Análisis de Age of Mythology Retold, un espectacular y exigente juego de estrategia
Uno de los juegos de estrategia más divertidos de todos los tiempos en PC regresa con mejores gráficos y una jugabilidad más moderna. ¡Alabado sea Age of Mythology!
Hace un año, Microsoft hizo una buena jugada con Age of Empires 2 Definitive Edition, una suerte de remaster de su hit de la estrategia. Ahora, mantenemos la velocidad de crucero con Age of Mythology Retold para Xbox Series X|S y PC, gracias a la ayuda de los dioses... y de Game Pass desde el día 1.
Del mismo modo que AoE 2, este nuevo juego es una puesta al día de ese clásico Age of Mythology lanzado allá por 2002. World's Edge y Forgotten Empires toman el relevo de Ensemble Studios para traernos el mismo desarrollo, pero con muchas mejoras jugables y gráficas.
Por si no lo conocíais, a grandes rasgos Age of Mythology se juega igual que Age of Empires: hemos de construir núcleos urbanos y, con ellos ir edificando casas para los colonos, cuarteles de adiestramiento para generar nuevos soldados, granjas o almacenes para la comida...
Mientras los civiles se encargan de conseguir suministros (carne, madera y oro), los militares han de ir fortaleciéndose para ser capaces tanto de defender el asentamiento como para atacar los de los rivales.
Cuando los recursos son suficientes y hemos construido los edificios adecuados, podemos aumentar de edad (clásica, heroica...), lo que nos da acceso a mejores edificios y unidades.
Como decíamos, esto es idéntico al planteamiento de Age of Empires, pero la gran diferencia está en que aquí el realismo se tira directamente por la borda y entran en escena tanto los dioses como los héroes mitológicos de cuatro civilizaciones: griegos, atlantes, egipcios y nórdicos.
Así, para poder pasar a la segunda edad, por ejemplo, hemos de construir templos para que los ciudadanos recen y ganemos puntos de favor de los dioses. Con ellos, no solo podemos generar criaturas mitológicas que nos ayuden (desde dragones hasta áspides gigantes o minotauros), sino también la posibilidad de invocar el mismísimo poder de los dioses.
Dependiendo del dios al que elijamos venerar al cambiar de era (siempre podemos elegir entre dos), tendremos a nuestra disposición unos poderes concretos: provocar plagas de peste, lluvias de hielo, teletransportar soldados o invocar señuelos que atraigan a los animales son solo algunos de ellos.
En esta entrega se ha añado una edad nueva, la de las maravillas. En esa era, el uso de los poderes es más barato.
Dado que estos poderes generan cambios muy drásticos en la partida, en el juego original solo se podían usar una vez por sesión. Ahora, se pueden usar más veces, pero cuestan una gran cantidad de puntos de favor, así que tendréis que rezar muuucho en los templos... Sin embargo, hay civilizaciones que ganan favor con otros métodos. Peleando, por ejemplo.
Como hay muchas facetas por dominar, tenemos un sencillo tutorial que nos enseña no solo los fundamentos de la partida, sino también las particularidades de cada civilización. Por ejemplo, los soldados nórdicos pueden construir gran cantidad de edificios, mientras que en el caso de los atlantes, esa tarea se reserva a los civiles.
Batallas "ar kanto"
Una vez dominemos lo básico, podemos optar por un modo campaña que nos va contando una historia dividida en 3 subcampañas, recurriendo a personajes muy conocidos como Hércules para crear enfrentamientos entre civilizaciones. Arkantos es el protagonista de este modo, pero no podrá avanzar si no le ayudamos a crear grandes ejércitos.
Por ejemplo, la primera campaña arranca con la búsqueda del tridente robado a los atlantes. Tenemos más de 50 batallas por librar en este modo.
Si lo preferimos, podemos lanzarnos a por escaramuzas concretas que nosotros mismos diseñemos, eligiendo los bandos rivales, el escenario (hay 40 mapas diferentes) o las condiciones de batalla: ritmo rápido, empezar con muchos recursos, centrarnos en un regicidio...
Lógicamente, podemos competir (o cooperar) contra un jugador humano online, incluso con juego cruzado entre plataformas. Pero también podemos dar caña contra la CPU en este modo. En principio hay 6 niveles de dificultad, pero puede que ya el segundo os haga poner los 5 sentidos si no estáis muy acostumbrados a este tipo de juegos.
Al margen de estas batallas más personalizadas, también existen los llamados Combates míticos, en los que libramos batallas sueltas con una serie de circunstancias ya predefinidas, muy centradas en el espectáculo.
Más allá de los modos de juego, tenemos el llamado Árbol de tecnologías, donde podemos ver cómo evolucionan nuestros poderes y habilidades en función de los dioses que vayamos eligiendo en la partida.
También hay un descomunal glosario donde podemos consultar todos los tipos de unidades, edificios, civilizaciones y hasta conceptos especiales como... ¿un balón de fútbol?
Por último, encontramos un apartado dedicado solo a mods, por lo que la comunidad podrá ponerse las botas diseñando experiencias a su gusto. ¿Qué tal una batalla de dioses contra superhéroes?
Mismo panteón, más ambrosía
El apartado visual ha experimentado un buen subidón, como era de esperar 20 años después. Es verdad que, en los planos cortos, los modelos de personajes acusan sus humildes orígenes y tienen poco detalle, pero hay que tener en cuenta que el juego está pensado para verse desde una vista alejada en la que, además, pueden aparecer decenas y decenas de unidades simultáneamente.
Por si lo dudabais: sí, tenemos control total sobre la cámara y podemos alejar y acercar dentro de un enorme rango. Aun así, es muy recomendable estar pendientes constantemente del minimapa para ver qué anda tramando el enemigo.
La mejora gráfica se nota especialmente en los edificios, las unidades mitológicas (es una chulada ver al dragón en acción, por ejemplo) y en los propios escenarios, mucho más detallados y vivos ahora. Mención especial para el agua o para los efectos especiales durante el uso de los poderes de los dioses.
No es que sean unos efectos a la última que os dejen boquiabiertos, pero su presencia constante hacen que las partidas sean muy distendidas y coloridas, frente al tono algo más "sobrio" de Age of Empires.
Las voces están bien dobladas al castellano, con algún que otro actor que os sonará, pero es cierto que los volúmenes no están bien equilibrados por ahora. También se escapan algunas voces en inglés, pero los desarrolladores ya han dejado claro que la versión final tendrá esos problemas subsanados.
Con todo lo que hemos contado, puede que parezca que el juego es más loco y, quizá, más fácil que AoE a poco que consigamos algunas criaturas brutotas, pero nada más lejos de la realidad.
Este es un juego muy técnico, en el que hay que pensar como en una partida de ajedrez e ir atendiendo todas las necesidades de nuestro asentamiento. ¿Tenemos suficientes árboles o animales cerca para obtener materias primas? ¿Estamos defendiendo bien todos los accesos al núcleo urbano? ¿Estamos siguiendo un ritmo constante de crecimiento para subir de edad?
Si os relajáis demasiado, puede que os lluevan los soldados enemigos al lado y el trabajo de varios minutos se vaya al traste porque no habíais almacenado recursos para reabasteceros. No es un juego injusto, pero requiere paciencia y, lógicamente, estrategia.
En cualquier caso, esta nueva versión incorpora algunas mejoras de calidad de vida. Por ejemplo, pulsando un par de botones podemos asignar una estrategia general para los civiles: que se centren en buscar oro, que den prioridad a la madera, que recolecten de forma equilibrada... Esto ayuda mucho a automatizar ciertas tareas que originalmente abarcábamos más a mano.
Si se nos atraganta una campaña concreta y morimos, podemos reintentar esa parte con un nivel de dificultad más bajo. Que no os pueda el orgullo, que al final se trata de pasarlo bien...
La interfaz también es mucho más moderna, con una visión más clara del escenario y múltiples accesos directos a los comandos más importantes. Incluso es cómodo de utilizar con un mando, por mucho que no se pueda comparar a la tradicional mezcla de teclado y ratón.
En conjunto, Age of Mythology Retold es un magnífico y completísimo juego de estrategia (como ya lo era en 2002), lleno de momentos divertidos y locos sin sacrificar la parte sesuda de la experiencia de juego. Quizá no sea el más potente técnicamente del sector o su curva de aprendizaje sea un pelín escarpada, pero... ¿en cuántos juegos puedes enfrentar cíclopes contra momias?
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VALORACIÓN:
Los dioses son inmortales y este juego también: sigue siendo tan divertido como hace 20 años y ha recibido el lavado de cara justo para seguir siendo atractivo.LO MEJOR:
Desatar los poderes de los dioses o ver a las crituras mitológicas más bestias en acción. Hay muchísimo por descubrir.LO PEOR:
La curva de dificultad puede atragantarse a los novatos. Algunas facetas gráficas dejan ver que vienen de un juego con 20 años de vida.Versión comentada: PC
85
Muy buenoOtros artículos interesantes:
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