Como cada domingo, estamos de vuelta con un nuevo análisis de Dragon Ball Z, y en esta ocasión nos zambullimos en el capítulo 65 de la serie, donde la acción la protagonizarán Gohan y Recoome. ¡Menudo combate nos espera!
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Eso sí, este episodio no está exento de relleno, tal y como veréis al final del reportaje, hecho que lastra lo que podría haber sido un capítulo sobresaliente. En cualquier caso, vamos a disfrutarlo... ¡Empezamos!
El capítulo arranca con un Son Gohan lleno de valor, que no duda en enfrentarse a Recoome con todas sus fuerzas. Tanto Krilín como Vegeta están fuera de combate, así que solo queda él en pie para hacerle frente y ganar tiempo hasta la llegada de su padre. Pese a su gran Masenko, Gohan no es rival para Recoome y poco a poco comprobamos cómo va ganando terreno, y es que el miembro de las Fuerzas Ginyu está jugando con él. ¡Hasta le devuelve una ráfaga de energía con un soplido!
Aunque claro, jugar demasiado se puede hacer aburrido, y Recoome no se achanta cuando tiene que dar caña, pese a que se trate de solo un niño. Este golpe directo al cuello de Gohan duele verlo. Mientras tanto, Freezer está más feliz que nunca al haber conseguido todas las bolas de dragón. De hecho, no se lo piensa dos veces y pide su deseo, pero...
¡No ocurre nada! ¡Freezer no obtiene la inmortalidad! Entonces, el tirano recuerda que cuando se hizo con la segunda bola de dragón, un namekiano le advirtió que aunque consiguiera las siete, no podría cumplir su deseo. Ante la situación, Freezer intenta encontrar algún namekiano con vida en el planeta, con la intención de obtener la fórmula para pedir su deseo, ¡y localiza la casa del Gran Anciano!
En ese momento, Freezer le ordena a Ginyu que se quede cuidando de las bolas de dragón mientras se marcha a buscar respuestas. Al instante, Nail se percata de la amenaza que se cierne sobre el Gran Anciano y decide volver con él, dejando a los terrícolas que se están enfrentando a Recoome a su suerte.
¡Análisis del episodio anterior, el primer sobresaliente de Dragon Ball Z!
Y justamente ahí nos catapulta el episodio, al terrible combate que Gohan está librando. Pese a un último aliento de energía, el pequeño no puede con su rival, y Recoome no tarda en dejarlo hecho unos zorros con un par de golpes secos. Esto no pinta nada bien...
Y efectivamente, se cumplen los peores presagios. Gohan empieza a vomitar sangre, y moribundo, se lanza hacia su rival mientras balbucea que es el hijo del gran Son Goku. Pese a su valor, Recoome decide cortar por lo sano y le discola el cuello con una bestial patada. Toda esta escena es tremenda, dirigida con maestría, donde los silencios cobran máxima importancia y el sonido del viento namekiano se antoja un nexo directo hacia la muerte.
Este silencio, que te dejará el vello de punta, se funde con la llegada de Son Goku al planeta Namek, el cual acaba de aterrizar en el planeta con uno de los semblantes más serios que se le recuerdan. Goku, ahora te toca a ti.
¡CURIOSIDADES!
1- Ginyu la brinda a Freezer la danza de la alegría, para celebrar que el tirano galáctico está a punto de cumplir su deseo.
2- El episodio introduce cierto relleno que saca al espectador de la trama principal. A veces el relleno es bueno, pero en esta ocasión es malísimo, con Chichí despegando una segunda nave espacial del Dr. Brief para viajar a Namek y ayudar a Gohan, pues presiente que está en apuros. Ridículo.
3- Recoome nos brinda una nueva técnica en este episodio, el Recoome Bomber, una ráfaga de energía que no deja respirar a Son Gohan.
4- El nivel de Gohan ha incrementado sobremanera en los últimos compases de la serie, y al lanzar el Masenko alcanza un total de 20.000 unidades de combate.
¿Qué os ha parecido este dramático episodio de Dragon Ball Z? ¿Lo recordabas así o te esperabas otra cosa? Mañana regresaremos con una nueva entrega Z en Hobby Consolas. ¡Kai, Kai!
VALORACIÓN:
Tan solo por los 8 minutos finales este episodio se merece rozar el sobresaliente. Impresionante la escena del KO de Gohan, donde Recoome le disloca el cuello de una patada, dejándolo en el umbral de la muerte. La dirección de este momento es magistral, transmitiendo toda la crudeza de la situación con nota. Lo peor, el relleno de Chichí, ridículo.LO MEJOR:
La escena final en la que Recoome disloca el cuello a Gohan. La escena final en la que Recoome disloca el cuello a Gohan. Lo repetiríamos 100 veces.LO PEOR:
El relleno que se incrusta con calzador, totalmente ridículo, con Chichí despegando una nave espacial para ayudar a Gohan en Namek. Qué mal todo.89
Muy bueno
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