11-11 Memories Retold es uno de los juegos más sorprendentes que nos hemos encontrado de cara a finales de año (llegará a PS4, Xbox One y PC el próximo 9 de noviembre). Y no nos referimos a su ambientación, durante la Primera Guerra Mundial o a sus protagonistas -después llegaremos a eso- sino a un apartado visual único. Se trata del juego que mejor refleja un estilo pictórico con cada imagen... pero es que además se trata del impresionismo.
¿Cómo es posible que 11-11 Memories Retold sea un juego impresionista? Los modelos y escenarios están realizados en 3D, pero las texturas tienen una paleta de colores pastel que recuerda muchísimo a las obras de Monet o Renoir. Como en aquellos cuadros, si nos acercamos mucho a la pantalla, los elementos pierden definición y nos encontramos con un montón de pinceladas en movimiento, pero si nos alejamos nuestros ojos generan la ilusión de formas definidas. Seguro que las pantallas que acompañan a estas impresiones os permiten haceros una idea.
En cualquier caso 11-11 Memories Retold es más que "una cara bonita". Nosotros hemos podido jugar una demo de unos quince minutos de duración para descubrir lo que promete. En primer lugar, se trata de una historia melancólica. Es cierto que está enmarcada en la gran guerra, pero no es un juego bélico. Se trata de una aventura gráfica que habla de la pérdida y de la amistad que surge en tiempos de guerra. Algo similar al acercamiento que tenía Valiant Hearts. Los protagonistas murieron en Flandes, pero tenemos la oportunidad de viajar atrás en el tiempo y conocer sus últimos días.
Los tres protagonistas a los que hemos conocido son Harry (un fotógrafo británico que se alista en el ejército para documentar la lucha en las trincheras), Kurt, un ingeniero alemán que deja una fábrica de dirigibles para buscar a su hijo Max en el frente y un gato, del que no podemos deciros mucho más. La acción salta de un personaje a otro en tramos cortos, que coinciden en el tiempo, y que nos permiten ver el conflicto desde dos perspectivas.
Otro recurso de 11-11 Memories Retold, que aún hace más íntima la experiencia, es el apartado sonoro. Por una parte, tenemos una banda sonora con temas que nos han calado profundo, y por otra, Harry y Kurt nos cuentan constantemente lo que sienten a través de reflexiones con voz en off.
En cuanto al aspecto puramente jugable, nos encontramos con una aventura gráfica sencilla, en que cada situación se resuelve con un pequeño puzle y casi todo el peso recae en el estilo artístico y la parte narrativa (sólo los niveles con el gato requieren un salto ocasional). Sin embargo, tenemos que decir que esta demo nos ha dejado con la miel en los labios y la promesa de que el juego de Bandai Namco puede dar mucho más de sí. Las circunstancias hacen que Harry y Kurt coincidan en el frente en Viny, el 9 de abril de 1917.
A partir de ese momento, sus vínculos s estrechan, y comienza lo más interesante de Memories Retold: la posibilidad de tomar decisiones que alteren el curso de los acontecimientos.
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