Los mejores juguetes de los años 90: Furby, Scalextric, Tamagotchi y más
Los juguetes de los años 90 tienen un lugar muy especial en nuestro corazoncito retro. Las figuras de los Masters del Universo y Star Wars habían perdido empuje, y junto a los juguetes de siempre (como los clicks de Playmobil, Scalextric o el Tragabolas) una nueva generación de muñecos y juegos de mesa se tenía que ganar el respeto de los chavales de la época.
Pero es que recordaremos los años noventa por la llegada del anime a las casas de toda España (son los años de Campeones Oliver y Benji, la primera emisión completa de Los Caballeros del Zodiaco o el estreno de Manga Video, con El puño de la Estrella del Norte, Alita Ángel de Combate, Dominion Tank Police, Urotsukidoji...) por no hablar del impacto que tuvieron las consolas de 16 bits (Super Nintendo y Sega Megadrive) y después la llegada de PlayStation, Saturn y Nintendo 64.
Aquellos juguetes de los 90 estaban marcados por licencias de películas (de Terminator 2 a Jurassic Park) y series de dibujos animados (sí es aquella época en que las Tortugas Ninja abrieron el camino de un montón de criaturas luchadoras, como los Street Sharks, Motorratones de Marte, Samurai Pizza Cats...). Como podéis ver hay mucho donde elegir, así que para hacer este reportaje nos hemos guiado por las preferencias de nuestra redacción -aquí se ve la diferencia de edades-. Seguro que todos esto juguetes retro os traen buenos recuerdos (y alguno de ellos costará una fortuna, después de que se haya puesto de moda el coleccionismo vintage).
Power Rangers
La serie de TV no era gran cosa, en particular para aquellos que ya habíamos visto Bioman, que era básicamente lo mismo. Pero hay que reconocer que el trabajo de Saban y después Bandai con los juguetes de los Mighty Morphin Power Rangers sí que fue impresionante. Teníamos la serie básica de figuras de acción, articuladas y con las armas características de cada personaje, y además contaban con sus vehículos (eran modelos que no se transformaban, al principio). Pero aquello que todos los niños de España querían era el Megazord. Ya sabéis, el impresionante robot que aparecía en el combate final de los capítulos para luchar contra los mastodontes de Rita Repulsa, y que estaba formado por los vehículos dinozords de los rangers.
Además de la serie básica, las figuras de los Power Rangers que más éxito tuvieron a comienzos de los años 90, era la serie "flip" que cambiaba la versión con máscara por la cara de los protagonistas mediante un ingenioso mecanismo, que se activaba al apretar el cinturón. El éxito de las figuras, zords y tranformables de los Power Rangers fue tal que se han seguido vendiendo nuevas series de muñeco, incluso después de que la serie de TV dejase de emitirse.
El estreno de la película de Power Rangers en 2017 tajo consigo nuevos muñeco licenciados, pero nuestros favoritos siguen siendo los clásicos de los 90, cuando veíamos la serie en Telecinco durante los fines de semana.
Furby
Aunque tenía el aspecto de un peluche (bastante extraño, por cierto), Furby escondía una tecnología revolucionaria para la época. Su nombre deriva de "furball" (bola de pelo) y el concepto estaba inspirado en los tamagotchi, de los que hablaremos más adelante. La idea era incorporar una inteligencia artificial primitiva para que un muñeco pudiese interactuar con los niños de finales de los noventa. Y como juguete, hay que reconocer que que tuvo un gran impacto, aunque a día de hoy nos da un poco de mal rollo. Era como tener nuestro propio Gremlin.
Furby podía mover los ojos y la boca, y tenía un protocolo de acciones básicas que a los niños de los noventa nos dejaban alucinados. Si apagabas las luces de la habitación, tu mascota se iba a dormir, si le ponías música, bailaba, y también reaccionaba a las caricias de su dueño y hablaba. ¡Pero qué clase de brujería es esta! La cuestión es que los Furby eran juguetes muy caros, altamente coleccionables y con una versión doméstica de la animatrónica que se utilizaba en el rodaje de algunas películas.
También se ha intentado recuperar la moda de los Furby, con criaturas que interactuaban entre ellos, con ojos animados a través de una pantalla LCD o con los que se podía interactuar a través de nuestro smartphone. Pero no han repetido el éxito de los originales, quizá sea por la famosa parodia que hicieron los Simpson con Funzo.
Tamagotchi
Tamagotchi, que deriva de la palabra "tamago" (en japonés, huevo) era una mascota digital, que podíamos llevar como un llavero, y que invadió las jugueterías de nuestro país a mediados de los años 90. Vale, no se podía comparar a una Gameboy con su pantalla dot matrix, pero simulaba bastante bien el cuidar de un ser vivo (sin los inconvenientes de tener que sacarlo a pasear, ni la responsabilidad añadida). Comenzaba como un huevo, del que después nacía una especie de pollito al que había que limpiar, alimentar y entretener hasta convertirlo en una criatura adulta "de provecho".
Si recordáis el tamagotchi con cariño, las versiones "evolucionadas" con el podómetro Pokémon Pikachu, seguro que os vuelven locos. Hubo dos versiones, básica (en blanco y negro) y en color (con comunicación entre varias mascotas a través de un puerto de infrarrojos). Los tamagotchi clásicos volvieron a relanzarse con nuevas funciones hace unos meses, y tuvieron diferentes versiones para consola, lógicamente más evolucionadas.
Caballeros del Zodiaco
Posiblemente sean las figuras que más se han revalorizado con el paso del tiempo. Bandai decidió traer a España algunas de las figuras de la colección de los Caballeros del Zodiaco. Para no arriesgar demasiado, la primera oleada se trajo directamente desde Francia. Si alguno de vosotros pudo tener una de estas figuras, recordareis que el logotipo de la caja era el del país vecino: Chevaliers du Zodiaque. Sí, en aquellos años vivíamos en un país al que el resto nos llevaba mucha ventaja. Los franceses ya llevaban algún tiempo disfrutando del anime inspirado en el manga de Masami Kurumada.
Mientras que en la serie veíamos a Seiya, Shiryu, Shun, Hyoga e Ikki (Pegaso, Dragón, Andrómeda, Cisne y Fénix) con lo que mas tarde se ha conocido como armaduras V1, las de los cascos, las figuras correspondían a las armaduras V2, con diademas.
Tenían un precio de más de 3000 pesetas de la época (unos 18 euros actuales), lo que era más o menos el cuadruple que cualquier otra figura, pero a cambio, su armadura desmontable de piezas metálicas era impresionante (más como decoración que para jugar, porque las piezas se caían fácilmente).
Polly Pocket
El tamaño no importa... sabemos que la frase no es nueva, pero nosotros la utilizamos para hablar de muñecas. Después de Nancy, Barbie o las barriguitas, la industria juguetera revolucionó nuestra manera de jugar con Polly Pocket, que nos permitía llevar una casa entera en el bolsillo. No era más que una adaptación de la filosofía de los Micro Machines, que estaba muy bien para aquellos que no teníamos una habitación demasiado grande. En realidad los Polly Pocket se han fabricado hasta 2015, pero su éxito se remonta hasta hace 30 años.
Mattel fabricó un juguete que por fuera parecía un bolso, un costurero, una cartera o una caja de maquillaje... y por dentro tenía muñecas, complementos y un compartimento secreto. Estos juguetes se venden en mercados de segunda mano y cuestan una fortuna. En 1998 Polly Pocket se rediseñó para tener un aspecto más convencional (más parecido a otras muñecas) pero perdió parte de su encanto. En esta sección hacemos un "disclaimer" acerca de las preferencias de la redacción. Uno de nuestros miembros ha defendido a Betty Spaghetti por encima de Polly. ¡Ver para creer!
G.I. Joe y Action Man
Este apartado está dedicado a las figuras de acción militares, con un montón de accesorios para recorrer el mundo combatiendo a las fuerzas del mal. Los G.I. Joe de los noventa tenían un tamaño más pequeño que los originales, un montón de articulaciones y estaban preparados para luchar en todos los terrenos.
Si me pongo a hacer memoria, recuerdo a Ventisca preparado para la lucha ártica, Dusty en el desierto, Acantilado con equipo de escalada, Cutter como hombre de la marina y, por supuesto Ojos de serpiente (Snake Eyes en versiones posteriores) y Sombra, como los dos ninja de la serie.
Estos G.I. Joe de finales de los 80 y principios de los 90 tenían un arsenal impresionante, encabezado por el hovercraft BALLENA, el helicóptero Chinook TOMAHAWK, y el espectacular avión invisible de Cobra NIGHTHAWK. Pero quizá su discurso militarista había quedado un poco "fuerte" para después de la guerra fría. Por eso, poco a poco estos soldados de élite fueron perdiendo fuelle y dejando su espacio en las jugueterías a un nuevo héroe mucho más "light".
Así era Action Man, una figura de acción articulada más grande, con un equipo más sofisticado y que entre ninjas y submarinistas, metía a otros expertos, como el fotógrafo (que tenía una cámara oculta en el pecho)., esquiador o astronauta.
Tortugas Ninja
Aunque los comics y la serie de dibujos animados ya llevaban un tiempo con nosotros, nada es mayor indicativo del éxito de las tortugas ninja que el estreno de la primera película de acción real en 1990 -o la máquina recreativa de Konami, con cuatro jugadores simultáneos-. Junto al film, llegaron los primeros muñecos: versiones articuladas de Leonardo, Rafael, Michelangelo y -el favorito de todos los tiempos- Donatello, acompañadas de su propia furgoneta y una guarida en las alcantarillas.
Al contrario que con otros muñecos de acción, como Star Wars o G.I. Joe, tampoco se abusó demasiado de los personaje secundarios y accesorios. De acuerdo, había monopatines propulsados, figuras de Shredder, April O´Neil y los miembros el clan del Pie, pero el auténtico filón estaba en lanzar los muñecos del cuarteo protagonista con nuevo equipo y con funciones extra, como la posibilidad de realizar movimientos de ataque o vestir disfraces.
En menor medida, las primeras figuras de "pressing catch", la saga de la WWE también le aguantó el tipo a Ninja Turtles durante un par de años. No estaban tan articuladas, pero cada una podía ejecutar un movimiento especial, como salir propulsados o golpear con el puño. La selección de luchadores incluía Hulk Hogan, el Último guerrero, Jake The Snake Roberts, Big Boss Man o Ted Dibiase el hombre del millón de dólares.
Juegos de mesa
Seguro que aquí se os ocurren muchas alternativas. Nosotros hemos seguido un par de reglas para destacar los juegos de mesa que nos conquistaron en los años 90. En primer lugar, huir de los juegos clásicos que nunca se pasan de moda. Nos referimos a juegos como Trivial Pursuit, Monopoly, Cluedo... que se han vendido a lo largo de muchas décadas. Y también nos hemos quedado con los más "frikis" (aunque nuestras partidas a Hotel fuesen legendarias).
En los años 90 pasamos las tardes jugando a La herencia de Tía Ágata, una versión un poco más retorcida del Cluedo, en cuanto a la ambientación misteriosa, que tenía un artificio de trampas y puertas secretas. Aunque se tardaba más tiempo en montar de lo que duraban nuestras partidas. En la misma línea, recordamos La Isla de Fuego (en que caían unas canicas en lugar de bolas de fuego), Ratonera...
Cuando fuimos más mayores, cambiamos nuestro modo de jugar con los amigos. Nada como esas partidas, con la ayuda de nuestro vídeo VHS a Atmosfear (un juego con pinceladas de terror, que se volvía un poco engorroso por las intervenciones del gatekeeper). Luego llegaron los juegos de rol de tablero (antes habíamos jugado a Hero Quest, a finales de los ochenta) y por supuesto, Magic the Gatherig.
Magic, el juego de cartas coleccionable más popular del mundo empezó en círculos reducidos, para competir con los RPG y con los juegos de miniaturas de Games Workshop: Warhammer, Blood Bowl, Necromunda o Hero Quest. Pero poco a poco se hizo popular, se tradujo al castellano... y todavía se encuentra entre nuestros juegos de mesa favoritos.
Clásicos atemporales
Hay juguetes que nunca se pasan de moda., y que por supuesto han aparecido en el brainstorming previo a este reportaje. Desde tiempos inmemoriables, los chicos han deseado el barco pirata de Playmobil, y los no tan niños, las espectaculares pistas de Scalextric que aparecían en los anuncios (porque la que venía en la caja era mucho más sencilla).
Mañanas de reyes que todavía recordamos esperando el castillo de Grayskull de los Masters del Universo (que se lanzó a finales de los ochenta) o el Halcón Milenario de Star Wars e Hasbro (la versión de Lego todavía la pedimos en alguna carta). Sin embargo, todos esos juguetes atemporales, tendrán que esperar para un futuro reportaje.
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