Robo Recall Unplugged, análisis de la versión para Oculus Quest del éxito de PC

En 2017, Robo Recall fue el juego que se regaló, durante un tiempo limitado, a todos los compradores de los mandos Touch Controller, con los que la capacidad de inmersión de la realidad virtual se dispara. Un divertido shooter en primera persona que, al estilo Blade Runner, nos convierte en un "retirador" de androides defectuosos.

"Retirador" es un eufemismo, porque realmente despedazamos, reventamos y disparamos de todas las formas que puedas imaginar a los androides, ya sea con nuestras manos, arrancando todas y cada una de sus extremidades, a coger al vuelo las balas que nos disparan para devolvérselas, tirarlos por los aires y freirlos a disparos antes de que caigan... En el trailer de abajo, de la versión de PC, podéis verlo para haceros una idea... 

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Desde el pasado 21 de mayo, el juego también está disponible para Oculus Quest, el sorprendente visor autónomo de Oculus, bajo el título Robo Recall Unplugged, una clara alusión al visor, que prescinde de cualquier tipo de cables. Pero, desde el primer día, las dudas estaban ahí: ¿hasta qué punto será una versión recortada? El juego de PC, como muchos títulos de Epic Games, aprovechan las tarjetas gráficas y tecnologías más punteras para dar el do de pecho en la parcela visual... y Robo Recall no fue una excepción.

Por su parte, Oculus Quest cuenta con un SOC Snapdragon 835, de principios de 2017, lo que apuntaba a que gráficamente no iba a poder estar a la par... algo que efectivamente sucede, pero que como vamos a ver más adelante, tampoco echa el juego por tierra.

Robo Recall Unplugged ofrece exactamente el mismo contenido que el juego de PC: 9 niveles repartidos por 3 zonas distintas, en los que debemos acabar con todo tipo de androides (arácnidos, voladores, humanoides armados (o no), jefes finales...), distintos tipos de armas (pistolas, escopetas... etc.), a ser posible de las maneras más creativas para conseguir buenas puntuaciones

El juego mantiene su sistema de puntuación y estrellas, lo que nos permite desbloquear mejores armas y mejoras para éstas (miras láser, cargadores más grandes...), lo que nos invita a repetir las misiones para conseguir todas las estrellas posibles, lo que desbloquea la versión "All-Star", más difícil, del nivel.

De nuevo, Robo Recall Unplugged nos invita a ser creativos para conseguir las mejores puntuaciones posibiles: combos de bajas, despedazamientos, usar una extremidad arrancada para golpear a otros androides, lanzar al aire un androide y reventarlo a tiros antes de que caiga... Todo, mientras además, cumplimos retos y tareas de todo tipo, como destruir el mayor número de androides posible en dos minutos (o hacerlo sin usar nuestras propias armas), arrojarlos a una especie de rayo succionador, defender una posición...  

El control y las mecánicas son idénticas en Oculus Quest, y así podemos teletransportarnos con el stick de un mando para salir de los tiroteos, acercarnos más a los androides o sencillamente buscar un punto desde el que disparar más cómodos (o incluso girar el stick para decidir la dirección en la que miraremos tras definir el punto al que queremos saltar). Es una mecánica que, además, elimina de un plumazo los mareos.

Por su parte, gracias a los Touch Controller de Oculus Quest, podemos realizar numerosos gestos y acciones: si nos llevamos las manos a los lados de las piernas podremos coger las pistolas de sus fundas (si las tiramos, reaparecen ahí a los pocos segundos). Si echamos mano a los hombros, podemos coger el arma secundaria, como sendas escopetas). Y por supuesto, si cogemos a un androide, podemos tirarlo por los aires, simular el gesto de arrancar sus brazos y piernas...

El problema es que relativamente pronto, estas acciones se vuelven repetitivas, dado que de un modo u otro están presentes en casi todos los niveles (bueno, el tercer nivel de cada zona es un jefe final, que tampoco es el paradigma de la variación).

Pero, aunque sea repetitivo y la sorpresa inicial se diluya relativamente rápido, Robo Recall Unplugged no deja de ser un juego entretenido, al que se puede volver en sesiones cortas para intentar superar nuestras propias marcas o ascender en el ránking online. Además, la detección de los mandos, como ya dijimos en nuestro análisis de Oculus Quest, funciona realmente bien, que es uno de los pilares básicos para que un juego de realidad virtual funcione y sea divertido.

Ahora bien, ¿hasta que punto son graves los recortes? Pues lo cierto es que si has visto la versión de PC con un equipo competente, los recortes son bastante evidentes: no hay reflejos por ninguna parte, se ha perdido detalle en las texturas, los modelos de los androides tienen menos polígonos y detalle, los disparos y partículas son menos vistosos, las sombras... se nota el "hachazo".

Pero si no has tenido nunca contacto con el juego de PC, te parecerá un título "resultón", con buenos gráficos (para el dispositivo del que estamos hablando), que están en sintonía con otros de los títulos vistos en Oculus, como Vader Immortal pero que, sobre todo, funciona sin problema: no hay petardeos, es muy fluido, los mandos no fallan... vamos, que cumple sin comprometer lo importante, la jugabilidad.

Además, si tienes la versión de PC, automáticamente tienes la versión Unplugged, por lo que te ahorrarás los 29,99 euros que cuesta. Eso sí: el juego está doblado... pero en español neutro, pero lo que es peor es que los los androides tienden a repetir sus chanzas (como el Klaatu Barada Nikto de la tercera parte de Posesión Infernal) demasiado a menudo.

Aun con todo, si buscas acción desenfrenada de la buena, Robo Recall Unplugged es, probablemente, uno de los mejores juegos que ofrece el visor autónomo en estos momentos... que no es poco en su creciente catálogo de títulos disponibles.