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Análisis de Curse of the Sea Rats, un "ratoidvania" con mucho encanto

Curse of the Sea Rats

Curse of the Sea Rats viene dispuesto a abordar nuestro corazón con su fórmula metroidvania, acción multijugador y la personalidad arrolladora de una tripulación de "pirratas". Os contamos si logra hacerse con el tesoro en nuestro análisis.

Tras lanzar varios juegos de carácter infantil, los catalanes Petoons Studio se han embarcado en su aventura más grande hasta la fecha: Curse of the Sea Rats, un juego de acción y exploración no-lineal con desarrollo 2D que, dada su propuesta, desde el estudio definen como un "ratoidvania".

Pero no hace falta que os digamos que metroidvanias hay muchísimos, y algunos muy conocidos, así que destacar en este género no es nada fácil. Por suerte, Curse of the Sea Rats tiene tres elementos que lo hacen brillar con personalidad propia.

Tiene cuatro personajes controlables, cada uno con sus propias habilidades y estilo de juego; tiene multijugador local para hasta cuatro jugadores; y tiene una poderosa identidad visual, gracias a su animación 2D hecha a mano y a que la mayoría de personajes son... ratas. Ratas antropomórficas.

¿Lograrán estas virtudes que Curse of the Sea Rats salga a flote en el mar de metroidvanias? Vamos a descubrirlo.

El análisis de Curse of the Sea Rats para PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X|S, Nintendo Switch y PC de HobbyConsolas.

Jugabilidad y gameplay de Curse of the Sea Rats en PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X|S, Nintendo Switch y PC

Curse of the Sea Rats nos lleva hasta las costas de Irlanda en pleno siglo XVIII. A bordo de un barco que transporta prisioneros para ser ejecutados, la bruja pirata Flora Burn desata un hechizo que transforma a toda la tripulación -ella incluida- en ratas.

En medio de la confusión, Flora rapta al hijo del almirante y se da a la fuga, acompañada por la peor calaña del barco. Desesperado y sin opciones, el almirante pide ayuda a los únicos prisioneros que no se han unido a la causa de la bruja pirata, con la promesa de que serán puestos en libertad si logran salvar a su hijo.

Ellos son: David Douglas, un colono americano; Buffalo Calf, guerrera cheyenne: Bussa, un esclavo fugitivo; y Akane Yamakawa, una onna-bugeisha o mujer samurái. Así que lo primero que debemos hacer nada más empezar Curse of the Sea Rats es elegir a nuestro personaje entre uno de los cuatro.

Curse of the Sea Rats

No se trata de una decisión definitiva, pues en cualquier momento, desde los puntos de guardado, podemos cambiar entre los cuatro. Ahora bien, al empezar a jugar es buena idea centrarse sólo en uno, pues al derrotar enemigos vamos obteniendo puntos espirituales con las que podemos comprar y mejorar habilidades dentro del árbol exclusivo de cada personaje.

Lo que más nos ha gustado de este aspecto es que los cuatro protagonistas se sienten muy diferentes a los mandos, especialmente cuanto más progresamos en sus árboles de habilidades. 

David Douglas es el personaje equilibrado, útil en cualquier situación pero que no despunta en nada. Buffalo Calf es básicamente una pícara: es muy ágil, puede atacar a distancia y causa toneladas de daño con sus golpes críticos, pero tiene muy poca defensa. 

Curse of the Sea Rats

Bussa es el tanque del grupo, un personaje capaz de aguantar cualquier golpe sin despeinarse... Pero lento hasta decir basta. Por último, Akane es la reina del combate aéreo y los "buffeos" que proporcionan todo tipo de mejoras.

Pero en un metroidvania el verdadero protagonista es el escenario, algo que deben saber muy bien en Petoons Studio, porque la isla de Curse of the Sea Rats es uno de los elementos más trabajdos de la aventura

El mundo de Curse of the Sea Rats es mucho más grande de lo que aparenta a simple vista y todas las zonas están interconectadas, de manera que en todo momento tenemos tres o cuatro caminos posibles por los que avanzar. Abruma un poco, pero en el buen sentido. No recordábamos una sensación similar desde Hollow Knight... Y como comprenderéis eso son palabras mayores.

Curse of the Sea Rats

Esta ausencia de linealidad es un aspecto clave de los metroidvania que sin embargo muchos juegos ignoran, pero Curse of the Sea Rats lo maneja con maestría. La única contrapartida de tener un mapa tan abierto es que el número de habilidades de desplazamiento para llegar a nuevas zonas es reducido, aunque lo compensa con las habilidades de combate únicas de cada personaje.

También estamos muy asombrados con la gran variedad de escenarios diferentes que llegamos a visitar. Es la clase de mapa en el que, cuando crees que ya lo has visto todo, vuelves a descubrir una zona nueva de gran belleza. 

Otro aspecto que en Petoons Studio han entendido muy bien sobre los metroidvania son los secretos. Es decir, si hoy en día seguimos hablando de Castlevania: Symphony of the Night como uno de los grandes del género es, entre otras muchas cosas, por la gran cantidad de secretitos y detallitos que el juego esconde.

Curse of the Sea Rats

Curse of the Sea Rats no llega a ese nivel pero lo hace muy bien, recompensándonos continuamente con todo tipo de objetos o presentando lugares y situaciones que captan nuestra atención, generan interés y horas más tarde descubrimos para qué sirven. Eso sí, echamos muy en falta poder poner marcadores en el mapa para guiarnos.

Mención especial para la apabullante cantidad de guiños a la cultura popular: libros, películas, series... Incluso a otros juegos españoles. Hay todo un apartado de coleccionables en el que cada objeto es un huevo de pascua.

¿Es difícil Curse of the Sea Rats?

Pese a su aspecto amigable, Curse of the Sea Rats no es un juego fácil, especialmente durante las primeras horas. No existe selector de dificultad; en su lugar, se podría decir que el juego está equilibrado en función de cuántas personas estén jugando.

En solitario, que es como hemos jugado, puede ser bastante duro. Pero cuando se unen a la partida más jugadores, no hay cambios en la salud de los enemigos o en la dificultad general, de manera que las cosas se suavizan.

Curse of the Sea Rats

Aun así no os vamos a mentir: hemos muerto bastantes veces y hemos llegado a sentir algo de frustración. Pero esto se ha debido a casos concretos, como unas avispas invisibles que explotan al morir o un valle de plataformas donde un paso en falso supone la muerte. Tampoco ayuda que haya un personaje que nos recuerda lo mal que jugamos cada vez que morimos.

Además, al avanzar en la aventura, subir de nivel y obtener nuevas habilidades, las cosas se van facilitando bastante... Hasta el punto de que deja de ser difícil y pasa a ser muy fácil, incluso jugando en solitario. 

Curse of the Sea Rats

También queremos señalar que la versión que hemos jugado tiene algunos fallitos, que si bien no son graves, son muy numerosos y empañan la experiencia. Hablamos de cosas como errores de ortografía en la traducción española o la distancia a la que el juego detecta el cambio entre habitaciones. 

Así que le falta, digamos, estar un pelín más pulido. Aun así no se lo tenemos muy en cuenta a la hora de analizarlo, pues ya nos han confirmado que Curse of the Sea Rats recibirá un parche día uno que corregirá muchos de estos fallos.

¿Cuántas hora dura la historia de Curse of the Sea Rats?

Como de costumbre, es difícil determinar cuánto dura Curse of the Sea Rats, pues depende de cómo juguemos. 

Y más en un caso como este, pues la experiencia puede ser muy diferente dependiendo de cuántos jugadores participen.

Curse of the Sea Rats

Como decíamos antes, nosotros hemos jugado en solitario, explorando a conciencia (95,05 del mapa descubierto), intentando conseguirlo todo y habiendo maximizado el árbol de habilidades de tres de los cuatro personajes, y el cronómetro roza las diez horas.

Creemos que es una duración muy digna, que se puede ampliar sin ningún problema si tenemos en cuenta el multijugador o la posibilidad de realizar nuevas partidas con los personajes que menos hayamos utilizado.

Gráficos y sonido de Curse of the Sea Rats

Pese a no ser un juego puntero en lo técnico, Curse of the Sea Rats consigue destacar gracias a su maravilloso apartado artístico. Todos los personajes, ya sean protagonistas, villanos o enemigos, tienen una personaldiad tremenda, tanto en sus sprites in-game como en las distintas posturas y expresiones que adoptan en los cuadros de diálogo.

La guinda del pastel la ponen unas fantásticas animaciones 2D hechas a mano que recuerdan a los dibujos animados clásicos. Cada uno de los cuatro protagonistas cuenta con animaciones únicas para cada movimiento y habilidad, así que hay un trabajazo enorme detrás. Los jefazos tampoco se quedan atrás y hay algunos realmente espectaculares.

Curse of the Sea Rats

Los escenarios son lo único que para nuestro gusto desentona un poco, pues a diferencia de personajes y enemigos, tienen un estilo 3D mucho más plano. Ahora bien, eso no quita que, como decíamos antes, hay una enorme variedad de localizaciones. También hay que destacar la gran cantidad de pequeños detalles que a menudo contienen, lo que les confiere vida.

En lo que al rendimiento se refiere, nosotros hemos jugado a la versión para Nintendo Switch sin apenas problemas. En algunas zonas con mayor carga gráfica el framerate se resiente, pero son casos muy puntuales y por lo general Curse of the Sea Rats se mueve a 60 fps y se controla a la perfección.

Curse of the Sea Rats

En cuanto al sonido, la gran mayoría de diálogos cuenta con voces en inglés. En otros casos esto se da por hecho, pero en una producción pequeña como esta es algo digno de aplauso. Y hablando de aplausos, también hay que aplaudir que hayan contado con actores y actrices de doblaje que representan los orígenes y las etnias de cada personaje.

La banda sonora también está a un gran nivel y nos hemos sorprendido tarareando sus melodías casi sin darnos cuenta. Lo único "malo" que podemos decir es que todas las canciones tienen un toque melancólico, por llamarlo de alguna manera. 

Evidentemente no es algo malo, pero dado que Curse of the Sea Rats es un juego con muchísimo sentido del humor, creemos que no le habría sentado mal alguna melodía más animada.

Precio y plataformas disponibles

Curse of the Sea Rats estará disponible a partir del 6 de abril de 2023 para PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X|S, Nintendo Switch y PC. Se puede encontrar en las tiendas digitales de cada una de estas plataformas a un precio de 19,99 €.

Además, contará con una edición física de la mano de Meridiem Games para PS4, PS5 y Nintendo Switch. Esta edición física de Cruse of the Sea Rats incluirá un póster con el mapa de la isla y tendrá un precio de 39,99 €.

Buen metroidvania, mejor ratoidvania

Ya hemos dicho muchas cosas buenas de Curse of the Sea Rats, pero hemos dejado lo mejor para el final. 

Como todos los buenos metroidvania, el juego de Petoons Studio tiene esa mano invisible (garfio, en este caso) que nos agarra y no nos suelta, que hace que siempre queramos llegar un poco más lejos y no seamos capaces de soltar el mando.

Curse of the Sea Rats

Si a eso le sumamos su pintoresco elenco de personajes, su enorme mundo en el que da gusto perderse, sus trabajadas animaciones 2D y su modo multijugador, el resultado es un juego tremendamente divertido que desborda personalidad y buen hacer. 

Así que si os gustan los juegos de acción y exploración con sabor clásico, no necesitáis ningún vigía que os diga que hay un juegazo a la vista.

VALORACIÓN:

Curse of the Sea Rats contiene todos los elementos clave para ser un buen metroidvania y, además, gracias a su enorme personalidad y modo multijugador consigue destacar dentro del género. Porque metroidvanias hay muchos... Pero ratoidvania sólo hay uno.

LO MEJOR:

Su enorme, variado y bien diseñado mundo. Cuatro personajes muy diferentes. Las animaciones 2D. La BSO. Gran cantida de secretos. El multijugador.

LO PEOR:

Desajustes en la dificultad. Algunos fallos que por sí solos no son un problema, pero en conjunto empañan la experiencia.

Versión comentada: Nintendo Switch

Hobby

80

Muy bueno

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