Adaptar una novela nunca es tarea fácil, pero en el caso de Los juegos del hambre: Balada de pájaros cantores y serpientes, el director Francis Lawrence se encontró con un obstáculo mayor que cualquier otro.

Balada de pájaros cantores y serpientes es una precuela de Los juegos del hambre, que igualmente se basa en una novela de Suzanne Collins. En ella, uno de sus protagonistas es Coriolanus Snow de joven, que fue encarnado por Donald Sutherland en la saga de películas original, y que ahora es interpretado por Tom Blyth.

Más allá de los sanguinarios juegos, el presidente de Panem Coriolanus Snow era uno de los principales antagonistas de Los Juegos del hambre, así que hacer una historia centrada en este personaje con la que pudiera conectar el público supuso un auténtico desafío para Francis Lawrence, pero también le atrajo para hacer la adaptación de la novela de Suzanne Collins.

¿Cómo lograron hacer que Coriolanus Snow pase de ser el bueno a ser el malo?

“Contar una historia sobre un joven que se convertirá en el villano de otros libros y películas, y crear empatía con él, fue un reto realmente interesante", aseguró Francis Lawrence en una entrevista con el medio Empire.

“¿Cómo convertimos a esta persona, que va a ser el antagonista de nuestra historia, en el protagonista de la misma? ¿Cómo podemos conseguir que el público lo apoye en su lucha, y verlo cambiar y ser preparado y convertido en el Snow de la serie posterior?”

"Fue muy divertido volver a su formación y humanizarlo en la pantalla. Probablemente fue lo más complicado, incluso desde el punto de vista del guion”, añadió Francis Lawrence. 

“En un libro puedes escuchar muchos pensamientos internos de los personajes”, explicó el director de Los juegos del hambre: Balada de pájaros cantores y serpientes. “Nuestro principal objetivo era conseguir que el público lo apoyara, pero también teníamos que poner las migas de pan para que, cuando se produjera el giro, fuera creíble."