El próximo 30 de marzo se lanza Narita Boy en PS4, Xbox One, Nintendo Switch y PC, un juego al que llevábamos siguiendo la pista desde que se anunció en Kickstarter en 2017. Este título del equipo barcelonés Studio Koba nos había "picado la curiosidad" por un demoledor estilo pixelart con animaciones a mano y un montón de referencias a los años 80.
Ya hemos podido jugar los tres primeros capítulos de Narita Boy. Y el juego se ha destapado como un prometedor "metroidvania" en 2D cargado de personalidad, que nos ofrece una mezcla exploración con "backtracking" (regresar a zonas por las que ya hemos pasado para abrir nuevos lugares), plataformas y unos combates eléctricos a espada.
Pero ¿quién es este Narita Boy? Pues es el protagonista de un videojuego ficticio que se lanzó en la consola Narita One, en los años ochenta. Y también se convierte en nuestro alter ego en el mundo digital para hacer frente a una entidad malvada, HIM, y a sus esbirros, conocidos como los stallion.
En este "juego dentro del juego" nuestra labor es devolver el orden al reino digital y evitar que la corrupción se extienda. Y no basta con llevarnos por delante a todos los stallion que se crucen en nuestro camino.
Una historia retro épica
Resulta que Narita Boy -que debe su nombre a la ciudad japonesa en que nació su creador- es también el elegido, capaz de empuñar la Tecnoespada y dominar el Tricroma (una especie de fuerza mística) y puede recuperar los recuerdos del creador para hacer que "despierte" e imponga el orden.
Toda esta historia, que parece un poco enrevesada, cobra sentido a medida que avanzamos. Que no os asuste la terminología. Cualquier duda se nos ha quitado en el momento en que hemos agarrado el mando y hemos comenzado a explorar los escenarios cibernéticos de Narita Boy, que reflejan el retrofuturismo de un modo único.
Y si la ambientación nos encanta, aún mejores impresiones nos ha dejado el combate, que gana profundidad a medida que aprendemos nuevas habilidades. De la estocada básica y el disparo, pasamos a los ataques aéreos, dash, esquiva, golpes cargados... nos hará falta dominar todas estas habilidades para hacer frente a un buen puñado de enemigos finales.
Y como ya hemos adelantado, todo salpicado de referencias a los años 80, desde Tron a Masters del Universo. Lo que nos propone Narita Boy es un regreso a aquella época, cargado de referencias que le volarán la cabeza a los amantes de la retroinformática.
Vuelven los floppys, el código máquina y una terminología que nos ha devuelto a nuestra infancia, imaginando qué ocurría en las "tripas" del ordenador mientras nosotros tecleábamos comandos sencillos en BASIC. Si os gusta el retro, os dejamos nuestro análisis de Cyber-Shadow que recupera el estilo de los juegos clásicos de ninjas.
Arte inspirado en los 16 bits
Para el final hemos querido dejar el apartado técnico y artístico, que habla por sí sólo. Los escenarios enormes, el uso de la cámara y las animaciones a mano nos han recordado a juegos clásicos como Another World, pero con un nivel de detalle muy superior y con una iluminación muy cuidada.
Y todo se presenta con un efecto CRT inigualable, que va mucho más allá de añadir las típicas scanlines (en nuestro próximo análisis de Narita Boy profundizaremos en todos los "trucos" utilizados para que nos sintamos como si estuviéramos frente a un viejo monitor de tubo).
La capa final reside en el apartado sonoro, con temas electrónicos muy contundentes que marcan el ritmo de nuestro avance. Si Narita Boy ya tenía nuestra atención, después de esta primera toma de contacto, nos ha conquistado.
A falta de profundizar en sus mecánicas, dificultad y otros elementos del desarrollo, haríais muy bien en marcar en vuestro calendario su fecha de lanzamiento, el próximo 30 de marzo en todas las plataformas.
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