Puede que haya tardado 14 años en darle una secuela a su exitosa película de Borat, pero las polémicas que arrastra el periodista de Kazajistán son las mismas que en el 2006 aunque en esta ocasión los afectados son mucho más poderosos.
Después de haber sido denunciado por una anciana superviviente del Holocausto, ahora Sacha Baron Cohen se tiene que enfrentar a las acusaciones de falsedad por parte de Rudy Giuliani, abogado de Donald Trump, por una escena en su película, Borat The Subsequence MovieFilm que no ha dejado indiferente a nadie.
En dicha escena, la hija de Borat, Tutar, que en la película hace que tiene 15 años pero en la realidad tiene 24, se hace pasar por una joven reportera que quiere entrevistar a Giuliani en una habitación de hotel. El abogado accede y la joven hace constatar su nerviosismo en varias ocasiones al tratarse de una persona "a la que admira mucho". La conversación se desarrolla con normalidad hasta que en un momento dado, después de que la chica le haya derramado un poco de bebida en la camisa, los dos se meten en una habitación donde el abogado de Trump le pide en varias ocasiones su teléfono y dirección y hace un gesto de pasarse las manos por los pantalones que no ha gustado a nadie.
Por supuesto, esta escena ha creado una gran conmoción en Estados Unidos, haciendo que el equipo de Giulani asegure rápidamente que la entrevista es falsa, no obstante en su última aparición en el programa Good Morning America, Sacha Baron Cohen ha asegurado que la escena es completamente real, ya que, como otras muchas entrevistas de Borat 2, fue grabada sin que el sujeto supiese que iba a formar parte de la película.
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