Crítica de Para toda la humanidad 4x01 - Glasnost continúa la gran epopeya espacial de Apple TV+

No hay ninguna otra serie en emisión que vaya a hacerte sentir más pequeñito e insignificante: Para toda la humanidad (For all Mankind) regresa a la parrilla televisiva que nos propone esta semana Apple TV+ con una cuarta temporada en la que el conjunto de la sociedad va a tener que enfrentarse a nuevos retos tecnológicos y sociales.

Como es marca de la casa, la emisión arranca con un breve resumen de la temporada anterior, cuyo final fue, en pocas palabras, tremendo, y a continuación por medio de un barrido de los medios de comunicación internacionales somos testigos del paso del tiempo y de las cosas que han sucedido en el lapso de tiempo que nos emplaza a 2003 para que arranque la acción como tal.

Nos movemos ocho años adelante, viendo muchos cambios. Así, somos testigos del impulso de la decisión de la presidenta Ellen Wilson de comunicar públicamente su condición sexual y abogar por leyes como el matrimonio entre personas del mismo sexo y de los sucesivos mandatos tras el suyo que nos llevan a una era de entendimiento entre Estados Unidos y Rusia sin precedentes.

Margo Madison, por su parte, sigue los progresos y las desventuras de las misiones conjuntas desde su exilio, permanentemente vigilada... hasta que un día es contactada por una misteriosa mujer... 

En lo respectivo a la Luna, se busca mano de obra para las cuencas mineras y hay ya una explotación comercial de las instalaciones permanentes mientras que la colonización espacial sigue en Marte con el propósito de amarrar un asteroide para hacerlo orbitar alrededor del planeta y poder avanzar en el autoabastecimiento extrayendo de él recursos materiales y mineros de gran valor.

Pero las tensiones latentes entre los residentes de la base internacional de Happy Valley, en continua expansión, amenazan con destruir todo aquello por lo que están trabajando poniendo en riesgo el futuro del proyecto y los posibles avances a alcanzar que pueden ser tan beneficiosos para Marte como para la Tierra.

Nada es casual en esta ucronía que no solo nos está dando que pensar sobre la propia lógica interna del devenir de los hechos en su propia línea temporal, sino que nos ayuda a comprender qué factores son los que hacen que los acontecimientos se desarrollen en una determinada dirección. Hasta a veces nos hace suspirar pensando en el tiempo que hemos tardado en llegar a determinados logros.

Y eso nos lleva a pensar sobre nuestra sociedad hoy: los bloques geopolíticos que controlan el tablero mundial, lo importante que es cómo se distribuyen los recursos y en qué se emplean, cómo la tecnología y los adelantos científicos nos impulsan como individuos y como colectivo, etc. En resumen, Para toda la humanidad sigue siendo una serie intelectualmente estimulante, atrevida y original.

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Imágenes de Para toda la humanidad temporada 4 (6 imágenes)

En este primer episodio recolocamos las fichas, tenemos anclajes con personajes muy queridos por la audiencia a los que llevamos siguiendo desde el primer episodio, pero también nuevos rostros que abren tramas distintas y con los que tenemos que irnos familiarizando.

El pulso narrativo es correcto, aunque emocionalmente este Glasnost resulta algo más frío de lo esperado.

Y es que, la clave de la fortaleza de Para toda la humanidad  y la razón de que sea eficiente a la hora de quitarnos el aliento ha sido siempre la forma en la que se han vinculado las grandes tramas de conquistas espaciales con los dramas y anhelos íntimos de los protagonistas implicados. Ahí es donde la serie necesita hacerse fuerte para que esta cuarta temporada alce el vuelo.

Esto es algo que comprobaremos en las próximas semanas, dado que esta temporada 4 vuelve a estar compuesta por 10 episodios de una hora de duración que se irán lanzando a razón de uno por semana, cada viernes, hasta completar la emisión el próximo 12 de enero de 2024.

De momento, lo guiones de Ronald D. Moore, Matt Wolpert y Ben Nedivi nos tienen a bordo de una ficción especulativa que tiene aún mucho con lo que sorprendernos. Entre tanto os ofrecemos una exclusiva entrevista con Garrett Reisman, exastronauta de la NASA y asesor de la serie, cuya verosimilitud es demencial. 

No lo hemos señalado antes porque no hay variaciones respecto a las temporadas precedentes, pero todos los apartados técnicos y humanos son sobresalientes: escenografía, banda sonora, maquillaje y peluquería de los personajes envejecidos, efectos visuales... Así que siempre es una buena recomendación engancharse a ella: tiene cosas que contar y reflexiones a las que lanzarnos.