Expediente X temporada 11 - Crítica de 11x01 "Mi lucha III"

La décima temporada de Expediente X que nos devolvía a los míticos Fox Mulder y Dana Scully, nos dejó pendiendo de un hilo para saber el destino de esta última y, todo sea dicho de paso, recibió críticas irregulares debido a que daba la sensación de haber perdido el norte por completo. Las críticas entonaban la palabra "decepción" de forma masiva para referirse al show y especialmente a su paupérrima resolución con el episodio "My Struggle II" ("Mi lucha II").

Vista ahora en retrospectiva, la temporada 10 no era particularmente brillante ni memorable, aunque le devolvió a los fans algo de ese amor por los primeros episodios autoconclusivos: donde se estrellaba era en la trama global (otra vez) y en un tono quizás demasiado liviano que le restaba enteros en el terreno del drama familiar que pretendía desarrollar de forma bastante torpona.

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El caso es que ya está aquí la temporada 11 deExpediente X, a priori la última de Gillian Anderson y, por tanto, se entiende que la última, última. ¿No? Ejem... veremos, las audiencias mandan. El creador de la serie, Chris Carter, ha hablado sobre el adiós de Anderson y lo que significará para el futuro: "Para mí, la serie siempre ha sido Mulder y Scully. Así que la idea de hacer el espectáculo sin ella no es algo que haya tenido en cuenta alguna vez. ¿Se le dio un adiós adecuado a su personaje? Creo que necesitaréis sentaros y ver el final de la serie con mucho cuidado".

Imagino que si ya teníais ganas de ver el episodio 11x01 "My Struggle III" ("Mi lucha III") ahora ya estaréis deseando consumir a toda velocidad no solo éste sino los 10 que componen la temporada. Y más si os cuento cómo arranca... 

¡CUIDADO, SPOILERS! En un intento, por una parte, de fidelizar a una nueva audiencia y por otra de refrescarnos la memoria, Expediente X comienza siendo muy explicativa y resolviendo de forma salomónica la situación que nos dejaba expectantes: contándonos que lo visto eran visiones anticipatorias de Dana (olé). Hay constantes recordatorios de lo sucedido hasta ahora (incluso aspectos y datos tan importantes que son imposibles de olvidar) que agradecerán los descolgados y nuevos televidentes y les parecerán obvios hasta la náusea a los espectadores más informados y los megafans de culto de la serie de Fox.

Chris Carter escribe y dirige un episodio que huele a búsqueda de redención y reencuentro con el público de modo tal que parece "retractarse" un tanto de lo visto con anterioridad y trata de hermanarse más con la serie original. Y esto es un problema: lo que narrativamente funcionaba en los 90 ahora no lo hace ni de lejos. Ni el ritmo, ni el diseño de producción ni mucho menos la historia, están a la altura de la actualización que se pretende. Todo está tan manoseado y obsoleto (esa historia de amor imposible, esa gran conspiración que hay que multiplicar por dos para que se perciba como amenaza, esa maldad intrínseca de El fumador que tiene tanta necesidad de compartir) que no hay por dónde cogerlo. 

No es solo que el forzado enrevesamiento de la trama pase por algo tan abyecto y retorcido como la inseminación de Scully... lo que convierte a El fumador en el padre biológico de William sino que hay momentos que realmente parecen ridículos, como ese en el que Mulder sospecha de Skinner porque "apesta a tabaco" (increíble la simpleza y vagancia de los diálogos) o el viaje de ida y vuelta de Dana al hospital porque sí, porque es el alma doliente de la serie desde el principio de los tiempos.

"Esto va a acabar mal" dice El fumador, y lo mismo tenemos que darle la razón porque esto ya no tiene pies ni cabeza: ni los planes de Carl Gearhart Busch Spender, al que por fin podemos poner nombre completo tras conocer sus iniciales en “Two Fathers” (6x11); ni sus absurdas y reveladoras charlas adoctrinadoras con Monica Reyes; ni la forma en la que Mulder y sus perseguidores de la élite que pretende salvar a un grupo de elegidos enviándolos a colonias extraterrestres son capaces de cruzar tres estados en un abrir y cerrar de ojos. Para colmo de males, esa voz en off de Mulder para guiarnos en el proceso, hacen que se perciba un auténtico "horror vacui" auditivo.

En resumen, Expediente X ha regresado con ganas de intrigar a los fans, aunque se haya pasado de vueltas a la hora de arrojarles información a toda velocidad. Tira de recursos facilones cuando quiere mostrar acción (tanta persecución ¿para qué?) y maltrata bastante a la pobre Scully, eterna sufridora del show. No es quizás el mejor inicio de temporada del mundo, pero sí que consigue dar la sensación de que se quiere dar un giro y abrir un arco argumental más consistente, lo cual ya es un indicativo de que esto podría empezar a ponerse interesante por fin, dejando de dar vueltas en círculo... O eso es quizás lo que quiero creer.

¿Cuáles ha sido vuestras sensaciones viendo el episodio? ¿Os ha dejado sorprendidos?