3 cosas de las que nos advirtió el cine de ciencia ficción y no hicimos ningún caso, aunque tuviese razón

El cine de ciencia ficción se diferencia de la fantasía en que basa sus invenciones futurísticas en bases reales. Sus visiones del futuro, habitualmente distópicas y pesimistas, tienen la fea costumbre de hacerse realidad.

Desde el ascenso de la Inteligencia Artificial al cambio climático extremo, hemos mirado a nuestro alrededor y visto varias cosas de las que ya nos avisaba el cine de ciencia ficción hace años... y ahora se han hecho realidad.

Las inteligencias artificiales toman el control

Si ha habido un antagonista recurrente en las películas de ciencia ficción ha sido la Inteligencia Artificial. Desde Metrópolis de Fritz Lang ya se ha especulado sobre las máquinas tomando conciencia propia, pero fue HAL 9000 en 2001 el que de verdad nos metió miedo en el cuerpo: una IA capaz de revelarse contra sus creadores.

Sin duda, la IA maligna más famosa de la historia del cine es Skynet, de Terminator. La saga fue creada por James Cameron en los 80, cuando todavía estaba reciente el pánico por las armas nucleares en la Guerra Fría, y por eso Skynet destruyó la humanidad lanzando a la vez todas las bombas atómicas.

Las hermanas Wachowski también se inventaron un final similar para la humanidad, aunque aquí tuvieron la "delicadeza" de dejarnos vivir engañados en la Matriz, una ilusión informática de la que muchos, como en la caverna de Platón, no querían despertar.

Pero a partir del siglo XXI, las inteligencias artificiales no tenían por qué ser tan destructivas para resultar terroríficas. Llevamos años cediendo el control de nuestra vida a Siri y Alexa, dejando que un algoritmo decida qué hacemos en nuestro tiempo libre, y ahora cada vez hay más IA que amenazan con quitarnos los puestos de trabajo. 

Parece mentira que Her, de Spike Jonze, saliera hace ya diez años, en 2013. Una película que muestra nuestra dependencia de la tecnología hasta el punto de que el protagonista se enamora de la Inteligencia Artificial. 

Una idea que también vemos con Joi (Ana de Armas) en Blade Runner 2049, un "producto de compañía" mucho más sofisticado, pero que no dista mucho de los "Idols" virtuales del K-Pop o los V-tubers: los influencers ya ni siquiera necesitan ser reales para tener fans.

Las inteligencias artificiales infiltrándose en todos los aspectos de nuestra vida ya no es especulación, y es una realidad que alcanza a pasos agigantados (si "NFT" y "metaverso" fueron las burbujas de 2022, "IA" es el tema de moda en 2023). ¿Y qué pasa si se vuelven malas?

Recientemente, dos producciones han especulado sobre qué pasaría si unas IA controlaran todos los aspectos de nuestra vida. Mrs. Davis, creada por Damon Lindelof, se esconde en humor negro y mucha acción, pero trata sobre una IA, llamada Mrs. Davis, que presuntamente ha impedido que vuelva a haber guerra y hambruna en el mundo.

En Misión Imposible: Sentencia Mortal (saliendo de la ciencia ficción y entrando en el thriller) nos encontramos con la Entidad, un Skynet moderno capaz de tomar consciencia propia y calcular todas las posibilidades para hacerla casi imposible de atrapar.

Curiosamente, ambas producciones juegan con un doble sentido al presentar a la IA como un dios(en Mrs. Davis la que se rebela contra la IA es una monja, y en Misión Imposible el villano interpretado por Esai Morales comparte nombre con el Arcángel Gabriel, el mensajero de Dios en el mundo.

El propio James Cameron, que ya especuló sobre las IA revelándose contra la humanidad en Terminator, opinó recientemente que "la militarización de la IA es el mayor peligro” y que "entraremos en el equivalente a una carrera armamentística nuclear con IA, si no la hacemos, otros seguro que la harán, en una escalada".

"Ya os lo advertí en 1984 y no escuchasteis", dijo. Con noticias como esta, una IA llamada WormGPT capaz de crear malware personalizado con solo pedírselo, ¿no parece que vivamos ya en una película de ciencia ficción?

Cambio climático

La emergencia climática no es algo nuevo, y aunque la concienciación sobre el cambio climático es muy alta, la industria del cine ha caído con frecuencia en la frivolidad de usarlo como excusa para películas de catástrofes pensadas para el entretenimiento y el consumo rápido más que en la verdadera reflexión.

Pero algunas películas ya advirtieron del fino equilibrio del medio ambiente y las consecuencias catastróficas para la humanidad, como Soylent Green (Cuando el destino nos alcance),  ambientada nada menos que en el año 2022, mostrando una sociedad al borde del colapso debido al efecto invernadero, el agotamiento de los recursos y la superpoblación.

Esta película de ciencia ficción protagonizada por Charlton Heston fue una de las pioneras en advertir sobre un futuro que ya no parece tan distópico y hoy día es más recordada por ello que por su calidad cinematográfica...

Cincuenta años después, estrenada en 2021, tenemos a No mires arriba, la popular comedia de Adam McKay en Netflix, que pone el foco no tanto en las causas o consecuencias de la catástrofe (que no viene del clima, sino del espacio), sino en la terrorífica falta de empatía y concienciación de la sociedad ante un final inminente.

Los medios de comunicación ignoran y ridiculizan a los científicos que intentan advertir del fin del mundo, y la mayor parte de la sociedad prefiere no escuchar. 

¿No hay esperanza para la humanidad? Preferimos terminar con algo de optimismo recomendando el documental 2040, del australiano Damon Gameau, que en 2019 imaginaba el mundo que dejará a su hija, poniendo en valor todas las soluciones y medidas que ya se están implementando para proteger el medio ambiente. 

Pandemias

En 2020, las vidas de todos los habitantes del planeta dieron un vuelco, y muchos fueron los que pensaron que la pandemia de Covid-19 parecía algo sacado de una película. 

Realmente, las pandemias ha habido siempre. La gripe de 1918 mató a más de 100 millones de personas (frente a los 6,9 millones de víctimas que ha ocasionado el SARS-CoV-2), pero nunca antes había golpeado a un mundo globalizado, y nadie había visto cómo sería una respuesta coordinada de todo el planeta... salvo en las películas.

La película de cabecera es Contagio, de Steven Soderbergh, con un reparto coral con Matt Damon, Kate Winslet, Laurence Fishburne, Marion Cotillard y Jude Law, que muestra minuciosamente cómo se expande un virus mortal por el mundo (con un origen, revelado al final, sorprendentemente muy parecido al del Covid-19). 

Si se hiciera una película sobre el Covid-19 para las futuras generaciones, sería muy parecida a esta.

Más tremendista es Flu (Virus), una película coreana de 2013 que se hizo viral (nunca mejor dicho) en Netflix en los primeros días de cuarentena, en el que el virus, más letal, no se puede controlar... y acaba convirtiéndose en una de catástrofes.

Afortunadamente, el Covid-19 no provocó el colapso total que anticipaban películas como Hijos de los hombres, Train to Busan o 12 Monos, y podemos decir que ahora la sociedad está más preparada y concienciada para los retos que vengan en el futuro... o eso queremos creer.