The Surge - Análisis del souls-like para PS4, Xbox one y PC

Con la saga Souls (y el primo Bloodborne), FromSoftware prácticamente ha creado un género nuevo, y uno que está en estos momentos en la cresta de la ola. Buena prueba de ello es la ingente cantidad de imitadores (también conocidos como 'souls-like') que han llegado o están por llegar, copiando a pies juntillas los aspectos clave: elementos RPG, sistema de combate profundo, un nivel de desafío exigente y unos jefes capaces de destruir nuestros sueños e ilusiones.

Uno de los casos más destacados fue Lords of the Fallen (2014), desarrollado por Deck 13, que pasó con más pena que gloria por PS4, Xbox One y PC.

Análisis de Lords of the Fallen

Pero este estudio alemán no se rinde y vuelve a probar suerte con The Surge para PS4, Xbox One y PC, juego que repite la misma fórmula pero cambiando la ambientación, y que llega para cumplir la fantasía de todos aquellos que alguna vez han soñado con un Dark Souls de estilo sci-fi. ¿Conseguirán, ahora sí, enamorar a los fans acérrimos de las obras de FromSoftware? Descubrámoslo en nuestro análisis de The Surge.

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Un mal día en el trabajo

Nuestro protagonista es un hombre paralítico que entra a formar parte de CREO, la mega corporación que mueve el cotarro en el mundo del mañana. Lo bueno es que todos los empleados tienen acceso a un exoesqueleto que otorga fuerza y velocidad sobrehumanas (y en el caso de nuestro héroe, la posibilidad de volver a caminar). Lo malo es que el resto de trabajadores han perdido todo atisbo de razón y le atacarán sin miramientos. De nosotros depende descubrir qué ha sucedido... a golpe de rodillo.

The Surge retoma algunas de las ideas que ya vimos en Lords of the Fallen y que no funcionaban nada mal, por ejemplo: cuanto más tiempo pasamos sin descansar en los centros médicos (lo que vendrían a ser las hogueras de Dark Souls), donde recuperamos los suministros de objetos curativos y utilizamos la experiencia adquirida para subir de nivel, más aumenta el multiplicador de experiencia. Es una mecánica que premia a los jugadores que arriesgan... Y que se paga caro si no somos cuidadosos.

Otra mecánica que regresa de Lords of the Fallen es la lucha contra el crono, y es que al morir, podemos regresar al punto donde descansa nuestro cadáver para recuperar toda la experiencia que habíamos acumulado hasta el momento... Si somos veloces. Porque al caer se activa una cuenta atrás, y si no llegamos hasta nuestro cuerpo lo suficientemente rápido, desaparecerá, y con él, nuestras ganancias. Como en LotF, encaja bastante bien dentro del desarrollo de The Surge, ya que consigue crear sensación de apremio y, sobre todo, agobio.

Pero no todo son elementos del pasado, The Surge también se atreve a introducir alguna vuelta de tuerca que, junto a la ambientación futurista, consigue que el juego de Deck 13 tenga personalidad propia. Fijaos en los combates, por ejemplo: como en todo souls-like, es importante esquivar y "leer" lo movimientos del rival para lanzar nuestro ataque, pues una embestida a lo loco no nos llevará demasiado lejos. Sin embargo, cuentan con un nuevo punto de profundidad: podemos realizar ataques horizontes y verticales. 

Bueno, podemos nosotros y pueden nuestros enemigos, lo que significa que también hay distintos tipos de bloqueo para evitarlos. Estos hace que los combates resulten frescos y muy entretenidos, pero también les da un nuevo enfoque táctico de lo más interesante. Porquue para conseguir nuevas armas en The Surge, no basta con acabar con los enemigos: hay que cercenar las las partes del cuerpo que nos interesen.

Se crea así un baile de pasos exigentes y ejecuciones brutales, siempre acompañado de una lluvia de sangre y que termina con brazos, piernas y torsos volando por lo aires. Con las piezas que recogemos de esta forma podemos crear nuevo equipo con el que mejorar nuestras armas y, más importante aún, nuestro exoesqueleto, dando lugar a combinaciones de lo más variopintas y molonas.

Pero a pesar de lo entretenido que resulta el sistema de combate, The Surge vuelve a pecar de los mismos errores que su hermano mayor: la variedad de enemigos es realmente baja y el diseño de los jefes finales es bastante irregular, con algunos muy originales y otros sin atisbo alguno de personalidad. Pero más preocupante aún es el diseño de niveles, área en la que -para qué engañarnos- ningún souls-like ha conseguido todavía superar a cualquier juego de FromSoftware. Los escenarios son bastante simplones y, si no fuera por la diversión que granjean los enfrentamientos, explorarlos sería un aburrimiento.