Mike Laidlaw, desarrollador de videojuego canadiense conocido por ser director de la saga de BioWare Dragon Age, lleva cuatro años trabajando en un proyecto independiente y original, Eternal Strands, que tiene ambición de AAA en su estudio Yellow Brick Games.

Eternal Strands es el título de un juego de acción y aventura en tercera persona, planeado para 2025 en PC, PS5 y Xbox Series X|S.

Su primer tráiler ha sido revelado en el evento IGN First, acompañado de una nota de prensa con mucha información de este juego de fantasía, inspirado en Monster Hunter y Shadow of the Colossus, y con poderes de físicas al estilo Zelda Tears of the Kingdom.

Eternal Strands, nuevo AAA del director de Dragon Age

El tráiler muestra cómo será la acción: podrás usar poderes mágicos para coger enemigos o elementos del entorno y lanzarlos, moviéndolo en el aire como en los últimos Zelda... aunque también nos recuerda a los poderes de la Fuerza de Star Wars: El Poder de la Fuerza.

También hay ataques elementales, de fuego y hielo, y jefes gigantescos que derrotas subiéndote a ellos: sí, al estilo Shadow of the Colossus.

El tráiler se centra en la acción, pero tendrá mucha exploración: todas las paredes son escalables, y con los poderes mágicos puede crear puentes o quemar barreras: un sistema de físicas con el que interactuar con el mundo y destrucción en tiempo real.

“Es un juego muy diferente a los que he trabajado en el pasado, y ha sido un placer responder en general a la pregunta "¿y si el jugador hiciera esto con esto?" También es emocionante tener la oportunidad de construir un mundo completamente nuevo que fomenta y reacciona a este tipo de juego”.

Mike Laidlaw, CCO de Yellow Brick Games, fundó este estudio en 2020, tras dejar BioWare con un intervalo de dos años poco productivos en Ubisoft (trabajó en un RPG que fue cancelado). Ahora comanda un equipo de 68 personas, sin el apoyo financiero de ningún otro publisher o plataforma.

Eternal Strands está previsto para 2025 en PC, PS5 y Xbox Series X. Otro ejemplo de desarrolladores de grandes estudios que, cansados de trabajar para otros, se hacen indies, demostrando su talento con libertad para tener ideas frescas.