Arnold Schwarzenegger trató de librarse de su acento austríaco, pero no lo logró: "Deberían devolverme el dinero"

Aunque Arnold Schwarzenegger es un símbolo americano en muchos aspectos, sus orígenes austríacos, concretamente en la localidad de Thal, siempre lo han marcado, para lo bueno y para lo malo. En el caso de sus carreras en Hollywood y en la política, esos orígenes han tenido connotaciones negativas.

Como actor, el marcado acento germánico en el habla de Arnold Schwarzenegger fue un problema en sus primeros años haciendo películas que, de hecho, le cerró las puertas en alguna ocasión.

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En su carrera política, el mero hecho de no haber nacido en Estados Unidos lo detuvo en el escalafón de gobernador estatal en California, al no poder aspirar a la presidencia.

Naturalmente, Arnold Schwarzenegger ha intentado deshacerse de su acento austríaco para mejorar su acento estadounidense, pero aún se notan restos de ese marcado toque de Europa Central en sus palabras.

Arnold Schwarzenegger falló a la hora de sonar como un estadounidense

En una de sus entrevistas con Jimmy Kimmel, el actor austríaco explicó cómo trabajó con el logopeda de Hollywood Robert Easton en su intento para adoptar el acento estadounidense, y cómo el especialista fue incapaz de lograrlo.

"Debería recuperar mi dinero por eso. Estás absolutamente en lo correcto. Robert Easton era como el doctor del habla y enseñaba a los actores más famosos de la historia a… ¡crear acentos!

Pero no creo que alguna vez haya trabajado para que alguien se deshaga de un acento. Si alguien era británico y quería tener acento irlandés, él era el especialista que le enseñaría a hacerlo. No creo que haya tratado nunca con nadie que fuera de Alemania o Austria y se suponía que debía deshacerse del acento alemán".

A pesar de su marcado acento, Arnold Schwarzenegger logró meter cabeza en el cine de acción gracias a películas como Conan, el bárbaro o Terminator y se convirtió en todo un icono de Hollywood antes de saltar a la política y tocar también la cima en esa carrera, o al menos lo más alto que le permitieron llegar.