraderos en los que los protagonistas las pasaban canutas hasta que lograban salir (o no) victoriosos? Por otro lado, el estar enfocado a un público infantil hace que la sangre (uno de los principales elementos de la serie original) brille por su ausencia.

A ratos, ya que hay veces en los que los personajes tienen alguna que otra magulladura con un poquito de sangre. Esto da pie a un momento bastante ridículo en una de las peleas de Saint Seiya temporada 2. En un momento dado, el enemigo sufre una herida grave en el costado y se apreta fuertemente la herida mirándose la mano como si tuviera sangre. ¡Pero no tiene sangre ni en la mano ni en el costado! Luego, cuando es derrotado, sí que le brota un pequeño chorro de sangre por la frente. ¿Por qué no le pintaron entonces un poco de sangre en la herida del costado?

10 series de Netflix cortas ideales para ver en el metro

Por las necesidades del día a día, hay veces que las series cortas son la mejor opción. Y, por eso, vamos a ver cuáles son las mejores series cortas de Netflix para disfrutar en el metro o en cualquier trayecto.

Lee la noticia

A pesar de que son pocos episodios, el desarrollo de los mismos en esta nueva temporada se llega a hacer un poco pesado, y los combates apenas sí llegan a transmitir una pizca de emoción, con unas peleas que poco dejan para el recuerdo. Este nuevo estilo de animación en 3D realizado por Toei Animation le da mucha presencia a los personajes, pero la coreografía de los combates no destacan demasiado, salvo por alguna que otra técnica. Además, en esta ocasión se han dejado a los secundarios bastante aparcados (a excepción de los dos últimos episodios), centrándose principalmente la acción en Seiya.

Ahora en Nihongo

Si bien al principio el anime de Saint Seiya de Netflix tenía como idioma original el inglés, con la llegada de esta nueva temporada se incluye el audio en japonés tanto en la segunda como en la primera temporada (teniéndola ahora en el menú como el idioma original de la serie). Esto ayuda en cierta manera a digerir mejor la trama desarrollada, especialmente a la hora de los combates, donde se pueden escuchar los gritos de las técnicas en su idioma original, entre ellos el clásico "Pegasasu Ryû Sei Ken!", la técnica de puños de meteoro de Pegaso cuyo grito en español era "¡Dame tu fuerza, Pegaso!". Eso sí, no esperéis encontrar el opening de Saint Seiya en japonés, pues sigue estando la misma versión en inglés de Pegasus Fantasy. No obstante, tanto el opening como el ending siguen siendo de lo mejorcito de la serie, aunque no hayan cambiado ninguna secuencia. ¿Lo harán en la próxima temporada?

Un Saint Seiya no apto para todos los públicos

Aunque hay que tener en cuenta que esta nueva versión de Saint Seiya no está pensada para las viejas generaciones y sí más centrada hacia un público mucho más joven, las comparaciones son odiosas y es inevitable fijarse en la serie clásica, con sus abundantes diferencias. Poco desarrollo en la trama y resumiendo demasiado todo, unos combates que no destacan demasiado y una violencia prácticamente nula, demasiado escasa hasta para una serie infantil. A los que ya tenemos una edad no nos entusiasmará demasiado este anime de Netflix, pero probablemente a buena parte del público infantil / juvenil al que va dirigido tampoco. Ni un extremo ni otro, ¿quizá un punto intermedio?