Bill Gates, jefe de Microsoft, presionó al equipo de Xbox a responder al éxito de Wii con su propio sistema de control por movimientos, que llegó a ser Kinect.
El lanzamiento de Nintendo Wii supuso un ante y un después en la industria del entretenimiento digital. Como Nintendo DS dos años antes, abrió las puertas a generaciones nuevas de jugadores, pero esta vez reunidos en torno a la televisión, jugando con controles de movimiento que, aunque no eran algo nuevo, ahora eran más accesibles y divertidos que nunca.
Las consolas de Sony y Microsoft de entonces apostaban por la potencia y juegos cada vez más adultos y oscuros, pero no se quedaron de brazos cruzados ante la revolución de los juegos por controles de movimiento, orientados casi siempre a un público casual.
Y Bill Gates, cofundador de Microsoft y presidente de la tecnológica durante los primeros años del siglo XX, presionó mucho al equipo de Microsoft para que respondieran al éxito de Wii.
Lo explican en la nueva serie documental Power On, en el capítulo 5 (que también habla de las Luces Rojas de la Muerte) (vías Games Radar). "La Wii sacudió el mundo", dice Shannon Loftis, antigua directiva de Xbox.
Phil Spencer, actual jefe de Xbox, recuerda "a Bill metiendo mucha presión al equipo directivo de Xbox, '¿cómo hemos podido perdernos los controles por movimiento, cómo podemos reengancharnos?'".
Todos coincidirán en que la respuesta de Microsoft a Wii fue Kinect, que salió en 2010, a la vez que la respuesta de Sony, PlayStation Move. Ninguna de las dos cuajó, pero Kinect era la más innovadora y ambiciosa, y según Spencer, una de las mayores contribuciones de Xbox a la industria.
Sin embargo, el documental revela que Xbox ya llevaba tiempo investigando captura de movimiento de los jugadores usando sensores infrarrojos, y Wii fue más el catalizador de esos experimentos en un producto concreto.
Microsoft ha resucitado a Kinect, al menos en espíritu, para las nuevas televisiones Sky
Kinect vendió 10 millones de unidades en sus primeros dos meses a la venta, pero acabó desapareciendo pocos años después, tras un fallido intento de continuarlo con Xbox One.
Sin embargo, Spencer dice que Kinect fue a su vez catalizador de los futuros avances de Xbox en hacer los videojuegos accesibles a todos los jugadores, diciendo que recibieron correos muy emotivos de padres cuyos hijos no habían podido jugar a juegos hasta que llegó Kinect.
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