¿Cuál es el agujero en la historia de Thor que siempre ha estado ahí en los cómics y no habíamos reparado en él hasta ahora?
Los cómics de Marvel han terminado aceptando que hay un agujero en la trama de Thor. Ese presunto agujero sería el famoso puente de Asgard, conocido como Bifrost tanto en las viñetas como en las películas del UCM.
Este puente, al que también se le llama el Puente del Arco Iris, es un túnel espacio-temporal. Permite a los ciudadanos asgardianos moverse con facilidad e inmediatez a Midgard (nuestra Tierra) o cualquier otro de los Nueve Reinos que componen su realidad mitológica.
En las películas de Marvel ya despedimos el Puente Bifrost en Thor: Ragnarok. Sin embargo, en los cómics hemos tenido que esperar hasta el número 27 de la actual serie de Thor para admitir que este medio de transporte ya no posee ningún tipo de utilidad práctica.
El número 27 de Thor en los cómics, escrito por Al Ewing y Donny Cates e ilustrado por nuestro apreciado Salvador Larroca, revela a un Dios del Trueno verdaderamente agotado por todo lo que le ha sucedido recientemente. Está prácticamente desesperado por la situación que vive.
El puente que conectaba la Tierra con su mundo ha sido destruido y Thor está furioso. Tal es su grado de desesperación que busca ayuda en la piel de su hermanastro Loki. Sabe que el Dios de las Mentiras y los Engaños posee habilidades mágicas capaces de arreglar el puente.
Lejos de ser de ayuda —como era de esperar, por otro lado—, Loki le dice a Thor que solo quiere reconstruir el Puente Bifrost porque está acostumbrado a él. Nada más. «Hay otros métodos mágicos disponibles para viajar», sostiene Loki con su habitual cinismo.
«Incluso la tecnología de la Tierra podría servirnos si pudiéramos adaptarla a nuestros estándares», continúa explicando el Dios de las Mentiras y los Engaños ante la atenta mirada de Thor, quién está verdaderamente intrigado por la verdad que esconden las palabras de su hermanastro.
Una dolorosa verdad sobre la tecnología asgardiana
Es entonces cuando el Dios del Trueno —al mismo tiempo que nosotros, los lectores— se da cuenta de que el Puente Bifrost en los cómics de Thor nunca ha tenido un verdadero propósito en todo este tiempo. Se dio por hecha su naturaleza, pero nada más. Nadie lo discutió jamás.
Como todos saben, la tecnología asgardiana ha sido siempre la mejor y más importante de los Nueve Reinos. Sin embargo, el paso de los años y los avances tecnológicos han hecho que se quede estancada y caduca.
Tony Stark, Reed Richards, Peter Parker y otros genios humanos han permitido que nuestra civilización avance enormemente en apenas unas décadas. Los científicos asgardianos, empero, se han quedado muy por detrás y apenas han avanzado en su desarrollo.
Es algo a lo que se han enfrentado otras civilizaciones avanzadas, como es el caso de la nación africana Wakanda. Cuando estás tan por delante de los demás en desarrollo tecnológico, no te obligas a avanzar. No te renuevas. Y eso es lo que ha provocado el agujero en la historia de Thor.
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