James Cameron se avergüenza de cuando citó a Titanic en los Oscars

Pese a ser uno de los directores más respetados de la industria, y ser el único que tiene tres de sus películas entre las que más han recaudado de la historia, James Cameron solo tiene tres estatuillas doradas en su haber, y las tres son por la misma película: Titanic. La cual, además, provocó uno de los momentos más bochornosos de su carrera. 

Pues como muchos recordaran, después de recoger el Oscar a Mejor director por Titanic y dar un sentido discurso agradeciendo el premio a su equipo, Cameron terminó su intervención citando la famosa frase de Leonardo DiCaprio en la película: "¡Soy el rey del mundo!", algo que no dejó muy buen sabor de boca a los asistentes de la gala.

Y que ahora, muchos años después, sigue resonando en la memoria de Cameron como un momento vergonzoso de su carrera. "Lo que aprendí es que no tiene que citar a tu propia película cuando ganas un premio de la Academia. Provocas vergüenza ajena. Haces creer que no ganaste por un pequeño margen sino que todo el mundo presente votó por Titanic". 

"Durante 25 años he recibido críticas por ese momento, pero ya sabes, vas viviendo y vas aprendiendo. Creo que en su momento se interpretó como un "que os j**an" a los demás pero esa no era mi intención. Así que hay que ser muy cuidadoso con lo que uno dice durante su discurso de aceptación en los Oscar", reconocía el director en una entrevista con la CNN. 

Crónica de la tragedia del Titanic en el cine 110 años después: 41º 46’N 50º 14’W

Titanic, la puerta para la saga Avatar 

Aunque ahora el nombre de James Cameron se asocia más a la saga Avatar, lo cierto es que Titanic es, y va a ser siempre, su película más inolvidable. No solo porque durante años fue la cinta más taquillera de la historia, sino porque esta fue la le abrió las puertas al director para hacer una saga tan cara como la de Avatar. 

Como el mismo Cameron recordaba, cuando estaba terminando de rodar la primera película de Avatar, los ejecutivos de 20th Century Fox intentaron hacer unos cambios que no gustaron nada al director, que tuvo que sacar la "baza Titanic" recordando que había sido su película la que había permitido avanzar al estudio. Y así Avatar se vio como él quiso.