Crítica de Trigger Point: Fuera de control capítulos 1 y 2 - Acción explosiva con poca mecha

Antes de ver el primer episodio de Trigger Point, que se estrenó en Movistar Plus+ el pasado 13 de junio, reconozco la valentía de la serie. Los atentados del 7 de julio de 2005 en el metro de Londres son relativamente recientes, y esta ficción tiene elementos que recuerdan aquellos momentos dolorosos. 

También hace que sintamos la amenaza como algo mucho más real. 

Trigger Point comienza con una secuencia muy tensa. Seguimos a un equipo de artificieros de la policía en una emergencia; un aviso de bomba en un piso de los suburbios al Oeste de la ciudad. 

La cámara al hombro y los planos cortos, con un montaje rápido, le dan una sensación de "realismo" que recuerda a lo que vimos en Black Hawk Derribado (Ridley Scott) o en el famoso desembarco de Salvar al soldado Ryan (Spielberg). Pero no os vengáis muy arriba, porque las similitudes acaban ahí.

El equipo se despliega sobre el terreno, la música se detiene, y en ese momento comienza el desastre. Los expertos en explosivos no siguen el protocolo, los miembros de operaciones especiales que sirven como escolta realiza las señas básicas para moverse en silencio... y entonces se cruzan con otro agente que va diciendo "por aquí" en voz alta a un grupo de civiles. 

Hasta los francotiradores abandonan el blanco y apuntan al interlocutor en medio de una conversación por radio.

Nos cruzamos con tantos errores y roturas del protocolo que cualquier ilusión de una situación real se desvanece. Pero esto es una crítica de Trigger Point Fuera de control, no una lista con sus principales fallos. ¿Se puede disfrutar de la serie pasando por alto todas las concesiones que hace?

Desde luego, yo no soy su público, Se puede hacer una estupenda película sobre artificieros, Kathryn Bigelow lo bordó con En Tierra Hostil (The Hurt Locker, 2008), una de las películas que inspiraron Call of Duty Modern Warfare. pero este no es el caso. Parece más bien que nos encontramos con una "excusa" para desarrollar las relaciones entre sus protagonistas.

En este sentido, Lana Washington (la oficial a la que interpreta Vicky MacClure) sí resulta muy interesante. Es un personaje que se debate entre el deber y sus implicaciones personales, y resulta muy convincente en su papel. 

Hay que aplaudir que no se caiga en los tópicos. Es una mujer dura -su posición lo requiere- pero capaz de mostrar vulnerabilidades. Y sobre todo, demuestra encontrarse fuera de lugar ante las situaciones que se despliegan tras el primer capítulo. 

MacClure brilla allá donde otros personajes resultan poco creíbles. Y por fortuna, la agente Lana tampoco es una nueva versión de Holmes, como Gil Grissom (CSI) o el propio doctor House. Sus dudas son las mismas que tiene el espectador.

En cuanto al aspecto sentimental, que se insinúa en estos dos primeros episodios, aún es pronto para saber si añadirá una capa más al personaje o lo estropeará. Pero me permito adelantaros que las pocas conversaciones en este tono que ofrece la serie son bochornosas.

En un segundo nivel, en el del puro entretenimiento, Trigger Point funciona mucho mejor. El arco argumental va volviéndose más complejo, jugando con el espectador para que tengamos una serie de pistas y vayamos elaborando nuestra propia teoría.

Desde el principio se barajan las posibilidades de atentados islamistas, grupos supremacistas o incluso alguien que trabaje "desde dentro"... a veces los indicios son sutiles, y en otras ocasiones la serie es más torpe para demostrar que hay gato encerrado.

Pero en general, consigue lo que se propone, que es mantener al espectador pegado a la pantalla, gracias a un ritmo ágil y un perfecto uso del "cliffhanger" al final de cada episodio. 

Por último me quiero detener en los aspectos técnicos. Por momentos, Trigger Point parece una serie de otra época: es correcta en su ejecución, pero no consigue transmitir la tensión que requieren algunas situaciones. 

Jennie Darnell, una de las directoras de la serie junto con Gilles Bannier, ha recuperado a gran parte del elenco de Line of Duty (una serie policiaca de la BBC que ya alcanza la sexta temporada) pero no recupera la verosimilitud de aquella. 

Quizá es demasiado pronto para emitir un juicio sobre Fuera de control (la primera temporada consta de 6 capítulos), pero el arranque nos ha resultado decepcionante, en particular cuando venía precedida en su descripción de "un detalle y un nivel de veracidad pocas veces visto en televisión". 

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