Soderbergh, la pantalla grande te necesita y tú a ella, así que no vuelvas a darnos el susto de decirnos que lo dejas... Aunque sea para grabar para televisión una genialidad que te ha valido un Emmy como Behind the Candelabra o series como The Knick... Cuatro años después de Efectos secundarios (Side Effects), por suerte para nosotros y para los Logan del título, lo tenemos de vuelta.
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Con La suerte de los Logan (Logan Lucky) el cineasta responsable de Ocean's Eleven, Ocean's Twelve y Ocean's Thirteen (y productor de Ocean's Eight, ya en postproducción) regresa a su subgénero favorito: las comedias de robos y atracos que se cocinan a fuego lento y en las que hilvana con punto muy apretado una crítica social y un drama personal que le da empaque al conjunto.
Extráigase de la fórmula conocida todo el glamour y la elegancia y sustitúyase por un baño de realidad (un padre separado con dificultades para conseguir trabajo en una zona deprimida del interior) para crear ese Ocean's 7-Eleven tal y como la propia película se autodenomina.
La debutante Rebecca Blunt firma un guión en el que los personajes son las estrellas y como el reparto es una auténtica gozada, solo puedes disfrutar de la propuesta (que todo sea dicho de paso, pegaba más para un estreno veraniego que para el otoño, peeeeero...).
Intentando revertir una maldición familiar, tres hermanos, Jimmy (Channing Tatum), Mellie (Riley Keough) y Clyde Logan (Adam Driver), intentan llevar a cabo un gran atraco durante una importante carrera de coches en Concord, Carolina del Norte. Contarán con la ayuda del experto Joe Bang (Daniel Craig) para tratar de quedarse la recaudación de una importante carrera de Nascar, la llamada Coca-Cola 600.
La suerte de los Logan cuenta con una galería de personajes tan variopinta y excéntrica que es imposible no enamorarse de ellos: todos tienen alma y logran transmitirla así que la película es un vehículo estupendo para una tarde distendida... Y te toca la patata también con la dimensión humana de nuestros ladrones de brocha gorda.
Hay ternura, hay sensibilidad y un verdadero maestro al otro lado de la cámara, así que no falta ningún ingrediente. Tatum y Driver forman un dúo que funciona muy bien y Daniel Craig explota su vena cómica con gran acierto.
Y ojo a la galería de secundarios, entre los cuales tenemos a Hilary Swank, Katie Holmes o Seth MacFarlane. Hay mucho nivel y aunque la película está algo pasada de metraje (empieza a ser ya manía esto de llegar a las dos horas de metraje) el viaje merece la pena.
La batuta del nuevo grupo de antihéroes reconvertidos en justicieros sociales más o menos involuntarios la toma el personaje de Channing Tatum que, cual "Dany Ocean" urde un plan a prueba de imprevistos. La suerte de los Logan es una parodia muy divertida (autoparodia a veces llevando los códigos a una nueva dimensión) y con pullas muy certeras a la sociedad de hoy. El sketch de la cárcel es buenísimo, ojalá hubiera más momentos así de hilarantes.
La película comienza con un padre contándole a su hija una anécdota sobre una canción. Es una muestra del arraigo, de la idiosincrasia, de la importancia de prestarle atención a lo que realidad importa. Identidad, no le falta al relato. Por lo demás, Soderbergh es un fantástico narrador, así que, poco más que añadir. No hay más preguntas, señoría.
VALORACIÓN:
¿Qué pasa si reúnes a Soderbergh con un casting excepcional y los pones a trabajar recreando un atraco de baratillo? Pues que consigues una comedia bastante redonda y disfrutas de dos horas de buen cine que pasan volando.LO MEJOR:
Que Soderbergh regrese al cine y que lo haga siendo capaz de reírse de sí mismo con este Ocean's 7-Eleven. El reparto está de lujo.LO PEOR:
El tono paródico a veces funciona a medio gas aunque hay sketches geniales como el de la cárcel.80
Muy buenoDescubre más sobre Raquel Hernández Luján, autor/a de este artículo.
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