Rockstar lanzará el próximo 26 de octubre Red Dead Redemption 2, el juego más esperado del año (y para muchos de nosotros, de la generación) en que conoceremos al forajido Arthur Morgan, y profundizaremos en las interioridades de la banda de Dutch Van Der Linde. Mientras se acerca el lanzamiento de RDR2, tenemos algún remedio para ir matando el gusanillo. Por supuesto, podemos volver a jugar la primera entrega de este sandbox, Red Dead Redemption, retrocompatible en Xbox One (si jugamos en Xbox One X, también en resolución 4K).
Pero existe otro modo aún más curioso. Gracias al lanzamiento de la versión remasterizada de L.A. Noire para PS4 (en 4K en la versión PRO), Xbox One y Nintendo Switch (con controles táctiles), podemos descubrir un par de easter egg que sugieren que las aventuras del detective Cole Phelps en Los Angeles en 1947 transcurren en el mismo universo que las de John Marston a principios del siglo XX. Por supuesto, con varios años entre ambos juegos, hay muchos cabos sueltos que no se pueden explicar (como el hecho de que los objetos hayan viajado desde New Austin a L.A.).
Los huevos de pascua de los que os hablamos tienen lugar en el caso el asesinato de la media de seda, que transcurre cuando Phelps pertenece al departamento de homicidios. La escena del crimen se localiza en uno de los callejones que se encuentran tras el ayuntamiento, allí, además de investigar el cuerpo de la víctima, podemos encontrar el sombrero vaquero de John Marston en un cubo de basura. No hay una referencia explícita, pero el modelo parece exacto.
En el caso el Black Caesar de LA. Noire, cuando Phelps trabaja en el departamento de antivicio, podemos visitar un local de comida rápida, que en realidad es la tapadera de un negocio de distribución de droga. Mientras investigamos, en la encimera de la cocina podemos encontrar un par de tostadas con la cara de Marston "quemada" sobre la superficie.
Si hay algo que caracteriza a los juegos de Rockstar es su atención por el detalle. En el caso de Red Dead Redemption 2 parece que hayan traspasado la barrera del medio; ya no se trata (solamente) de un juego, sino de una experiencia inolvidable y diferente para cada jugador. Durante nuestra presentación exclusiva -pudimos asistir a un gameplay de más de 40 minutos, visitar las instalaciones de Rockstar North en Edimburgo y hablar con Rob Nelson, codirector del estudio- no se referían a él como un videojuego; los escenarios se han convertido en “lugares que visitar” y el guión es “una historia épica de honor y lealtad”.
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