El Juego del calamar arrasa en el mundo entero pero crea sentimientos encontrados en Corea de Sur

Mientras todo el planeta se queda boquiabierto con El juego del calamar, la serie que está arrasando en Netflix desde su estreno hace menos de un mes, los coreanos del sur no se sienten tan cómodos con este producto audiovisual, pues para ellos es una forma de mostrar al mundo uno de los mayores problemas de su población: las deudas. 

Así lo ha reflejado un interesante artículo de NBCNews en el que diseccionan el éxito de El Juego del calamar en su propio país de origen, Corea del Sur, donde también está siendo el número uno en Netflix, pero cuyas conversaciones sobre la serie no son tan animadas como fuera de sus fronteras. 

"Hay una disonancia entre el orgullo coreano de que esta serie esté dominando Netflix en todo el mundo, y el malestar sobre lo que esta serie está enseñando sobre Corea. A los coreanos les encanta ser los números 1 pero no a costa de enseñar sus trapos sucios", explica el profesor CedarBough Saeji.

Y es que, al igual que hizo Parásitos en su día, El Juego del calamar también refleja una de las realidades más oscuras de Corea del Sur: la pobreza provocada por las deudas. Pues tal como explican en el artículo, los coreanos son muy dados a pedir préstamos de dinero animados por los bajos intereses y las tarjetas de crédito.

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Estos préstamos se utilizan como el juego, pero la gran mayoría de coreanos están endeudados hasta las cejas por culpa del mercado inmobiliario, pues los precios de las casas no han parado de subir en los últimos años. En la actualidad, un apartamento normal en Seúl, la capital, puede costar casi un millón de dólares.

Esto hace que la población se endeude con préstamos, que en la mayoría de los casos no puede pagar, lo que provoca que pierdan la casa y estén toda la vida atados a su deudor. Exactamente la sociedad que refleja El Juego del Calamary la que se convierte en "jugadores" en esta carrera por hacerse con miles de millones.