Reseña de Batman contra Depredador, el clásico crossover a muerte

Hoy traemos uno de los crossovers más apasionantes del mundo del cómic. Nos referimos al tomo recientemente editado por ECC ediciones de Batman contra Depredador. O, como es más conocido en todo el mundo, Batman versus Predator. La presente edición que nos disponemos a analizar contiene las tres mini-series originales que enfrentó al Señor de la Noche con la especie de los más letales cazadores galácticos. Y este tomo, por cierto, nos viene que ni al pelo con la proximidad de la nueva película de Predator.

El primer duelo, el primer Batman versus Predator, es una lectura clásica, firmada por Dave Gibbons (Watchmen) y Andy Kubert (Antes de Watchmen: Búho Nocturno, Marvel 1602). El segundo, Batman contra Depredator II: Combate sangriento, es obra de Doug Moench(antología de Batman Vampiro) y Paul Gulacy (Star Wars: Imperio Carmesí). Mientras que el tercer y último round, Batman contra Depredator III: Lazos de sangre, se lo debemos a Chuck Dixon (The Punisher) y Rodolfo Damaggio (cómic de Star Wars: La Amenaza Fantasma). 

Esto supone la reunión de un equipo creativo, cuyo fin es el de situar en el mismo ruedo a dos de los grandes cazadores de la ficción. Por parte del mundo del cómic, Batman defiende su título como mayor depredador de las calles del Universo DC. En tanto, el Predator se erige como el cazador más eficiente y letal que jamás el cine nos ha brindado.

De este momento, el cómic parte de la misma premisa de los grandes crossover auspiciados por obras como Superman vs. Spider-man o Superman contra Muhammad Ali. Y de esta misma manera nos hace preguntarnos cuál es la bestia más peligrosa, ¿el yautja o el murciélago?

La respuesta la tendremos en Batman contra Depredador. Pero antes, hablemos un poquito de este volumen y por qué debéis leerlo, y qué podéis esperar de él. 

Duelo de titanes

Podemos arrancar diciendo que la colección de las tres series de Batman contra Depredador forman una de las obras más brillantes de la década de los años 90. Toda la antología al completo es una muestra de lo mejor del cómic "comercial" de su momento, presentando una historia al margen de los canones y de las lineas oficiales del cómic y del cine. Se trata de un cómic con su propia cronología y sus reglas, que se disfruta enormemente. Sobre todo si no te importa que tenga no siente base de cara a películas o a las series regulares.

Dicho esto, hemos de entender que Batman vs. Predator tiene ese espíritu de combate de boxeo, o, si nos permitís, de wrestling. Esto es, todos sabemos que está "amañado" y más o menos intuimos cómo va a acabar la cosa y quién va a salir victorioso, pero nos da igual. Vamos con nuestras palomitas, camisetas y pancartas a animar a nuestro luchador favorito, independientemente de que el resultado sea algo que "está cantado". Lo que nos importa es el espectáculo.

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Y en, esta línea, el cómic cumple lo que promete. Tenemos a un Batman que es puesto contra las cuerdas, no una, sino tres veces, y vemos cómo tanto él como su(s) rival(es) saca(n) lo mejor de sí mismo(s). De esta forma, vemos tanto al Caballero Oscuro como al Predator puestos al límite, en una enzarzada lucha en donde ambos van aprendiendo los trucos del otro, en una historia que nos gustaría decir que va creciendo. Desgraciadamente, no es así, sino que decae a pesar de todo el entretenimiento que brinda. 

Si bien las tres historias molan, realmente tan solo el duelo original de Batman vs. Predator es en el que encontramos tanto un guión extensamente elaborado como un nivel artístico de primer nivel. A medida que entramos en la segunda parte, esto se pierde en favor de un estilo mucho más gore y gratuito, y aunque la tercera parte trata de remontar, no llega a ser tan brillante como el duelo original. 

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Galería de Batman versus Predator (5 imágenes)

Con todo, hemos de tener presente que estas tres mini-series tienen un valor añadido, el de mostrarnos la evolución artística y narrativa del cómic de superhéroes durante la década de los 90. Así, en primera instancia, la primera historia muestra una intensa influencia de las reglas narrativas, estéticas y argumentales de los años 80. La distribución de viñetas, las composiciones de planos e incluso los tiempos, son propios de la década anterior. 

En contraste, Batman contra Depredator II: Combate sangriento, es una obra eminentemente noventera. Con abuso de splash-pages, primeros planos y superheroinas escotadas. También hay cierto hieratismo en la anatomía de los personajes y las expresiones a veces parecen estar congeladas. Como decimos, una convención propia de mediados de su década. 

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Finalmente, la tercera parte ya muestra recursos propios de los 2000, en un estadio aún primitivo, con composiciones de planos más elaboradas, lo cual permite una acción más dinámica y un ritmo más ágil. También la flexibilidad de los cuerpos y la tendencia hacia el realismo estético está muy presente, señalando la tónica dominante en los siguientes años en los cómics. 

Resumiendo. Batman contra Depredador es un cómic muy completo. Lo recomendamos tanto a fans de Batman como de la serie de películas de Predator. Tiene algunas pegas, defectos propios de su época, pero resulta tremendamente entretenido. Además, como os sugerimos, tiene cierto valor didáctico innato, que os ayudará a entender la evolución del cómic hace veinte años. 

Batman contra Depredador es un tomo completo y autoconclusivo de 416 páginas a todo color. Incluye las portadas originales, comentarios de los autores y de los editores. Sus 36,50 euros de precios bien lo valen.