Nadie conoce la fórmula del éxito para una producción audiovisual, tenga el formato que tenga. Unorthodox ha sido una sorpresa incluso para Netflix, como lo atestigua el hecho de que llegara a la plataforma de streaming sin que hubiera habido screeners previos para la prensa o anuncio oficial de la miniserie, compuesta por cuatro episodios de cerca de una hora.
En ellos nos presentan a Esther Shapiro, Esty, en un momento crítico en su vida. En pleno sabbat decide abandonar la comunidad judía ultraortodoxa Satmar Hasidim en la que se ha criado desde que su madre fuera apartada de ella.
A Esty se le impuso un matrimonio concertado un año atrás y, tras ver cómo ciertos problemas lejos de resolverse se iban agravando, decide mirar un poco más allá para abrirse a nuevas realidades.
Con este fin se desplaza a Berlín, donde reside su madre, si bien en lugar de acudir a ella desde el principio trata de abrirse camino por sí misma, aplicando para recibir una beca en el conservatorio que le permita desarrollar una carrera musical.
"Unorthodox" significa literalmente heterodoxo, anormal, aberrante y tiene un componente de perversión de la norma. Esto se debe a que Esty, de hecho, cruza la línea para salirse del rebaño y dejarse llevar para comprobar por sí misma si los límites que le han impuesto desde niña existen.
Así, comprobará por sí misma que la carne de cerdo no le provoca el vómito, que mostrar el cabello no la convierte en una mujer impura y que desarrollar su talento musical en público no es sinónimo de ser una seductora.
La miniserie se mueve en dos planos temporales distintos: el presente, en el que llega a Berlín y conoce a los integrantes de una banda de música y el pasado en el que vemos sus condiciones de vida previas y los ritos en los que se ve envuelta y que pasan por una feroz represión.
Tanto es así que cuando afloran problemas íntimos en la pareja, ella es inmediatamente culpabilizada y juzgada como inválida para tener hijos, una de las mayores afrentas a las que se puede enfrentar una mujer en el seno de la comunidad ultraortodoxa, dado que su principal finalidad es la de la reproducción como deber divino y mandamiento principal de la Torá.
En este sentido, Unorthodox es un relato con un gran valor antropológico, porque muestra las entrañas de una sociedad para muchos desconocida a pesar de estar radicada en pleno corazón de Nueva York, en el barrio de Williamsburg.
En la línea temporal del presente además se agregan otros conflictos que, si bien sirven para mostrar las contradicciones de dicha sociedad, hacen que la narración flojee en ciertos momentos. Nos referimos a todo lo que atañe a Moishe y su adicción al juego.
Es una estrategia más para mostrar el trato desigual a hombres y mujeres (que se refleja en cada gesto desde el comienzo), pero también agrega ciertas notas de violencia que le restan verosimilitud a la historia que, recordemos, está inspirada en la biografía de Deborah Feldman titulada "Unorthodox: The Scandalous Rejection of My Hasidic Roots". Y, en realidad no aporta mucho más que no hubiera quedado patente con el alcoholismo del padre de Esty.
Si hay algo digno de elogio en Unorthodox es la excelente interpretación de Shira Haas (La casa de la esperanza), contenida pero a la vez muy emocionante. Consigue que el espectador (re)descubra el mundo a través de sus ojos.
Cosas tan cotidianas para una mujer como vestirse, pintarse los labios o recibir una formación sin sensación de culpabilidad, son para su personaje un verdadero tesoro: los componentes básicos de la libertad de la que no gozaba con anterioridad. Recuperar el derecho así a equivocarse y a tomar sus propias decisiones sin imposiciones es su mayor aspiración y se nos traslada como un ejemplo de superación maravilloso porque la obliga a integrarse en un nuevo universo de forma constante.
Pero también tiene una contrapartida: nos sirve como reflexión sobre el mundo libre en el que vivimos en el aún perduran ciertos tabúes pero que a menudo no valoramos como se merece (la situación excepcional en la que nos encontramos, sin ir más lejos, en la que se han recortado algunas de nuestras libertades nos ha ayudado a poner también los pies sobre la tierra).
Unorthodox funciona mucho mejor como drama inspirador que como thriller de persecución pero es, desde luego, una miniserie recomendada para quienes necesiten valorar lo que tienen y, de paso, quieran recalar en un mundo que le será ajeno pero que sigue existiendo a día de hoy, anclado en el pasado y confinado, por propia voluntad, en sus preceptos.
VALORACIÓN:
Unorthodox ha sido un éxito inesperado en Netflix: una serie que lleva desde su estreno cómodamente en el Top 10 de la plataforma y que con su discurso aperturista y su historia de superación personal ha sabido meterse en el bolsillo a la audiencia.LO MEJOR:
La interpretación, contenida pero muy emocionante, deShira Haas, que nos permite realizar todo un viaje emocional de descubrimiento con ella.LO PEOR:
A pesar de estar bien estructurada en 4 episodios los pasajes centrados en Moishe y su adición al juego son mucho menos interesantes que los de ella.77
Bueno
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