Schwarzenegger reconoce que su guerra con Stallone se les fue de las manos: "Intentamos destruirnos"

Después de haber sido dos de las estrellas de acción más importantes del cine de 80 y los 90, Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone ya se han convertido en dos veteranos magnates de la industria a los que les gusta reflexionar sobre sus épocas pasadas, de las que no siempre están tan orgullosos como cabría esperar. 

Especialmente cuando se trata de hablar de aquel momento en el que ambos actores estaban enfrentados. Un buen divertimento para los medios de la época, pero que tanto a Schwarzenegger como a Stallone les acabó por afectar más allá de la pantalla. "Éramos rivales en el cine, pero la competitividad llegó hasta el extremo", recuerda el austriaco en una entrevista con NME.

"Los dos teníamos que tener el mejo cuerpo, los dos teníamos que ser los que más gente matábamos en las películas, los dos teníamos que ser los que teníamos las armas más grandes... Se nos fue de las manos y acabamos por intentar destruirnos el uno al otro". Pero todo cambió cuando ambos actores decidieron introducirse en el negocio de las hamburguesas. 

"Entonces, a los dos nos pareció buena idea invertir en Planet Hollywood [un restaurante de comida rápida] y empezamos a viajar juntos por el mundo para promocionarlo hasta que nos convertimos en grandes amigos. Stallone es un gran ser humano y ahora somos inseparables", ha reconocido Schwarzenegger.

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Stallone reconoce la "superioridad" de Schwarzenegger

Ambos actores siguen en activo hoy en día y solo en este año, Stallone ha estrenado la última entrega de sus saga de los Mercenarios, mientras que Schwarzenegger ha estrenado serie (Fubar) y documental en Netflix. De hecho, en este último titulado Arnold, Stallone reconoce que el mejor héroe de los 80, sin duda, era el austriaco. 

"Schwarzenegger era superior en todo los sentidos. Tenía el cuerpo. Tenía la fuerza. Ese era su personaje. En cambio a mi me pateaban constantemente, en cambio, a Arnold nunca le hacían daño. Siempre le decía: 'Arnold, tú eres capaz de luchar contra un dragón y solo volver con una tirita'".