Sonic Frontiers: 30 años de historia reinventados en una aventura de mundo abierto única

Mucho se ha hablado de que Sonic Frontiers es una ruptura con todo lo establecidoen la historia de Sonic. Y, desde luego, no podemos estar más de acuerdo con esa afirmación.

Sin embargo, para entender el concepto revolucionario de la nueva aventura de Sonic es necesario conocer bien el pasado del puercoespín azul de SEGA. Y, a poco que indaguemos en él, descubrimos que el alma de de sus anteriores juegos sigue muy viva en Frontiers.

Y es que la creación del vasto mundo abierto y del nuevo "lore" que pone de largo Sonic Frontiers no hubiera sido posible sin la experiencia acumulada por el erizo durante más de 30 años. 3 Décadas que dieron comienzo de una forma apasionante...

Sonic: el nacimiento de un mito que sí necesitábamos

A finales de la década de los 80, con NES y Master System en el mercado, Mario y Alex Kidd se disputaban el trono por ser la mascota preferida de los jugadores de todo el planeta, una batalla que, paué negarlo, iba ganando el por goleada el fontanero.

Por este motivo, SEGA decidió encargar al diseñador Naoto Öshima la creación de un nuevo héroe que se convirtiera en el estandarte de la compañía y que tuviera las capacidades necesarias para demostrar la gran potencia de su nueva consola: Mega Drive.

Así, y tras el diseño inicial de Sonic, el mítico Yuji Naka fue el principal responsable a la hora de poner a aquel erizo azul a correr a velocidades inusitadas en un título de plataformas frenético y divertido como pocos.

Fue así como nació, en 1991, Sonic the Hedgehog, un revolucionario título que impulsó de forma determinante las ventas de la consola de 16 bits y que, además, logró que el erizo azul se metiera en el corazón de millones de jugadores.

El éxito fue doble: SEGA ya tenía su mascota y, casi sin saberlo todavía, la cultura popular acababa de incorporar a su imaginario un nuevo icono que marcaría a todas las generaciones venideras.

Apoyada por el gran éxito conseguido, SEGA lanzó, solo un año después, Sonic The Hedgegog 2, una continuación que, si bien mantenía las mismas bases, añadía un gran número de novedades y mejoras, siendo una de ellas la incorporación de Tails, el carismático zorrito de dos colas que ya nunca más se despegaría del lado de Sonic.

De nuevo, el juego fue todo un éxito, lo que hizo que 1993 se convirtiera en un año de lo más prolífico para Sonic, que estrenó el genial Sonic CD, Sonic Chaos en Game Gear y el originalísimo Sonic Spinball, que mezclaba de forma magistral las plataformas con los arcade de pinball.

Este fue la una de las primeras veces en las que el erizo se atrevería a realizar una actividad a la que no nos tenía acostumbrados en sus títulos iniciales, pero antes estrenaría otros títulos plataformeros como Sonic The Hedgegog 3 y Sonic & Knucles.

Explorando nuevos horizontes y dimensiones

En los años sucesivos fueron muchos los juegos inspirados en el universo de Sonic, la mayoría de ellos siguieron apostando por el espíritu plataformero, pero otros se atrevieron a innovar de forma importante en su propuesta habitual.

Ejemplos de ellos son Sonic Labyrinth, que sorprendió por su vista isométrica; el arcade de lucha Sonic the Fighters; Sonic 3D Blast, que ya empezaba a coquetear con las 3 dimensiones; o Sonic R, el primer título de carreras protagonizado por el erizo que llegó a Europa, tras el lanzamiento de Sonic Drift y Sonic Drift 2.

Sin embargo, uno de los puntos de inflexión en la carrera de Sonic fue el lanzamiento del maravilloso Sonic Adventure, el primer gran juego en 3D del erizo que sirvió, entre otras muchas cosas, para demostrar la descomunal potencia de Dreamcast a la hora de mover entornos tridimensionales, así como la gran pericia de Sonic para recorrerlos.

Tras una secuela a la altura, la saga siguió creciendo y brindándonos juegos plataformeros imprescindibles, como los geniales Sonic Advance, Sonic Colours, Sonic Mania o Sonic Generations, pero también títulos y colaboraciones muy innovadoras, como los Mario & Sonic en los JJOO, la saga Sonic Boom, títulos deportivos como la serie Sega Superstars, nuevas apuestas por la velocidad como Sonic & Sega All Star Racing...

Volcando sus 30 años de experiencia en Sonic Frontiers

Como podéis comprobar, y como seguro ya sabíais, durante su ya madura vida hemos visto a Sonic atreverse con todo. 

El erizo ha surcado cientos de escenarios a toda velocidad, ha pilotado karts, ha jugado al tenis, ha hecho snow, nos ha hecho alucinado en su forma de Super Sonic y hasta le vimos convertirse en lobo en Sonic Unleashed.

Este aguerrido espíritu, unido a su tremendo carisma y a sus constantes ganas de reinventarse, han marcado de la trayectoria del erizo, convirtiéndolo en algo mucho más grande e importante que un simple personaje de una saga de videojuegos.

Y lo que es aún mejor. Toda esa vida de experiencias inolvidables, ese aprendizaje continuo, se ha volcado como nunca antes en su última aventura: Sonic Frontiers.

Puede que, a primera vista, Sonic Frontiers "solo" sea el primer juego de mundo abierto de la historia de Sonic, así como su aventura más grande y ambiciosa hasta la fecha. Pero, si sabemos mirar bien, hay mucho, mucho más detrás de este "renacimiento" del erizo.

Cada salto, cada looping, cada combate, cada carrera o cada uno de la infinidad de momentos épicos que ha vivido el erizo en sus 3 décadas de vida tiene su reflejo en su nueva aventura. Porque, sí; Sonic Frontiers logra romper con todo lo establecido en la serie, pero lo hace manteniendo el máximo respeto y amor por un universo que es ya parte inseparable de nosotros.

En denitiva: Sonic Frontiers es el juego perfecto para todos aquellos que quieran disfrutar del erizo desenvolviéndose en un vasto mundo abierto y descubrir los cimientos del futuro de la serie. Así mismo, lo es, también, para los que quieran descubrir a esta leyenda por primera vez. 

Pero es mucho más: Sonic Frontiers es, al mismo tiempo, un impagable homenaje a 30 años de aventuras, vivencias y experiencias sin las que la historia de los videojuegos, o nuestra propia vida, no sería la misma. Sonic... ¡Qué grande eres!