En el año 1996, la compañía Blizzard lanzaba al mercado el primer Diablo en lo que supuso el nacimiento de una de las franquicias de videojuegos más famosas y queridas por los jugadores de todo el mundo. Un éxito que más de un cuarto de siglo después sigue vigente, y Diablo IV es la prueba de ello.

El género de los RPG de acción tuvo en Diablo una de sus cimas más incontestables, y con su segunda entrega, Diablo II, la franquicia alcanzó unas cotas de calidad inimaginables que lo encumbraron como el mejor juego de la saga y uno de los mejores videojuegos de la historia.

Tanto si eres fan de la saga y peinas ya alguna que otra cana, como si eres más joven y nunca te has adentrado en los infiernos de la saga Diablo, ambos estáis de enhorabuena, pues podéis haceros con una copia física de Diablo IV prácticamente a mitad de precio tanto en PS5 (Amazon) como en Xbox Series X/S (Mediamarkt).

El glorioso regreso de Lilith

Un mensaje a los neófitos: lo primero que debes tener en cuenta es que Diablo IV cuenta con un enfoque narrativo muy profundo, y lo disfrutarás mucho más si al menos conoces el contexto de la historia de los juegos previos. En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre los hechos ocurridos antes del regreso de Lilith (la villana de Diablo IV) a Santuario.

Una vez conocido el contexto, los fans de la franquicia comprobarán que Diablo IV implementa un gran cambio que rompe con la estructura clásica de los juegos anteriores. Y es que la cuarta entrega abraza la fórmula de mundo abierto de una manera muy decidida. Si los mapas de los anteriores Diablo ya eran enormes, el de la cuarta parte es simplemente descomunal.

De hecho, como podrás leer en nuestro análisis en HobbyConsolas bajo estas líneas (donde le dimos una notaza, por cierto) ya dijimos que incluso tras acabar la campaña al completo nos parecía que no habíamos visto ni la mitad del mapa. Y no será un mapa aburrido, ni mucho menos, pues existen todo tipo de biomas y escenarios que dejarán a muchos con la boca abierta.

Análisis de Diablo 4: ¡Regocijaos ante el glorioso regreso de Lilith!

En cuanto a la pura jugabilidad de Diablo IV, el título sigue los pasos de sus antecesores evolucionando la fórmula clásica de combates, farmeo y looteo. En esta ocasión, nuestro personaje podrá pertenecer a una de estas cinco clases: Bárbaro, Hechicera, Pícara, Druida y Nigromante. Cada uno de ellos se adecúa a un estilo de combate diferente, haciendo que dos partidas con dos protagonistas diferentes se sientan totalmente distintas, lo que aumenta su rejugabilidad.

Por supuesto, como en todo hack'n slash que se precie, los enfrentamientos contra cientos de enemigos estarán marcados por tu habilidad no solo en el movimiento de tu personaje, sino en la gestión de sus recursos, poderes, armas y equipamiento. Existen mil y un peligros en los infiernos de Diablo IV, así como mil y una maneras de salir airoso de todos ellos.

El haber optado por un mundo abierto gigantesco ha posibilitado que en esta ocasión existan monturas con las que recorrer el mapa, una añadido bienvenido y necesario dada la escala del juego. Existen tantos aspectos a destacar de Diablo IV que te invitamos a leer nuestro análisis para comprobar la última genialidad de Blizzard en género de los RPG de acción. Y recuerda que se encuentra casi a mitad de precio de manera temporal tanto en Amazon (PS5) como en Mediamarkt (Xbox).