Los parques temáticos tienen, a veces, reglas que no tienen mucho sentido: tematización incongruente, tiempos de espera y cosas que añaden bastante estrés a tu visita...
Visitar un parque temático debería ser una experiencia divertida y satisfactoria para todos. Y aunque no dudamos que todos los parques se esfuerzan, dentro de sus posibilidades, en hacer que todos pasen el mejor día posible, a veces hay cosas que nos sacan un poco de la experiencia.
Hemos seleccionado algunas cosas que, en nuestras visitas recientes a parques temáticos de todo el mundo (y seguramente varios que te suenen) nos han parecido que podrían ser algo mejorables.
Desde tematización que se rompe por la inclusión de marcas y "product placement" a las diferentes formas de "solucionar" el problema de las colas. Si planes visitar un parque temático (especialmente uno de la talla de Disney o Universal) vas a tener que planearlo muy bien...
Sacrificar la tematización
Un parque temático debería ser, como su nombre indica, temático. Entras a él para "escapar" del mundo real durante unas horas y entrar en un mundo de fantasía. Puede ser un pueblo del lejano Oeste, un pueblo medieval, un puerto del siglo XIX, una jungla tropical. O también puede ser Hogwarts, el Parque Jurásico, la ciudad de Gotham o el planeta Batuu. Pero es su propio mundo.
Hay algunos parques que hacen la tematización mejor que otros. Disney suele tener como norma que las atracciones estén ocultas a simple vista para no romper la inmersión.
La mayoría están dentro de edificios, y las que no suelen estar escondidas detrás de arboles o decoración. Otros parques no tienen tantos remilgos o no son tan quisquillosos, pero también tratan de integrar sus atracciones mecánicas y y raíles de montañas rusas dentro del paisaje.
Entendemos que no todos los parques tienen la posibilidad y los recursos para crear mundos tan inmersivos, y que ni se plantean respetar las "sightlines" (que mires donde mire no verás nada que desentone, sean atracciones o edificios del exterior) son un problema de otros. Pero, al menos, ¿por qué no buscar dentro de sus reglas?
Product placement en el parque
Lo anterior nos lleva a uno de los problemas cada vez más comunes de muchos parques: traer marcas y licencias del mundo exterior o que no tienen nada que ver con el tema original del parque o de la zona, hasta el punto de parecer "product placement".
Habitualmente, son franquicias de restauración que ponen su dinero para entrar en el parque. Los visitantes saben que en ese restaurante o bar van a encontrar algo que conocen, pese a que eso implica dañar la verosimilitud. ¿Qué pinta un camión de yogur helado verde fosforito en medio de la jungla? ¿O esa maldita tienda de chuches caras de temática pirata en un pueblo del Oeste?
Podríamos extenderlo a las marcas que promocionan atracciones, que imponen su logo y nombre en la entrada de atracción. O, cada vez más habitual, que haya IPs externas (del cine, series o videojuegos) entrando donde no pintan nada.
Los parques que parten de marcas, como Disney, Universal o Warner, parten con ventaja: pueden meter personajes y mundos que son familiares a los visitantes sin que desentonen (o al menos, sin "romper el canon". Pero otros parque que se supone que no se basan en nada preexistente tienen ese dilema: ¿preservar la identidad original del parque, o llenarlo de marcas conocidas por el público y lucrativas, pero que traicionan su espíritu?
La dependencia de los pases rápidos
Raro es el parque que no tiene un sistema de pases rápido, para saltarse las cosas y entrar antes en las atracciones. Puede que, originalmente, este sistema se pensará como una solución a un problema, pero hace mucho que el tema de las colas (y las formas de saltárselas) dejó de ser un inconveniente, un último recurso, para pasar a ser una parte más del funcionamiento y fuente de ingresos del parque.
Aunque no tenemos forma de saberlo, es difícil no pensar que, en ciertos parques, la venta de pases rápidos es un factor más a considerar a la hora de hacer balances de costos e ingresos.
¿Aumentar el numero de trenes y por tanto capacidad por hora de una atracción, mejorar el sistema de operativas con más personal para que sea más rápido? Puede que no sea lo ideal si sabes que muchos visitantes van a estar dispuestos a comprar un pase rápido.
Colas virtuales
La evolución lógica de los pases rápidos han sido las colas virtuales. Estos sistemas ya se usan a pleno rendimiento en los parques Disney, y están poco a poco empleándose en los parques de todo el mundo.
A priori, todo son ventajas. De hecho, son buenas para el visitante, porque pueden hacer innecesarios los pases rápidos. A través de la aplicación del parque en el móvil, puedes reservar una hora para entrar en la atracción. Cuando lo confirmes, tienes un pequeño margen, habitualmente cinco minutos antes o después, para entrar en la atracción: enseñas el código del móvil y entras: has hecho cola sin hacer cola.
¿Suena bien, no? Si funciona bien, es ideal, puedes esperar para otra atracción mientras descansas, comes o haces otra atracción menos demandada, aprovechando el tiempo. Sin embargo, este sistema puede traer otra serie de problemas. ¿Qué pasa si no te funciona el móvil? ¿Te quedas sin batería? ¿O alguien de tu grupo no consigue reservar a tiempo?
PortAventura estuvo probando en la atracción de Hurakán Condor (una de las más demandadas que no forma parte de su fast pass) durante la temporada 2023, y los resultados fueron buenos. Sin embargo, plantea dudas: para que sea efectivo, requiere que la utilice menos gente. Cuánta más gente la utilice, más se saturará el servicio, más difícil será reservar y más frustrante será.
Estresarte en un parque temático
Y aquí está el mayor problema: el estrés. Nadie quiere ir a un parque para estresarse y agobiarse, ¿no? Pero un sistema como este, si se va de las manos, puede llegar a provocar eso.
Este sistema es algo que Disney ya usa por defecto en sus atracciones más demandadas, o las recién abiertas. Atracciones como Star Wars Rise of the Resistance o Guardians of the Galaxy: Cosmic Rewind en Disney World están restringidas a este sistema. No es de pago, es que simplemente hay tanta demanda que, en vez de dejar la cola abierta, solo se puede entrar si tienes hora (habitualmente luego tendrás que esperar más al llegar).
Eso implica que una visita a Disney World, si quieres hacer estas atracciones, comienza, realmente, muy, muy temprano, horas antes de que abra el parque, con todo vuestro grupo atento al móvil para reservar plaza nada más se abran las reservas. Y si alguno de vosotros no consigue hora, se queda fuera.
Naturalmente, esto es un caso que solo se da en los parques Disney. Y es un sistema que funciona, sí, pero que también añade unas dosis de estrés a la visita. Si quieres visitar el "lugar más feliz del mundo", vas a tener que sudar.
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