Análisis de Bayonetta y Vanquish para PS4 y Xbox One a 200 por hora
Bayonetta & Vanquish 10th Anniversary Bundle es exactamente lo que esperábamos, ni más ni menos: un recopilatorio con dos de los mejores trabajos de PlatinumGames, con una mayor tasa de imágenes por segundo y resolución aumentada. Si buscáis novedades de peso no las vais a encontrar, pero si sois fans de la acción desenfrenada (o de la acción, a secas) no tendríais ni que pensároslo. Es un camarelito.
Bayonetta & Vanquish 10th Anniversary Bundle ha sido realizado por Armature Studio (responsables de un gran número de adaptaciones) y han hecho un gran trabajo. Desde luego, nosotros no hemos detectado ningún tipo de ralentización ni nada parecido; ambos juegos se mueven como la seda. Incluso imperfecciones como la desincronización de diálogos durante algunas escenas de vídeo de Vanquish sigue presente.
Porque estamos ante una remasterización de Vanquish y Bayonetta en el sentido más estricto: se ha aumentado la resolución (1080p en consolas "base" y 4K en PS4 Pro y Xbox One X), el framerate es más estable (en el caso de Bayonetta) y se ha subido a 60fps en el de Vanquish (tiene gracia, en nuestra memoria la versión original se movía a esa velocidad). Y ya; no esperéis ningún tipo de novedad, cambio o mejora destacable más allá de eso.
Con esto aclarado, en nuestro análisis de Bayonetta y Vanquish para PS4 y Xbox One vamos a profundizar en los motivos que hacen tan especiales a ambos juegos. Y por qué, diez años después, siguen siendo joyas de la acción que todo el mundo debería experimentar.
Bayonquish
Lo cierto es que, pese a ser dos juegos de acción a alta velocidad, Bayonetta y Vanquish son bastante diferentes. Es decir, el primero, dirigido por Hideki Kamiya y lanzado originalmente en PS3 y Xbox 360 en 2010, es un hack'n slash, mientras que el segundo, dirigido por Shinji Mikami y lanzado originalmente en las mismas plataformas y el mismo año, es un juego de disparos en tercera persona. Sin embargo, hay un detalle que los une: ambos tienen una mecánica que es el núcleo de su jugabilidad. Una mecánica que, en ambos casos, es ingeniosa, divertida y queda que te cagas en movimiento.
Hablamos, por supuesto, del Tiempo Brujo en el caso de Bayonetta, y del deslizamiento a propulsión en el de Vanquish.
Si lo pensamos detenidamente, Bayonetta parece una respuesta a Devil May Cry en una conversación que Kamiya mantuvo consigo mismo: si en el juego de Dante los enemigos eran demonios, en el de la bruja de Umbra nos enfrentamos a engendros del cielo. Y si en el primer DMC no era posible esquivar (se puede rodar, pero con una combinación de botones extraña y de utilidad bastante justita), en Bayonetta todo gira en torno a esquivar.
Con la acción inteligentemente asociada a uno de los gatillos, dejando el pulgar libre para atacar (algo esencial para encadenar combos, conocido como "dodge offset"), ejecutar una esquiva justo en el instante en el que el enemigo está a punto de golpear hace que el tiempo se ralentice alrededor de Bayonetta durante unos breves pero preciosos segundos. Esto nos permite lidiar con la habitual superioridad numérica... Pero por encima de todo está esa satisfacción, difícil de explicar, al ver cómo la pantalla adquiere una tonalidad morada y todo, menos Bayonetta, empieza a moverse a cámara lenta.
La mecánica de Vanquish es algo más directa, incluso basta si la comparamos con la sutileza del tiempo brujo, pero también más elaborada: pulsa un botón para deslizarte a toda velocidad por el suelo; deja de ser una persona que depende de sus piernas para moverse y conviértete en un Ferrari. Pero está mecánica tiene un segundo uso, totalmente opuesto al primero: en lugar de acelerar, también podemos ralentizar el tiempo, aunque sólo al apuntar con el arma en tres situaciones concretas: tras rodar, tras saltar por encima de una cobertura o cuando nos estamos deslizando. Es decir, Vanquish sólo nos permite activar la cámara lenta si le garantizamos que el resultado va a ser un momento de película.
La gran diferencia del desplazamiento/ralentización de Vanquish respecto a Bayonetta, es que se activa a voluntad en lugar de requerir de nuestra habilidad a los mandos. Como contrapartida, está limitado por una barra de sobrecalentamiento, y cuando eso sucede, debemos esperar a que el traje se enfríe, momentos en los que la movilidad se ve drásticamente reducida. Y dado que la movilidad lo es todo en Vanquish, suele significar la muerte.
Bayonetta es ese juego que empieza con dos brujas peleando contra una horda de criaturas angelicales sobre las ruinas de una torre que cae a toda velocidad. Una secuencia que en cualquier otro título habría sido una cinemática, pero que aquí es nuestra primera toma de contacto con la jugabilidad. Es toda una declaraciones de intenciones, porque deja la barra de espectáculo a un nivel altísimo... Y en ningún momento deja de subir y subir. Bayonetta, desde el minuto uno, nos está diciendo: "¿crees que esto es espectacular? Pues sigue, sigue, que lo vas a flipar".
Al poner ambos juegos cara a cara, Bayonetta es quizás el que peor ha envejecido (peor, que no mal). Gráficamente, las texturas cantan recordándonos que es un juego de hace casi dos generaciones, y la cámara puede darnos un par de dolores de cabeza. Pero que esto no os engañe: era uno de los mejores hack'n slash y lo sigue siendo. Aunque se trata de una opinión impopular, quien escribe estas líneas lo prefiere por encima de su segunda parte (que es también magnífica, las cosas como son). El "estilo Kamiya", con su característico sentido del humor, es inconfundible y difícil de replicar.
Vanquish, por su parte, empieza con el desembarco de Normandía en el espacio. Y a primera vista parece otro juego de disparos en tercera persona con coberturas. Otro Gears. Sólo que eso no es cierto en absoluto: en Vanquish, las coberturas no son un lugar de descanso donde zafarse del fuego enemigo; son una parada para ir al baño en un viaje a 200 kilómetros por hora.
Y la misma comparación se puede aplicar a los ataques cuerpo a cuerpo: normalmente, en juegos de disparos, estos golpes están de relleno; no causan demasiado daño y están ahí porque hay que incluir alguna forma de quitarse de encima a los enemigos que se acercan más de la cuenta. Pero en Vanquish los ataques cuerpo a cuerpo son absurdamente poderosos. Tanto, que después de usarlos entramos directamente en el modo sobrecalentamiento. No están para abusar de ellos, están para ser utilizados al final de un combate sobre un enemigo que sabemos que está en las últimas. De nuevo, Vanquish quiere que juguemos a molar.
Y en lo relativo a lo visual, Vanquish se sigue viendo de fábula. La cantidad de cosas que pueden estar pasando en pantalla al mismo tiempo es de infarto (disparos por todas partes, explosiones, andanadas de misiles... y Sam soltando chispas mientras se desplaza por el campo de batalla a toda velocidad), pero hay que destacar la amplitud que lograron con los escenarios. Pese a que son de un tamaño reducido y completamente lineales, la distancia entre el suelo y el "techo" de la estación (claramente inspirada por Halo) en la que desarrolla Vanquish genera una impresionante sensación espacial.
En su día fue injustamente maltratado, criticado especialmente por su historia y duración, que apenas pasa de las seis horas. Lo de la historia no lo podemos negar: es simple y llanamente una chorrada, aunque tenemos que reconocer que disfrutamos de una forma un poco morbosa de sus clichés y one-liners, que nos recuerdan al mejor cine de acción de los 90. Pero le habría sentado mejor tomarse a sí mismo menos en serio, como hace Bayonetta.
En lo de la duración estamos menos de acuerdo, porque Vanquish es probablamente el juego que mejor refleja el espíritu PlatinumGames: un título cuyas fases están pensadas para ser repetidas una y otra vez, mejorando nuestra habilidad hasta obtener las mejores puntuaciones. Por eso, y porque todo aquel que haya intentado superar los seis desafíos de combate o la dificultad God Hard sabe que Vanquish es el juego más largo del mundo.
VALORACIÓN:
El tiempo se ha ralentizado alrededor de Bayonetta y Vanquish: jugarlos hoy sigue siendo una experiencia que te golpea en la cara como un huracán y te tira del sillón, especialmente con las mejoras técnicas de esta versión. Los juegos de acción actuales matarían por ser la mitad de buenos.LO MEJOR:
Vanquish y Bayonetta, en su versión más rápida y vistosa hasta la fecha en consolas.LO PEOR:
Que no tengamos Vanquish 2. Que esto no sea un pack triple con Metal Gear Rising. Que el mundo sea un lugar tan cruel.Plataformas:
PS4,
Xbox One
Versión comentada: PS4
90
ExcelenteDescubre más sobre Álvaro Alonso, autor/a de este artículo.
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