Ya estamos en julio y cada vez queda menos para el gran duelo cinéfilo del 2023, la llegada a los cines de las dos películas más grandes de este año: Barbie y Oppenheimer. Pese a que son muy diferentes entre sí, las dos comparten tres características: tienen directores muy respetados, repartos plagados de estrellas y un presupuesto millonario. 

Pero mientras que Greta Gerwig se ha gastado gran parte del dinero en pintar carreteras y edificios de color rosa, Christopher Nolan ha decidido hacer de Oppenheimer una película sin tecnología creada por ordenador para poder hacer que todo se vea y se sienta lo más natural posible. 

Pues tal como ha confesado el propio Nolan en una entrevista con Collider, Oppenheimer no tiene ningún plano recreado al completo en CGI, sino que todos han sido rodados con una cámara tradicional. Tanto es así, que para poder llevar a cabo la visión del director en IMAX, el equipo tuvo que crear una nueva tecnología capaz de rodar en blanco y negro. 

Aunque, sin duda, lo más complicado de rodar, sin la tecnología por ordenador, ha sido la gran explosión del Trinity Test, la primera vez que se hizo estallar una bomba atómica, y que según Nolan, casi se puede "sentir" a través de las pantallas de los cines por lo cuidado que está la imagen y el sonido en Oppenheimer. 

Entradas para Barbie y Oppenheimer 

Como gran padrino del cine de acción que es, Tom Cruise ha querido demostrar que no le importa nada que Oppenheimer y Barbie se estrenen tan solo una semana después de la llegada a los cines de Misión Imposible: Sentencia mortal-Parte 1 comprando, y enseñando públicamente sus dos entradas para ver las dos películas. 

Un gesto que también han hecho la directora y la protagonista de Barbie, Greta Gerwig y Margot Robbie, que han presumido de sus dos entradas para ver la película de Christopher Nolan. Un gesto que, por el momento, no ha replicado nadie de Oppenheimer...