Tras varias semanas de uso, este es nuestro análisis del Lenovo Legion Slim 7 de sexta generación, un portátil ideal para jugar y trabajar que cuenta con lo último de AMD y una pantalla de alta gama.
Aunque la séptima generación de los Lenovo Legion 7 está a la vuelta de la esquina, ahora vamos con la review de este Legion Slim 7 Gen 6 que sigue siendo una de las mejores propuestas en lo que a portátiles híbridos se refiere.
¿Híbridos por qué? Pues porque tiene un buen hardware para jugar, pero también pasa desapercibido en un entorno profesional y, además, es todoterreno porque vas a poder editar foto y vídeo gracias al lector SD y a la pantalla bien calibrada.
Si estabas buscando un portátil con estas características, sigue leyendo.
Identidad y una pantalla para gozar en shooters
Una de las cosas que me disgustaban (sí, con todo el sentido de la palabra) de los portátiles gaming es que eran muy... gaming. Eran llamativos a propósito y, al menos a mi, no me apetecía sacarlos de casa.
Con accesorios como teclados o auriculares soy bastante más permisivo porque los uso en casa y me dan igual los diseños raros y las lucecitas, pero con un portátil con el que juego, sí, pero también voy en el tren, en el avión o a la oficina, la cosa cambia.
Quería algo sobrio y no muy llamativo, algo incompatible con la condición de equipo gaming. Sin embargo, de unos años a esta parte la cosa ha cambiado y ahora son bastante más serios, bonitos y todoterreno.
Y Lenovo, precisamente, es de las que ha encontrado un diseño que se ha convertido en una seña de identidad, como pueden tener los portátiles Asus o Apple.
El chasis es metálico y me parece muy elegante. Tiene el logo de Lenovo en un lateral y el de Legion en el otro este, además, se ilumina en RGB y consigue no ser histriónico. La bisagra me ha gustado y me transmite confianza, tiene puertos tanto en la trasera como en los laterales y las sensaciones son de un equipo muy premium.
Lo que no me ha gustado nada es que las huellas se pegan que da gusto y el chasis es bastante complicado de limpiar, pero bueno, más allá de eso, considero que Lenovo ha hecho un gran trabajo a nivel estético.
Respecto a los puertos, tenemos dos USB-A, dos USB-C, jack de auriculares, un lector de SD de tamaño completo y la entrada de alimentación... y sí, echo en falta un puerto RJ45 para conectarme a internet por cable.
Considero que habría sido posible añadir ese puerto en la trasera perfectamente, pero lamentablemente no ha sido así.
Pero bueno, cuando abrimos el equipo nos encontramos una pantalla IPS que está muy bien calibrada, que tiene una diagonal de 15,6" y que cuenta con tecnología G-Sync. Esto viene genial para evitar lo máximo posible el tearing a la vez que se mantiene una alta tasa de frames, y aquí el refresco es de 165 Hz.
Para shooters competitivos como Overwatch, lo cierto es que viene genial tener una alta tasa de refresco (ahora te cuento cómo rinde el juego con la RTX 3060) y el panel se ve francamente bien.
Tiene unos correctos ángulos de visión, es compatible con contenido Dolby Vision y tiene un brillo de 300 nits que es suficiente para interiores, pero que al lado de un ventanal o en el AVE si la luz incide directamente, se ve algo regular.
Por otro lado, el sonido de los altavoces es bueno, pero el problema es el de casi siempre con estos equipos: cuando empezamos a jugar, más vale tener auriculares, ya que los dos ventiladores soplan bastante.
AMD e Intel hacen muy buenas migas
Pero bueno, vamos al interior porque hay tela que cortar. Lo primero es que tiene sistema preinstalado, así que vas a tener Windows 11 en cuanto lo saques de la caja. Esta siempre es una ventaja porque ya hemos visto que otros equipos -el MSI Pulse GL76 que analizamos hace unos meses- vienen con un sistema libre que nos obliga a instalar Windows.
Dicho esto, el procesador es el AMD Ryzen 7 5800H. Es un procesador de 8 núcleos y 16 hilos con una frecuencia base de 3,2 GHz y un boost de hasta 4,4 GHz. Rinde muy bien en todo tipo de juegos, pero también es un muy buen procesador para editar vídeo y fotografía RAW.
Está acompañado por 16 GB de memoria RAM y una RTX 3060 que, a estas alturas, no necesita presentación. Me parece una buena combinación para jugar a muy buen nivel tanto gráfico como de FPS en la resolución 1.080p del panel. Si tuviésemos un panel a 1.440p, la GPU se quedaría corta, pero para FullHD va bien.
Como siempre, hemos probado una serie de juegos en su configuración máxima y tanto Control como Overwatch nos han dejado muy buen sabor de boca. God of War también rinde genial, pero el hardware no es suficiente para jugar a Cyberpunk 2077 en ultra con raytracing al máximo.
La media es de 30 fps, sí, pero eso significa que baja por encima de esos 30 fps, sobre todo en las fases de acción que es cuando más falta hace una buena tasa. Habilitamos el DLSS, pero no fue suficiente, así que ti quieres jugar a este título y te mola este portátil, que sepas que podrás jugar perfectamente al juego de CD Projekt, pero tendrás que limitar el ray tracing.
Y algo que me encanta de los equipos con procesador AMD es que gestionan bastante bien la temperatura gracias a su litografía. Que tengamos temperaturas de 90 grados en algún juego te puede parecer exagerado, pero si el procesador fuera Intel, estaría en todos los juegos entre los 90 y los 100 grados.
Lo que no aguanta es la batería, aunque no es una sorpresa. Va a depender mucho del juego, pero sobrepasar la hora y media jugando será un hito. Además, lejos del enchufe se limita el rendimiento, por lo que no deja de ser un portátil "de sobremesa" para jugar, como casi todos los equipos de esta clase.
Para trabajar sí he podido disfrutar de entre 4 y 5 horas de ofimática, una cifra que no está nada mal.
Si no puedes esperar a la última gen, esta te puede dar muchas alegrías
Y, al final, tenemos entre manos un portátil con un diseño elegante y que se presta, por sus dimensiones y peso, a ser llevado en la mochila a clase, a la ofi o de vacaciones.
Los materiales del chasis son premium, me gusta la sensación con el teclado y touchpad para escribir y pasar horas creando contenido, pero sobre todo, creo que el rendimiento es el correcto.
El procesador de AMD sabe controlar la temperatura y gracias a la RTX 3060 tenemos una muy buena calidad tanto visual como de FPS para esa pantalla FullHD.
¿Qué le pediría? Un puerto Ethernet y algo más de brillo al panel para ser más todoterreno, pero por lo demás, se trata de un portátil gaming de lo más interesante.
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