Logo Hobbyconsolas.com
Logo HobbyCine

Guillermo del Toro y el proceso de creación de El callejón de las almas perdidas, su nueva película

El callejón de las almas perdidas

Entrevista a Guillermo del Toro en la que el guionista y director analiza el proceso de creación de El callejón de las almas perdidas (Nightmare Alley) junto a Kim Morgan.

Han pasado casi 30 años desde que Guillermo del Toro (La forma del agua) pensó en adaptar "El callejón de las almas perdidas".

Fue un proyecto que le presentó un colaborador habitual, el actor Ron Perlman, mientras hablaban después de rodar Cronos en 1992, el primer largometraje de Guillermo del Toro. “Me encantaría rehacer esa película”, le dijo Perlman a del Toro, refiriéndose a la versión de 1947 que realizó 20th Century Fox para la estrella Tyrone Power.

La película se basaba en la novela de 1946 de William Lindsay Gresham, y fue la lectura de la novela lo que acabó despertando el interés de del Toro. “La película no se parece en nada al libro”, le dijo del Toro a Perlman. “Creo que podríamos hacer otra versión del libro y dejar que la película original quede tal y como es”.

Del Toro iba a tardar casi tres décadas en retomar El callejón de las amas perdidas y por varias razones. Pero lo que acabó con ese primer intento con Perlman fue que los derechos para adaptar el libro estaban, en palabras de del Toro, "celosamente guardados" en Fox, donde Darryl F. Zanuck había hecho la película de mala gana solo para darle gusto a Tyrone Power.

Los temas de la historia, sobre un hombre que cae en espiral en una red de engaño y desesperación, no entraban en los cánones de Power, una estrella de las sesiones matinales de cine.

En el momento en que hablaron del proyecto, del Toro todavía no se había hecho un nombre como director. Con los derechos custodiados por gran estudio de Hollywood, era imposible entrar dirigirse al estudio para hablar de los derechos del libro. Así que la idea de adaptarlo fracasó cuando la atención de del Toro se centró en otros proyectos.

Después, se puso a buscar un proyecto en colaboración con la guionista Kim Morgan y ella fue quien le recordó la existencia de la novela. lo que a Morgan le había interesado de la novela era precisamente lo que había atraído a del Toro unos años antes. En 1047, los temas oscuros e implacables que abordaba la novela se suavizaron para su adaptación a la pantalla.

En esa época, Hollywood se regía bajo las estrictas leyes morales del Código Hays, en lo que del Toro describe como una especie de “jaula moral”. Del Toro también vio la oportunidad de redefinir el cine negro en la pantalla grande, lejos de las etiquetas que se han convertido en clichés desde hace mucho tiempo.

“Para mí, eran ese tipo de perogrulladas visuales como las persianas, un ventilador lento, una dama envuelta en humo, un impermeable y un sombrero fedora fieltro son cosas que no me interesan y que se han hecho miles de veces. El género es mucho más elástico e interesante que eso…El género negro cuenta una tragedia estadounidense, un terror existencial”, explica el director.

"Y proviene del choque entre el idealismo pastoral fundacional de Estados Unidos y la conmoción posterior a la Guerra Mundial, posterior a la Gran Depresión que saca a la superficie la parte más vulnerable del Sueño Americano. El despiadado mundo urbano e industrial en el que nos convertimos en la primera mitad del siglo XX”.

Del Toro y Morgan sabían que, si iban a escribir el guión, no deberían tener miedo de mostrar la parte más siniestra de Estados Unidos que el libro de Gresham describía tan bien.

Pinta una imagen de un mundo implacable de sinvergüenzas y ladrones, y la sociedad que conforman las ferias ambulantes en las que los "monstruos" se convierten en espectáculos, y a los hombres se les explota por sus vicios y sus adicciones y se ven obligados a convertirse en "geeks”, en bichos raros. Y esos temas son tan actuales entonces como ahora.

En la novela, entra en escena un misterioso personaje llamado Stanton Carlisle (que interpreta Bradley Cooper en la versión de del Toro). Descubre que tiene un talento innato para los trucos que simulan leer la mente y para el espectáculo. Y los utiliza para aprovecharse de una clientela ingenua pero cada vez más rica, sacando provecho de su dolor y de su sufrimiento para engordar su propia billetera.

Al principio, Kim Morgan y del Toro trabajaban codo con codo, pero enseguida encontraron una dinámica que consistía en la que se pasaban el guión el uno al otro. “Adaptar una novela es una tarea complicada”, dice riendo Morgan. “Yo quería seguir añadiendo cosas y él me decía: 'Si no nos andamos con cuidado esto podría terminar siendo una serie.’ Tienes que pensar cinematográficamente”.

Sin embargo, Del Toro dice que Morgan puso a prueba sus ideas sobre lo que debía figurar en la película. Sobre todo una escena fundamental que del Toro quería omitir y que Morgan insistió en que debía estar en la película. “Kim tenía toda la razón y yo estaba equivocado”, señala del Toro, que tiene mucho cuidado de no destripar información para aquellos que no están familiarizados con la novela.

Para del Toro y Morgan también era importante que las tres mujeres en la vida de Stanton Carlisle ayudaran a comprender a un personaje que, en última instancia, podría ser el villano de la obra. “Queríamos utilizar esos papeles de diferentes formas”, explica del Toro.

Y añade: “Las tres mujeres se complementan. Tenemos a Molly (Rooney Mara), que es lista, inteligente y encantadora, a Lady Zeena (Toni Collette), que es maternal pero con un gran atractivo sexual. Pero su sexualidad no es un castigo. No termina perdida o destruida como suele ocurrir con ese tipo de personajes. Y la tercera es Lilith (Cate Blanchett), que representa una especie de ángel vengador”.

Lilith podría haber sido la femme fatale prototípica en una adaptación de "El callejón de las almas perdidas" que se hubiera decantado por el cliché del cine negro, pero para del Toro y Morgan era importante que el personaje superara ciertas limitaciones.

La pareja también se sumergió en la creación del universo de la película, construyendo una feria ambulante muy elaborada para la primera mitad de la película y la rica vida de ciudad cuando Stan y Molly abandonan definitivamente a sus amigos feriantes.

Del Toro consiguió convencer a Ron Perlman para que interpretara a Bruno, y el reparto se enriqueció aún más con un elenco que incluía a Willem Dafoe, Richard Jenkins, David Strathairn y otros muchos. Cada uno de ellos interpreta personajes que han sido extraídos cuidadosamente de las páginas de la novela.

El cine negro es un género muy influenciado por el terror”, dice del Toro. “Exige cierta actitud moral o humanista. Elegimos representar a cada personaje con una compasión y una honestidad inquebrantables. Queríamos dar a cada personaje una oportunidad para brillar por sí mismo”.

“Stan siempre está intentando ascender en la vida”, añade Morgan. “Para superarse a sí mismo. Pero lo que hace es ir al encuentro de su destino. Y solo conseguirá hundirse”.

“Al final de la película”, resume del Toro, “Stan se va a enfrentar a la verdad: a él mismo. No puede esconderse detrás de ninguna máscara, solo puede enfrentarse a lo que es. Y ese momento necesitaba ser veraz y brutal". 

"Para nosotros, ese es un momento sagrado de la vida en el que te ves reflejado en un espejo y todos tus defectos y locuras se muestran tal y como son. Gresham lo expresó con gran elocuencia. En una pequeña tarjeta encontrada entre sus pertenencias personales, había una frase muy sencilla: ‘Es mejor morir que enfrentarse a la verdad’.”

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.