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3 series que rompen la cuarta pared como She-Hulk: Abogada Hulka y que no te puedes perder

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She-Hulk: Abogada Hulka

Si la ruptura de la cuarta pared de She-Hulk: Abogada Hulka te ha parecido divertida, ¡espérate a conocer estas otras tres series que no puedes dejar escapar y también utilizan esta técnica narrativa!

Lo hizo durante su etapa con John Byrne y Dan Slott volvió a repetirlo décadas después. Era inevitable que She-Hulk: Abogada Hulka, adaptación del personaje de Marvel en Disney+, no empleara la rotura de la cuarta pared como vehículo narrativo. Y es que, más allá de funcionar como transgresión hilarante, forma parte de su idiosincrasia.

La naturaleza de Jennifer Walters es la de una mujer divertida, elegante, sexy, arrebatadora, atractiva, inteligente. Es dinamita pura. O, mejor dicho, verde. Teniendo en cuenta eso, la posibilidad de romper la cuarta pared en una serie con una protagonista que posee estas características hace que She-Hulk: Abogada Hulka tenga un potencial cómico inmenso.

En los últimos años, hemos tenido un par de personajes de películas de superhéroes que han roto la cuarta pared. El exponente más claro y evidente es el de Deadpool, precursor y pionero en materia del género cinematográfico. No se queda atrás la antiheroína Harley Quinn, aunque con ella han explotado mucho menos este elemento narrativo.

Pero ¿hay vida más allá de los superhéroes? ¿Queda espacio para romper la cuarta pared en personajes que no surjan de los cómics? Efectivamente. Los hay. Y, de hecho, hay un par de productos realmente extraordinarios que no podéis dejar escapar. Si lo que vamos a recomendar no lo habéis visto... ¡Ya estáis tardando!

 

Coged boli y papel, y tomad nota, porque allá van tres series que rompen la cuarta pared como She-Hulk: Abogada Hulka y que no te puedes perder.

1- Fleabag (2016)

La serie de Fleabag

Creada por la talentosa y extraordinaria Phoebe Waller-Bridge, la serie de Fleabag contaba la historia de una joven treintañera que vive en Londres. Ella es una mujer directa y descarada, sin pelos en la lengua, pero con una crisis existencial a la espalda que la tortura y, poco a poco, la va empequeñeciendo más allá del sexo y el alcohol.

Precisamente, la magia de Fleabag es que la serie de Amazon Prime Video le está planteando un pulso al espectador. Es la propia protagonista la que rompe la cuarta, sostiene la mirada del televidente y le escupe a la cara si se atreve o no a realizar un juicio moral sobre sus actos.

Feminista, inteligente, cínica, millennial y ciertamente devastadora, Fleabag es un gran ejemplo de series que rompen la cuarta pared y merecen la pena. She-Hulk: Abogada Hulka está muy lejos tonalmente de la serie de Prime Video. Quizás solo Bojack Horseman coma en su misma mesa.

2- House of Cards (2013)

La serie de House of Cards

Creada por Beau Willimon y alzada al inicio por el gran David Fincher, la serie de House of Cards marcó un antes y un después en la historia de la televisión. Protagonizada por Kevin Spacey y con una arrolladora Robin Wright que fue ganando protagonismo con cada episodio que pasaba. Una historia que golpea a todo aquel que aún cree en la democracia libre.

House of Cards narra la historia de Francis Underwood, un implacable y mentiroso congresista que, con la complicidad de su fría y calculadora mujer, va moviendo los hilos de Washington para ocupar la Secretaría de Estado norteamericana.

Manipulación de los medios de comunicación, sobornos, asesinatos, amenazas. Parece que estamos hablando de El Padrino o Peaky Blinders, pero hablamos de la política estadounidense, aplicable (tristemente) a cualquier nación occidental. Y, para colmo, Kevin Spacey se nos ríe en la cara hablando directamente a los espectadores.

3- El Príncipe de Bel-Air (1990)

La serie de El Príncipe de Bel-Air

Ahora solo parece existir la bofetada, el debate sobre los límites del humor y la gala de los Oscars, pero en el amanecer de los años 90 llegó a las televisiones estadounidenses el Will Smith de El Príncipe de Bel-Air. Una comedia de situación que colocaba a un muchacho callejero en un entorno de clase adinerada y lejos de su hogar natal.

La serie de El Príncipe de Bel-Air es historia de la televisión, pero también hizo grandes ejercicios narrativos y jugaba con la ruptura de la cuarta pared de vez en cuando. Más allá del baile de Carlton y la relación entre tío-sobrino, nosotros tenemos que quedarnos con el mayordomo Geoffrey. No era el asesino, pero... ¡Era una maldita bomba de diversión!

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