Así será la nueva Ley del Cine que se aprobará el martes y puede revolucionar las producciones españolas
El Ministerio de Cultura espera poder equiparar cine y series con la nueva Ley del Cine, que se aprobará, si todo va bien, el próximo martes.
Tradicionalmente, las producciones cinematográficas y televisivas han tenido un abismo entre ellas, con algunas honrosas excepciones.
Esto se traduce en muchos matices, tanto financieros, presupuestos más abultados, mayor opción de subvenciones, etc., como de repercusión mediática y apoyo institucional. También implica que, hasta ahora, han tenido dos normativas diferenciadas.
Sin embargo, los tiempos cambian, y la vigente Ley del Cine en nuestro país ha quedado comprensiblemente desfasada, reflejando una realidad existente a mediados de la década de 2000, pero no en la actualidad.
Esto llevará al Ministerio de Cultura, encabezado por Miquel Iceta, a llevar el próximo martes al Consejo de Ministros su nueva Ley del Cine, que equiparará películas y series y las englobará en una normativa común.
Además, deja abierta la posibilidad de que aquellas películas que no pasen por salas de cine, tengan opciones de recibir ayudas públicas.
Iceta ya adelantaba hace unas semanas que esta propuesta llegaría en la primera mitad de febrero al Consejo de Ministros.
"Hay que adaptar la norma actual a la nueva realidad del sector audiovisual, creando un marco normativo moderno y duradero, que abarque la diversidad y riqueza de la creación audiovisual, y no solo cinematográfica".
El tiempo ha visto como series internacionales empezaban a despuntar gracias a un nivel de apoyo sin precedentes, como pudo ser en su momento Los Soprano, aunque fue Juego de Tronos la que rompió el molde para siempre a nivel global.
En España, series como La casa de papel o 30 monedas han sacado a relucir un potencial televisivo que lleva evolucionando más de quince años, pero que no encontraba una respuesta acorde a nivel institucional.
Habrá que ver si el texto presentado por Miquel Iceta el martes cumple con las expectativas que la industria audiovisual española tiene puestas en él.
Ciertamente, hay que saber adaptarse a una época en que la línea que divide cine y series es apenas perceptible en muchos aspectos, y donde las plataformas de streaming se han convertido en un jugador de peso a nivel global, pero también nacional.
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