La intrahistoria de uno de los momentos más icónicos e irrepetibles (en todos los sentidos) de El Padrino
La legendaria cinta dirigida por Francis Ford Coppola tiene un buen puñado de escenas icónicas, pero hay una que se lleva la palma... y cuya intrahistoria merece ser contada.
A estas alturas, hay pocas personas que no hayan visto El Padrino en alguna ocasión. La película dirigida por Francis Ford Coppola en 1972 es historia viva del cine, pero también un referente cultural insuperable en cualquier rincón del mundo.
Ya no por su tremendo éxito, su trascendencia en el género, o sus dos secuelas (sobre todo la primera), sino también por el puñado de escenas que todo el mundo recuerda.
El Padrino, su primera entrega, es la que más escenas icónicas (y frases) acumula. Tanto, que series como Los Simpson han imitado algunos de sus momentos a modo de homenaje.
Pero, ¿conoces el origen de estas secuencias? Francis Ford Coppola ha ido desgranándolas poco a poco, a lo largo de documentales y comentarios en las ediciones de formato doméstico.
Sabemos que es una película legendaria, pero eso no significa que todo el mundo la haya visto. Por lo tanto, avisamos de que haremos unos cuantos SPOILERS para contaros bien esta historia.
Una amenaza premeditada e histórica
No hay ninguna duda de que ''la escena del caballo'' ya forma parte de la historia del cine. Nada como levantarse una buena mañana y tener una cabeza de caballo entre las sábanas. No existe otra declaración de intenciones de semejante magnitud.
Es la ''propuesta irrechazable'' que Vito Corleone le envía al productor Jack Woltz, para que así su ahijado Johnny Fontaine recupere su estrella en Hollywood.
¿Cómo se fraguó esta legendaria escena de El Padrino? Afortunadamente, no se produjo la muerte del animal en el set, contrario a lo que muchos activistas pensaron en los años 70.
Para rodar tal escena, Coppola contactó con una fábrica de piensos para perros en Nueva Jersey, tal como informa el medio TIME. En aquella época, los caballos se sacrificaban a la hora de elaborar alimento para mascotas.
En realidad, esta costumbre fue desapareciendo en la década de 1940. Sin embargo, el director acordó con esta fábrica el transporte de una cabeza de caballo.
El animal iba a ser sacrificado de todas maneras, así que la decapitación post-mortem no fue un gran problema.
Un buen día de 1972, Coppola y su equipo recibieron la cabeza de caballo en una caja llena de hielo. Esto significa que alguien del equipo tuvo que remangarse y meter las manos en dicha caja, para sacar la cabeza que iba a ser utilizada en el rodaje.
Por supuesto, el director de El Padrino mandó a una persona a las instalaciones de la fábrica, para realizar así el transporte y no llamar la atención.
Y así fue como Coppola obtuvo la cabeza de caballo para grabar la escena. En aquella época, la ausencia de efectos digitales hizo que esta fuera la mejor opción, para que el objeto se viera lo más realista posible.
¿Recuerdas esta mítica escena de El Padrino? Sin duda, es una de esas escenas que es imposible borrar de nuestras retinas, aunque hayan pasado más de 50 años desde su estreno. Otro de los misterios tras esta obra maestra ya ha sido desvelado.
Otros artículos interesantes:
Descubre más sobre Ángel Morán Santiago, autor/a de este artículo.
Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.