Crítica de la temporada 2 de Pequeñas coincidencias, ya en Prime Video

Doce episodios de 25 minutos componen la segunda temporada de Pequeñas coincidencias, que está disponible en Prime Video desde el 15 de enero de 2020. Una vez superados los escollos que encontraron en su camino Javier y Marta para encontrarse, toca empezar a pensar qué viene después del amor incondicional y las promesas.

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Así, la serie trata de deconstruir la típica comedia romántica... aunque en el fondo es una comedia romántica típica: celos, cuernos y una disección de todo lo que conllevan las relaciones amorosas en lo que atañe a madurez, compromiso, pensar en crear un hogar y una familia. Esto es algo que se reitera una y otra vez en boca de los propios personajes, así que, si consumes la serie en forma de maratón, es probable que te parezca repetitiva.

Todo comienza cuando Javier y Marta empiezan a pensar en tener por fin hijos y se plantean vivir juntos. Ninguno de los dos quiere caer en la rutina o la monotonía, pero están de acuerdo en que es necesario cierto equilibrio y estabilidad antes de tener hijos. 

De modo que acuden a una clínica de reproducción, en la que conocen a un médico al que tratan como un psicólogo de terapia de parejas... Para más INRI, se encapricha de Marta y empieza a enredar lastrando la ya de por sí complicada relación de la pareja.

Lo primero que hay que decir dePequeñas coincidencias 2 es que le sienta bien el cambio de formato: episodios más cortos, casan mejor con el género del humor. Parece que el azar queda un poco relegado a un segundo plano, si bien los hijos imaginarios de Javier y Marta siguen apareciéndose ante ellos y guiando sus pasos.

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Pequeñas coincidencias 2 - Galería de imágenes (4 imágenes)

Uno de los grandes problemas de esta nueva tanda de episodios de Pequeñas coincidencias es que, en lo que a argumento se refiere, tiene poco que aportar. El guión es muy pobre y las tramas de los secundarios, prácticamente prescindibles. El humor en este sentido sale bastante tocado y la ambientación y la naturaleza de los conflictos que se plantean, está bastante trasnochado. Si la primera parte tenía un toque a comedia noventera que le sentaba bien (un poco rollo 7 vidas), esta segunda se percibe más bien como rancia y obsoleta. La guerra de sexos resulta cansina y los personajes arquetípicos son decepcionantes.

Los cameos en esta ocasión tampoco es que sean ninguna maravilla: Cristina Pedroche ejerciendo de foodie instagramer (prácticamente el mismo papel de petarda que ya le dieron en Sin rodeos), Adrián Lastra como exmister España entregado al poliamor o Jesús Vidal (Campeones) en un rol final inesperado del que mejor no hablamos demasiado para no desvelar nada de la trama, son los principales fichajes entre los que también se cuelan el bailarín Víctor Ullate, Sabrina Praga y Marta Santandreu.

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Por su parte Ramón Langa y Fele Martínez tienen ambos bastante presencia en la serie. El primero como el padre de Javi y Nacho y el segundo como el ya anunciado médico salido que persigue a Marta, probablemente el rol menos agradecido de esta nueva tanda de episodios. María Barranco también hace acto de presencia en varios capítulos, dándole al personaje de Mariano Peña más vidilla.

En resumidas cuentas, Pequeñas coincidencias intenta hacer algo nuevo estirando a los personajes, pero no le sale del todo bien. En muchas ocasiones da la sensación de que los personajes dan vueltas en círculo y de que su comportamiento es muy infantiloide. Así que puede que solo sepan apreciarla los amantes de la comedia romántica pura y dura, con la que comparte todos los códigos archiconocidos.