A finales de mayo de 2014 se anunciaba el abandono de Edgar Wright al frente de Ant-Man, película del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) que nos presentaba a un nuevo superhéroe en la plantilla. Ha llovido mucho desde entonces, pero no por ello deja de ser menos desconcertante.
En su momento, la razón que se dio de cara a la galería (la prensa internacional) fueron las diferencias creativas, pero si lo analizamos un poco es algo extraño. Edgar Wright se pasó ocho años trabajando en la adaptación de este personaje de Marvel junto a Joe Cornish, y lo abandonó justo en el instante en que iba a empezar el rodaje. Para los fans de todo el mundo fue un shock, nadie se lo esperaba.
Ahora, el director de películas como Zombies Party, Scott Pilgrim contra el mundo o la próxima a estrenarse Baby Driver, ha explicado las circunstancias que rodearon su abandono:
"Creo que la respuesta más diplomática es que quería hacer una película de Marvel, pero no creo que realmente quisieran hacer una película de Edgar Wright. Fue una decisión realmente desgarradora tener que abandonar después de haber trabajado en ella durante tanto tiempo, porque yo y Joe Cornish de alguna forma… es gracioso algunas personas dicen, ‘Oh, han estado trabajando en ella durante ocho años’ y era cierto, pero en ese tiempo había hecho tres películas por lo que no me sentí como si hubiera estado trabajando en ella a tiempo completo. Pero después de Bienvenidos al fin del mundo, trabajé en ella durante un año, iba a hacer la película.
Pero entonces yo era el escritor-director y luego ellos querían hacer un borrador sin mí, y después de haber escrito todas mis otras películas, es difícil seguir pensando que si hago una de estas películas me gustaría ser el escritor-director. De repente me convertí en un director de alquiler, que está un poco menos implicado emocionalmente y empecé a preguntarme por qué estaba ahí, de verdad".
Ant-Man fue dirigida por Peyton Reed y Wright permaneció en los créditos como guionistas, la película de Marvel fue un éxito, llegó a recaudar casi 700 millones de dólares en todo el mundo. En definitiva, todo salió bien, aunque siempre nos quedará la incógnita de cómo hubiera sido con él como director.
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