Impresiones de Redfall: los vampiros de Arkane vienen dispuestos a succionar hasta la última gota de... nuestro tiempo

Arkane es uno de los pocos estudios actuales de los que se puede decir que nunca fallan y siempre son sinónimo de calidad. Y buena prueba de ello es la saga Dishonored, el reboot de Prey o Deathloop, todos ellos juegazos como la copa de un pino.

Hasta ahora todos esos juegos habían sido multiplataforma, pero, como ya sabéis, en 2020 Microsoft adquirió ZeniMax, de manera que Arkane lleva ya varios años formando parte de la familia Xbox Game Studios. 

Y su primer trabajo en exclusiva para Xbox Series X|S y PC es Redfall, un juego de vampiros que contiene dos elementos bastante atípicos para el estudio: mundo abierto y multijugador cooperativo. 

Esto podía suscitar algunas dudas, pues en Arkane son conocidos principalmente por los juegos para un jugador y por su excepcional diseño de niveles. Pero tras haber pasado más de una hora a los mandos, podemos decir que Redfall es puro Arkane. Os lo contamos en estas impresiones.

Vampiros, de Arkane Austin

Lo primero que hay que dejar claro es que, pese a su carácter multijugador, Redfall se puede jugar de principio a fin en solitario. Es más, en esta sesión de prueba el cooperativo no estaba disponible, así que jugamos en todo momento sin compañía.

La demostración tenía lugar en un punto avanzado de la historia, y lo primero que tuvimos que hacer fue elegir entre uno de los cuatro personajes disponibles: Layla Ellison, Jacob Boyer, Devinder Crousley y Remi de la Rosa.

Además de un look y una personalidad diferentes, cada uno de ellos cuenta con tres habilidades únicas. Si habéis jugado a Destiny esto os resultará muy familiar, pues tenemos una habilidad asignada al gatillo izquierdo, otra habilidad asignada al derecho y una habilidad definitiva que se realiza al pulsar ambos.

Tras comprobar las habilidades de cada uno, nos decantamos por Devinder, que es una especie de streamer que aprovecha el caos en Redfall para que los números de su canal suban como la espuma. Pero eso no significa que esté indefenso.

Una de sus habilidades consiste en lanzar una estaca que paraliza a los enemigos que estén dentro de su radio de acción, mientras que la otra es muy similar a la habilidad "guiño" de Dishonored: Devinder lanza un dispositivo y, si volvemos a pulsar el botón, se teletransporta hasta su posición. Muy útil para salir de apuros o alcanzar lugares elevados.

Por último, la habilidad definitiva de Devinder consiste en clavar en el suelo un emisor de luz ultravioleta que petrifica a cualquier vampiro que esté cerca. 

Como veis, la jugabilidad de Dev está enfocada al control de multitudes, haciendo mucho daño en zonas muy amplias. Y, por supuesto, cada personaje de Redfall está orientado a un estilo de juego. Ricardo Bare, su director creativo, nos contaba que los fans de los anteriores juegos de Arkane seguramente se decanten por el estilo sigiloso de Jacob Boyer.

Por cierto, tras esta sesión de prueba podemos confirmar que Redfall llegará completamente doblado al castellano. A Devinder lo dobla el bueno de Claudio Serrano, así que si os mola su voz, ya sabéis a quién tenéis que coger.

Tras abandonar la estación de bomberos que sirve como HUB, salimos a las calles de Redfall para poner a prueba la acción del nuevo juego de Arkane. De nuevo, como en Destiny, nuestro personaje tiene tres espacios para armas en los que podemos equipar lo que queramos.

Pero pronto descubrimos que hay que elegir muy sabiamente el equipo, pues los distintos tipos de enemigos requieren estrategias muy diferentes. Los humanos son lógicamente lo más básico y cualquier arma funciona bien contra ellos, pero en cuanto un vampiro se suma a la fiesta... las cosas se complican bastante.

Con los vampiros, la munición normal sólo sirve para dejarlos atontados durante unos segundos cuando su salud llega a cero. En ese punto, debemos usar alguna de las armas que tengan acoplada una bayoneta para acercarnos y atravesar con ella su corazón. De lo contrario, el vampiro seguirá luchando.

Por suerte, no es el único método que tenemos a nuestro alcance para acabar con ellos: el fuego les causa mucho daño, la luz ultravioleta los petrifica y, cuando todo lo demás falla, podemos recurrir a las viejas pero siempre fiables estacas. 

En esta demostración de Redfall conseguimos dos armas realmente útiles: un lanzaestacas, que era capaz de acabar con los vampiros de un único disparo pero tardaba la vida en recargarse, y un emisor de rayos ultravioleta que petrificaba a los vampiros tras exponerlos durante varios segundos a su luz. Había que acercarse rápidamente y hacerlos añicos con un ataque cuerpo a cuerpo, eso sí.

Como veis va a haber una gran variedad de armas en Redfall (no hemos hablado de cosas básicas, como pistolas, ametralladoras o escopetas, porque ya habréis dado por hecho que están). Curiosamente, el juego de Arkane cuenta con un sistema de rareza a lo Diablo, así que al derrotar enemigos o abrir cofres, obtenemos nuevas armas con diferentes atributos.

Algo que nos llamó mucho la atención es que Redfall es un juego desafiante y se muere con facilidad. Pese a que a primera vista no se diferencia demasiado de otros shooters en primera persona, la jugabilidad es más sesuda y no se llega demasiado lejos disparando a lo loco. Además, los botiquines son limitados y usarlos lleva su tiempo.

Vale, ¿y qué hay del mundo abierto? Pues en primer lugar hay que decir que la ciudad de Redfall no es excesivamente grande, pero sí se trata de un escenario denso con localizaciones muy trabajadas. Y, sinceramente, preferimos esto antes que cualquier otro mundo abierto kilómetrico insípido.

La misión principal disponible en esta demostración nos llevaba hasta la casa de uno de los dioses vampiro en busca de pistas, y fue ahí donde nos quedó claro que Redfall es un juego de Arkane 100%. El diseño de la mansión era espectacular: había un montón de habitaciones diferentes, varias plantas, salas ocultas, ventanas que nos permitían acceder al tejado para llegar a nuevas zonas...

Y todo esto se complementaba con la habitual construcción de universo marca Arkane: los diálogos, las notas que encontrábamos desperdigadas, las diferentes situaciones que se planteaban... Todo servía para crear una atmósfera fantástica que nos metió de lleno en la historia, logrando que nos sintiésemos como investigadores paranormales.

Tras superar el objetivo de la misión, pudimos saborear una de las mecánicas más interesantes de Redfall: al llevar a cabo diferentes acciones en el mundo abierto, el enfado de los dioses vampiro va en aumento. Cuando llega a su punto álgido (indicado por un medidor), mandan a por nosotros al atronador.

Se trata de un vampiro mucho más fuerte y grande que el resto que nos persigue de manera implacable. Las únicas opciones viables son correr... o tener la certeza de que contamos con suficiente munición para tumbarlo. 

Si habéis jugado a Prey, es una situación similar a la que se daba con las criaturas conocidas como Pesadilla. Y en este caso, al eliminarlo deja caer objetos muy valiosos.

En esta demostración también pudimos probar algunas de las actividades secundarias que nos esperan en Redfall. Una de ellas son los llamados nidos, una suerte de minimazmorras de diseño relativamente lineal en las que debemos alcanzar y destruir el corazón que aguarda en lo más profundo.

Una vez lo hagamos, tenemos sólo unos segundos para recoger todo el botín que podamos y escapar antes de que se derrumbe, así que es uno de esos casos en los que organizarnos con nuestros compañeros va a ser necesario si queremos maximizar las recompensas.

En los nidos se encuentra uno de los pocos aspectos negativos que advertimos en esta sesión de prueba de Redfall, pues su diseño parece ser aleatorio, y en varias ocasiones nos encontramos con nidos cuyo interior repetía habitaciones que ya habíamos visitado previamente.

En cualquier caso, si ya le teníamos ganas a Redfall, después del buen rato que pasamos en esta prueba nuestras ganas sólo se han incrementado. Si vosotros también también tenéis ganas de machacar vampiros, recordad que el día 2 de mayo tenéis una cita importante en la ciudad de Redfall. Y más os vale no hacer esperar a vuestros huéspedes... porque se mueren de sed.