Análisis del HP Reverb G2, un visor de realidad virtual con pantalla 4K

Con la llegada del "estándar" de Windows Mixed Reality, la realidad virtual dejó de ser cosa de Oculus, HTC Vive y PlayStation VR para ser algo más universal.

Fabricantes como Lenovo, Dell, HP o Razer se lanzaron a la piscina de la realidad virtual con unos visores muy similares entre ellos, debido a que todos cumplían los mínimos exigibles por Microsoft, pero siempre con alguna cosita interesante.

Tras una primera generación que no llamó mucho la atención, HP lanzó la segunda generación de su visor y, tras probarlo durante un montón de horas con algunos de los mejores juegos de este tipo, te traemos nuestro análisis del HP Reverb G2.

Un diseño cuidado con detalles interesantes y un velcro que no es mi preferido

Voy a empezar hablando del diseño porque aquí no hay demasiado que inventar, pero no deja de ser uno de los elementos más importantes para hacer que la experiencia en el mundo virtual sea lo mejor posible.

El diseño es bastante limpio, con un visor fabricado en un plástico con acabado liso que se puede ensuciar bastante con la grasilla de los dedos, pero que me parece atractivo. 

Los visores de realidad mixta suelen ser algo aparatosos y este aparenta ser algo más premium, lejos de la sensación de "plástico barato" de otros dispositivos con este material.

En el frontal solo tenemos el logo de la marca y dos de las lentes, ya que hay otras dos en los laterales y este es un añadido de este modelo que sienta genial a la tecnología de realidad mixta de Windows. Pero bueno, de esto te hablaré más adelante.

Uno de los mejores puntos del dispositivo es que, en la parte inferior tenemos una palanca que nos deja modificar la distancia interpupilar. 

Esto es clave para personalizar la experiencia y en otros modelos suele ser algo más rudo, como mover el sistema de lentes entre varios niveles. Aquí es algo más suave y se agradece porque se adapta mejor a las particularidades de cada uno.

Vas a poder configurar desde los 60 hasta los 68 milímetros y me parece un muy buen detalle de HP. El regulador tiene la dureza suficiente como para no cambiarse por accidente y es un ajuste que es genial porque, como digo, de él depende gran parte de la experiencia en los juegos. 

En el diseño externo hay un elemento que llama la atención. Y es que, tiene dos altavoces incorporados. Son regulables y se quedan a un centímetro, más o menos, de nuestra oreja. No son unos auriculares de diadema, sino que queda algo de aire entre ellos y la cabeza.

Y el sonido es realmente bueno, la verdad. Es sorprendente la calidad que son capaces de arrojar y, si no tienes mucho ruido de fondo, vas a poder disfrutar sin problema del juego con este sistema integrado.

Ahora bien, si quieres usar tus cascos de PC, vas a poder quitar los altavoces incorporados simplemente quitando un tornillo. No tienes ni cables ni nada complicado, pero tampoco tienes un jack de 3,5 mm para conectar los auriculares directamente al visor.

Esto te va a obligar a conectarlo al PC (por lo que necesitarás un cable bastante grande) y, al final, estarás atado al ordenador tanto por el ancho DisplayPort del visor como por el jack de auriculares. También puedes optar por auriculares Bluetooth, pero no te lo recomiendo porque incorporarás latencia a la experiencia de juego.

Por cierto, en la parte trasera encontramos un pasacables que me ha dado la sensación de ser muy endeble y romperse fácil. Cuidado con eso.

En la parte que ajustamos a la cara tenemos una especie de mascarilla con gomaespuma que está imantada (para pegar y despegar fácilmente de la zona interna en el caso de que queramos hacer algún cambio) y que cuenta con un protector de nariz que, en mi caso, no me ha apretado.

Aquí cada cabeza es de su padre y su madre, por lo que solo puedo decir que el visor me ha parecido cómodo y no me produce presión sinusal, pero no es algo, para nada objetivo.

Y. como digo, me parece un visor muy cómodo que no me ha molestado durante las sesiones de juego, pero no me mola mucho el sistema de ajuste mediante velcro. En los laterales tenemos dos cinchas de velcro que solo tienes que ajustar la primera vez que te lo pones, ya que en sucesivas ocasiones tienes que usar la tira superior.

Es un sistema que, sí, no está mal, pero a mi no me gusta, ya que prefiero un sistema de ajuste más premium como el que usan algunos visores con una zona superior de plástico con acolchado y una rueda de ajuste en la parte de la nuca. 

Eso sí, entiendo que eso aumenta el precio y HP ha recortado en algunos puntos para poder ofrecer unas lentes y un panel a la altura de los mejores sistemas.

Un punto dulce espectacular, pero con un tracking limitado por la tecnología

Pero bueno, vamos a lo que marca realmente la experiencia de juego. Lo primero es que tenemos un visor que va a pedir unos recursos importantes al PC porque el refresco es de 90 Hz, sí, pero la resolución es 4K. Esto se traduce en 2.160 x 2.160 píxeles por ojo y es una auténtica burrada.

No hay muchos visores con esta resolución y, cuando pillas el punto dulce, es espectacular. El punto dulce es el centro de las lentes, ya que es la zona de más calidad en las mismas y, con un panel de menor resolución, muchas veces notamos los píxeles más grandes de lo normal.

Aquí eso no pasa y tenemos una visualización perfecta de los juegos gracias tanto al panel como a las lentes. Si te alejas de ese punto dulce, que no es muy amplio en este visor, puedes tener aberraciones comáticas, pero no he notado distorsión geométrica.

Y los colores, así como el contraste, me han gustado. No es la calidad o el contraste que ofrece un panel OLED, pero lo cierto es que los brillos de imágenes en color blanco sobre un fondo negro (los 'glares') están muy controlados y los colores son atractivos.

Eso sí, si son juegos con muchas pantallas claritas o fondos blancos, vas a tener un poco de “efecto arenilla”, pero bueno, como todo está en movimiento, es fácil que pase desapercibido.

Durante el tiempo que estuve analizando las HP Reverb G2 jugué a muchos títulos, pero sobre todo estuve con Arizona Sunshine, Beat Saber, Half Life Alyx y Moss y la experiencia en todos estos (desde Steam) fue sobresaliente.

Ahora bien, además de las lentes y la pantalla, otro elemento crucial en la experiencia de realidad virtual son los mandos. Aquí tenemos prácticamente el diseño base de los mandos de realidad mixta de Windows.

Esto se traduce en unos controles muy sencillos fabricados en plástico que cuentan con un halo repleto de puntitos de luz. No necesitas colocar sensores por la habitación, ya que son las cámaras del casco las que se encargan de "leer" esos puntos y traducir los movimientos al juego.

Esa es la ventaja de esta tecnología, ya que la instalación es realmente fácil, pero también es el principal inconveniente porque puede acarrear problemas en el tracking. 

Lo primero que tengo que decirte es que la experiencia es buena en general, sin mayores problemas incluso en juegos muy exigentes como Beat Saber, pero siempre hay un "pero" y aquí, pese a las cámaras laterales, seguimos teniendo problemas si el mando está a la altura de la frente o a la altura de la cadera.

Las cámaras no son capaces de seguir los movimientos en esa zona y se producen problemas de seguimiento durante ese tiempo. En cuanto el mando vuelve a la posición "visible", todo sigue normal. Y también puede haber problemas si superpones dos mandos, como si sostuvieras un rifle en algún juego.

Es algo que me ha pasado a veces en juegos de disparos, pero por ejemplo en juegos de tiro con arco, la experiencia es genial y, de hecho, superior a la que tenemos en otros juegos en realidad mixta de windows, precisamente, por las cámaras laterales.

El mejor sistema WMR necesita dar un paso más

Y llegamos al final del análisis de las HP Reverb G2 y la sensación es la de que hemos tenido entre manos el mejor sistema de realidad mixta de windows que hay en el mercado actualmente.

Cuesta menos de 600 euros y creo que tiene una pantalla y unas lentes a la altura de cualquier visor de una gama superior. La experiencia jugando es espectacular (siempre que tu PC pueda con ella al máximo) y me gusta tanto el diseño como la comodidad durante horas gracias a las zonas acolchadas.

El detalle de los altavoces me parece genial (sobre todo que los puedas tener o no, dependiendo de tus preferencias) y el sistema de ajuste interpupilar también es muy bueno. 

Ahora bien, está claro que para ofrecer esa experiencia visual hay que recortar en algunos apartados, pero por lo general, y teniendo en cuenta que el tracking es el típico de un sistema de realidad mixta, creo que es un muy buen primer sensor de realidad virtual.