Los superhéroes, ídolos por excelencia de la cultura popular del siglo XX, siempre han tenido presencia en el mundo de los videojuegos. ¿Acaso no puede considerarse a Super Mario un superhéroe? Tiene un salto sobrehumano, y si se pone disfraces lanza bolas de fuego, ¡hasta tiene una capa con la que puede volar!
Los superpoderes inventados por los dibujantes y guionistas de cómic durante todo el siglo XX fueron una fuente de inspiración clara para los videojuegos, especialmente cuando empezaron a representar personajes e historias más complejas. No tardaron en aparecer los primeros videojuegos basados expresamente en los superhéroes: personajes ya populares en otros medios como Spider-Man, Superman o Batman, tenían muchas papeletas de ser también populares en videojuegos.
No obstante, no todos eran buenos. De hecho, es habitual que un juego surgido de otra licencia resulte ser decepcionante, bien porque se conforman con tener al héroe en la portada para vender, bien porque están ceñidos a un encargo corto para el lanzamiento de una película, o bien porque simplemente este personaje y sus habilidades no se crearon expresamente para el diseño del juego.
Hay excepciones, claro. En este reportaje veremos algunos de los mejores videojuegos de superhéroes de la historia. Aunque es imposible hacer un ranking con el que todo el mundo quede contento, hemos querido sacar títulos de todas las épocas.
SPIDER-MAN 2 (2004)
Los videojuegos basados en películas pocas veces estaban a la altura. Y, admitámoslo, muchas de las películas de superhéroes que intentaron colarnos como taquillazos tampoco eran gran cosa. Spider-Man 2 es la doble excepción que siempre se nos viene a la cabeza: la película de Sam Raimi de 2004 fue un enorme éxito de taquilla y crítica, hoy considerada casi como película de culto. Y su adaptación al videojuego, realizada por Treyarch (saga CoD Black Ops) aún es recordada hoy día por su innovador sistema de físicas en los balanceos.
Mucho antes que llegara Insomniac ya nos balanceábamos por una enorme reconstrucción de Nueva York con la voz de Tobey Maguire, persiguiendo a Gata Negra, repartiendo pizzas y rescatando globos. Aún merece la pena cogerlo para darse unas vueltas por los rascacielos de Manhattan: su balanceo es menos elegante que el de Insomniac... pero también más suelto.
THE INCREDIBLE HULK: ULTIMATE DESTRUCTION (2005)
AuNque la masa protagonizó peli y juego correspondiente en 2003, el bueno fue el de 2005, de Radical Entertainment (autores del anterior Hulk, Prototype y otro juego de licencia muy querido: Simpsons Hit & Run). Como en Spider-Man 2, podemos desplazarnos con libertad por mapas abiertos (incluyendo una ciudad y una zona desértica militar), destrozando tanques y robots, corriendo por las paredes y haciendo volar todos los coches con nuestros devastadores ataques cargados. Una catarsis que conviene recuperar, porque no hay nada igual hoy en día.
BATMAN ARKHAM ASYLUM (2009)
El juego de superhéroes que lo cambió todo: demostró que los superhéroes podían, no, debían protagonizar sus propios videojuegos sin las ataduras de las adaptaciones cinematográficas. Lejos de ser un juego beat 'em up lineal como anteriores juegos de Batman, Rocksteady supo ver que las muchos gadgets de Batman encajaban perfectamente en la fórmula del metroidvania, ganando poco a poco nuevas habilidades con los que explorar nuevas zonas del manicomio de Arkham.
Las partes de sigilo eran una gozada gracias a la posibilidad de colgarnos de cada saliente (y de que en Gotham se llevan los techos altos); y el combate marcó norma durante su generación, aunque hoy día esté más superado. Todavía se debate cuál Arkham es mejor: Asylum, City, Origins o Knight. Qué más da, si son todos una maravilla. Jugadlos todos, porque en 2021 volvemos a Gotham.
BATMAN (1989)
Mucho antes de Rocksteady, el papel de Batman en los videojuegos se limitaba a las correspondientes adaptaciones de cómics, series o películas. Casi todos los héroes de Marvel o DC tuvieron su correspondiente beat 'em up, aunque ninguno tiraba más por entonces que Batman. La película de Tim Burton de 1990 fue un acontecimiento a todos los niveles, y por supuesto tuvo videojuego para todas las consolas.
Destaca la versión de NES de Sunsoft, que ignoraba mayormente el argumento del juego. Si los juegos de superhéroes a partir de SNES (como el de Batman Returns de SNES) solían centrarse en las tortas, los de NES se acercaban más a los Megaman, o a los Ninja Gaiden: como Ryu Hayabusa, Batman podía pegarse en las paredes, una postura muy del hombre murciélago pero que, si te paras a pensarlo, sería más de Spider-Man...
MARVEL ULTIMATE ALLIANCE (2006)
Raven Software (autores también del juego de Lobezno, y ahora dedicados exclusivamente a Call of Duty) creó en 2006 este RPG de acción, que permite controlar a los personajes más populares de Marvel con vista cenital.
Hubo una secuela en 2009, y la saga parecía abandonada... hasta la tercera entrega, Marvel Ultimate Alliance 3 The Black Order, realizada por Team Ninja y solo para Nintendo Switch. Es la misma fórmula, con mejoras jugables, gráficos más coloridos y mucha influencia de las recientes películas de los Vengadores, pues está centrado en Thanos y la búsqueda de las Gemas del Infinito.
INJUSTICE: GODS AMONG US (2013)
Los mundos de Mortal Kombat y DC Comics se cruzaron en el juego de 2009 Mortal Kombat vs. DC Universe (el último de Midway antes de cerrar), pero la fórmula se explotó mucho mejor en Injustice Gods Among Us, desarrollado por NetherRealm Studios. Con una historia original que se expandió en cómics, presenta un multiverso en el que Superman se ha vuelto loco y ha destruido Metropolis.
Batman, Aquaman, Wonder Woman, Green Arrow, Joker, Shazam... los héroes y villanos clásicos de DC, mucho más violentos de lo habitual. El primer Injustice salió en 2013, y su secuela Injustice 2 en 2017, disponible en PS4, Xbox One y PC.
MARVEL VS. CAPCOM INFINITE (2017)
Los crossovers entre los personajes de Capcom y los superhéroes y villanos de Marvel han sido una constante en arcades y consolas. El último de ellos es Marvel vs. Capcom Infinite, lanzado en 2017. En este caso, si en el universo DC se juega a Mortal, aquí se juega a Street Fighter. Su sistema de combate es muy similar, pero con los mejores personajes de ambos universos: Iron Man, Thor, Spider-Man o Capitana Marvel por un lado, y por el otro, Megaman, Dante, Chris Redfiels y por supuesto Ryu.
X-MEN ORÍGENES LOBEZNO (2009)
La película de 2009 que narró los orígenes de Lobezno (por si no habían quedado ya claros en X-Men 2) fue un estrepitoso fracaso (menos mal que luego supieron encauzar al personaje y la franquicia: fue la semilla de Deadpool). Su videojuego, de Raven Software, nos dio toda la carnaza sin censurar que esperamos de Lobezno, y que no se atrevieron a llevar al cine hasta Logan.
Sí, es un hack and slash a imagen de los juegos de su época, como God of War o Devil May Cry. ¿Qué otra cosa iba a ser? Es muy repetitivo, corto y gráficamente soso, pero siempre es gratificante lanzarte como un animal contra los enemigos, envueltos en litros de sangre.
X-MEN (1992)
Esta máquina recreativa de Konami, lanzada en 1992 con los diseños de la serie de animación fue una de las adaptaciones a videojuego de superhéroes de los 90 más recordadas. Como beat 'em up no ofrecía nada especial, pero destacó por tener multijugador para hasta seis personas simultáneamente, eligiendo entre Cíclope, Coloso, Lobezno, Tormenta, Rondador Nocturno y... esto, Dazzler. Aunque quizás sea más conocido por su gran gazapo en la traducción: "Welcome to Die!"
INFAMOUS SECOND SON (2014)
Terminamos la lista de los mejores juegos de superhéroes de la historia con la serie creada por Sucker Punch, los autores de Ghost of Tsushima. Las tres entregas principales de la serie, en PS3 y PS4 (la última Infamous Second Son en PS4) no solo reflejan la fantasía de controlar a un ser con devastadores poderes eléctricos, también responden algo que no muchas historias de superhéroes se atreven a plantear: si tuviéramos un poder ilimitado, ¿lo usaríamos para el bien o para el mal? El sistema de karma nos permite obtener distintas habilidades según usemos nuestras habilidades para el bien o para el mal.
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