Crítica de Hit & Run, la serie de TV de Netflix creada por Lior Raz, Avi Issacharoff, Dawn Prestwich y Nicole Yorkin. La serie está protagonizada por el propio Lior Raz junto a Kaelen Ohm, Moran Rosenblatt, Lior Ashkenazi, Gregg Henry y Sanaa Lathan, entre otros artistas israelís. El estreno de la temporada 1 de Hit & Run en Netflix España es el 6 de agosto de 2021.
¡Convierte los exitosos thrillers israelís en fenómenos mundiales en sencillos pasos! Introduce en tu coctelera un poco de Venganza, cambia a Liam Neeson por el estoico Lior Raz, aderézalo con tintes políticos del Nuevo Mundo y su posición en Israel y... ¡listo! Tienes Hit & Run, la primera temporada de la nueva serie israelí de Netflix.
Lior Raz ha aprovechado el éxito de Fauda, su último trabajo, para lanzarse de nuevo junto a Avi Issacharoff a la conquista internacional con un otro thriller de acción. Junto a ellos, Dawn Prestwich y Nicole Yorking, ambas productoras de la popular The Killing, completan el equipo para la creación de Hit & Run.
La nueva serie de Netflix consta de nueve episodios de 50 minutos de duración en los que seguiremos la peligrosa misión de Segev Azulai (Lior Raz): Danielle (Kaelen Ohm), el amor de su vida, ha muerto en un accidente de tráfico... que no parece ser, precisamente, fortuito.
Segev, un guía turístico israelí con pasado en el ejército, tratará de averiguar la verdad detrás de la muerte de su mujer y se lanzará en una misión prácticamente suicida a los Estados Unidos para descubrir un complot político que pondrá patas arriba todo lo que sabía sobre su propia vida.
En la dirección de la serie tenemos a Mike Barker (El cuento de la criada, Outlander), Neasa Hardiman (Jessica Jones) y Rotem Shamir (Fauda), que han trabajado en un estilo que coge ligeras pinceladas de la telenovela turca y los thrillers de acción estadounidenses para construir una serie que nunca pierde ritmo.
Igual que la comida nos entra por los ojos, en Hit & Run se han preocupado por confeccionar una estructura que funcione desde el primer capítulo. En el piloto, este thriller de Netflix establece las bases de lo que vamos a poder ver durante la primera temporada de la serie: acción, enigmas y a un héroe protagonista que es como una bola de demolición.
Al más puro estilo de Venganza, Lior Raz — salvando la exquisita sutileza de Liam Neeson — utilizará una serie de habilidades concretas con las que irá eliminando enemigos a base de fuerza bruta y tesón. Porque otra cosa no, pero pocas veces lo vamos a ver descansando.
Lo que hace de de la primera temporada de Hit & Run un estreno realmente interesante es su desarrollo como thriller. Los enigmas que plantea son sencillos, pero el exotismo de Israel y su elenco artístico, junto a su particular filia por la danza — que bien podrían haber aprovechado más — los envuelve en un aura de misterio que funciona de perlas para el público internacional de Netflix.
Sus personajes tienen suficiente profundidad para que desconozcamos cuáles son sus intenciones y si tendrán la suficiente trascendencia como para hacer peligrar sus vidas. Hit & Run establece un equilibrio perfecto entre héroes y villanos, ofreciendo ambas caras de la moneda para sus peones que pueden terminar haciendo jaque al rey.
Ahora bien, el desarrollo narrativo que requiere la serie para mantener el truco se desvanece poco a poco con el paso de los capítulos. Tiene una primera mitad de temporada que funciona en ritmo y evolución, pero una segunda mitad que va convirtiendo lo que parecía un tablero de ajedrez en uno de parchís: la resolución se vuelve simplona y desagradecida con el planteamiento.
La construcción narrativa de los primeros capítulos termina colapsando en una convergencia de las subtramas que restan valor a ese trabajo previo. No queremos entrar en el terreno del spoiler, por lo que diremos que sus "sesudos" antagonistas generan situaciones que rozan el absurdo para beneficio del héroe.
A este conjunto de decisiones desafortunadas tenemos que sumar la peor de todas ellas: fijar su localización principal en Estados Unidos, más conretamente en Nueva York. Toda la frescura y ese exotismo del que hablábamos en líneas anteriores desaparece y nos queda una producción más de persecuciones, tiroteos, peleas y testosterona en escenarios que hemos visto en infinidad de ocasiones.
Hay también un puñado de pequeños detalles que tampoco ayudan a salvarla del estereotipo: errores de montaje, desarrollos de investigación inverosímiles o la sempiterna solución de dirección del paneo con zoom in.
Y eso que consigue establecer vínculos, no sólo de interés con el trasfondo de la trama y esa «conspiración» que tan bien funciona en estos lares, sino emocionales con sus personajes y sus destinos.
Las interpretaciones son funcionales y tanto Lior Raz con el peso de un papel protagonista que ejecuta con dureza y un — raspado — dramatismo, como Gal Toren en el papel del amigo Ron Sharon o Moran Rosenblatt como la policía Tali Shapira forman un abanico de personajes que podrían optar a mejores soluciones.
El resultado final es una Fauda que se queda a medio gas; Hit & Run, en su primera temporada, suma a su buen hacer inicial un compendio de clichés, una grandilocuencia que puede ridiculizarla y una resolución que desmerece todo lo construido previamente. Huir de la Tierra Prometida no parece ser una opción.
VALORACIÓN:
La primera temporada de Hit & Run es un thriller israelí que consigue ser fresco, atrapante y original en la primera temporada, pero que ve cómo se derrumban todos sus naipes al trasladarse a Estados Unidos y la lluvia de clichés que lleva de la mano.LO MEJOR:
Tiene ritmo y acción para alimentar sus nueve capítulosLO PEOR:
La resolución, los clichés y el cambio de localización a Estados Unidos68
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