Todos aquellos que fuimos niños en los 90 hemos disfrutado una y otra vez de la película de Robin Williams como un padre divorciado que decide convertirse en una niñera británica para poder estar más tiempo con sus hijos. Sra. Doubtfire: Papá de por vida fue una de las grandes películas del cómico que pudo haber tenido una secuela...

Así lo ha confesado el director Chris Columbus en una entrevista con Bussiness Insider que conmemora el 30 aniversario del estreno de la película. "Cuando se estrenó la película, las secuelas eran vistas como algo menor por los artistas. Así que Robin siempre estuvo en contra de hacer una segunda película nada más estrenar la primera". 

Sin embargo, en 2014 la idea de una secuela de  Sra. Doubtfire ya no le parecía tan mal a Williams y Columbus fue a la casa del actor a enseñarle un primer borrador del guion. "Fui a su casa, nos sentamos y hablamos de la secuela porque el guion ya estaba bastante formado". Esa fue la última vez que vio al actor antes de que se suicidara. 

Tras este terrible suceso, Columbus decidió dejar completamente de lado la secuela de Sra. Doubtfire, aunque admite que es el estudio quien tiene los derechos sobre la película y no él. "El estudio puede hacer lo que quiera con la historia. ¿Deberían hacerlo? Si deciden sacarla adelante, no me voy a callar. No debería haber nunca una secuela de Sra. Doubtfire".

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La única petición de Robin Williams 

Pese a que el actor Robin Williams estaba encantado con la posibilidad de volver al mundo de Sra. Doubtfire, había una cuestión que le perturbaba. "¿Tengo que llevar el traje puesto tanto como en la primera?", recuerda Chris Columbus que le preguntó. Y con razón, pues tal como ha asegurado el director, el rodaje de la primera cinta fue todo un infierno para Williams. 

Pues cada vez que se disfrazaba de la niñera inglesa, tenía que estar cinco horas maquillándose. "Nunca grabamos dos días seguidos de Robin vestido como la Sra. Doubtfire porque para él suponía levantarse a las 3 de la mañana para que a las 8 pudiéramos empezar a rodar. Era como un castigo para él, así que al día siguiente solo hacíamos escenas con Daniel"; recuerda el director.